Ciutadans (C's) vio rechazada ayer jueves al Pleno de mayo su propuesta de resolución que reclamaba la cooficialidad de catalán y castellano al Ayuntamiento. Pero con su moción consiguió dividir el gobierno municipal, con PSC y CiU votando finalmente por separado una enmienda a la totalidad que tenían que presentar conjuntamente, y tensar el pleno hasta límites insospechados. La CUP tildó los socialistas de 'miserables' y 'botiflers' por, según ellos, plegarse al bilingüismo, y su portavoz, Juli Cuéllar, se negó a retirar los calificativos a pesar de la insistencia del alcalde, David Boto, y la indignación de los regidores del PSC. Unas 150 personas, convocadas por entidades en defensa de la lengua catalana, se habían manifestado unas horas antes ante el Ayuntamiento en protesta por la propuesta de C's, y también hicieron sentir su voz al pleno durante lo tienes debate.
Muchos de los grupos municipales, así como los representantes de Òmnium y de la HACE FALTA (Coordinadora de Asociaciones por la Lengua), acusaron en sus intervenciones al Pleno a C's de querer crear con este tipo de mociones un conflicto lingüístico "inexistente" que busca socavar la "convivencia" y la "cohesión" del país. Y todos ellos tuvieron la oportunidad de ver como la citada cohesión se agrietaba profundamente al mismo Salón de Plenos del Ayuntamiento en el debate sobre usos y modelos lingüísticos que se gastó de la citada moción. C's pidió al Pleno que "se adecúe el reglamento de usos lingüísticos del Ayuntamiento porque el catalán y el castellano estén en igualdad de condiciones", para evitar "ninguna discriminación por el uso de cualquier de las dos lenguas".
La mayoría de grupos coincidieron al responder que el reglamento, en vigor de 1996, se ciñe escrupulosamente a la legalidad vigente. Pero en ninguna parte de acabar el debate aquí, los dos partidos de gobierno, PSC y CiU, se envolvieron al presentar una enmienda a la totalidad que no sólo no consiguió ningún apoyo, sino que vio como los convergentes abandonaban el barco a medio camino para dejar sólo a los socialistas.
Enmienda al a totalidad
PSC y CiU, los dos socios de gobierno, presentaron un texto consensuado, redactado en las horas previas del Pleno por el regidor socialista Juan Carlos Jerez y la convergente Núria Calpe. El texto proclamaba la "plena vigencia" del reglamento de usos lingüísticos del Ayuntamiento según el que marca el Estatuto y la Ley 7/1983 de Normalización Lingüística, que establecen el catalán como lengua propia del país y de uso normal a las administraciones públicas. Pero entre los acuerdos que proponía la enmienda a la totalidad, figuraban que Mataró pasara a disponer de la normativa municipal y de las páginas webes oficiales del Ayuntamiento en "las dos lenguas oficiales", es decir catalán y también en castellano.
'Botiflers y miserables'
El primer teniente de Alcalde, Joaquim Fernàndez, defendió que habían querido abordar el debate "desde la perspectiva de la administración local", pero al ver como estaba siendo el debate al Pleno, dijo que había derivado en "una cuestión ideológica" y anunció que su grupo se retiraba de la enmienda a la totalidad. Esta deriva ideológica había llegado a la cumbre minutos antes con la intervención de Juli Cuéllar. El portavoz de la CUP aseguró que "no queremos acabar como Lleida o Tarragona donde los gobiernos [liderados por el PSC con pactos con C's] han asimilado tesis bilingüistes que separan comunidades por razones de origen y de lengua". Consideró que los socialistas eran "miserables para usar la lengua como moneda de cambio "por una poltrona". "Romper la convivencia por un puñado de votos tiene un nombre: botiflers", dijo.
"Botifler lo será usted" respondió de inmediato el regidor socialista Miquel Àngel Vadell, sin atender a turnos de réplica. El alcalde intervino para reclamar a Cuéllar en diveses ocasiones que reiterara los calificativos, pero este no lo hizo. "Es una apreciación política, la libertad de expresión se esto", le respondió.
Soledad
Más adelante, Boto se dirigió al conjunto del Salón de Plenos, incluidos los manifestantes de las diversas entidades que brandaven carteles a favor del catalán. "Para pensar ligeramente diferente hemos sido bautizados de botiflers y miserables, si se imaginaran el respeto que siento para sus carteles llorarían para entender la soledad que ahora mismo siento", espetó. Una soledad que se puso de manifiesto en el propio pleno. El mismo socio de gobierno dejó los regidores del PSC solo votante a favor de la enmienda a la totalidad, y tampoco salió en defensa de los socialistas ante los calificativos de los que habían sido objete desde las sillas de la CUP. En cuanto al resto de partidos, C's, PP y PxC defendieron el bilingüismo mientras ERC, QUEREMOS e ICV-EUiA reiteraron que el reglamento de uso de la lengua catalana es plenamente legal.
Muchos de los grupos municipales, así como los representantes de Òmnium y de la HACE FALTA (Coordinadora de Asociaciones por la Lengua), acusaron en sus intervenciones al Pleno a C's de querer crear con este tipo de mociones un conflicto lingüístico "inexistente" que busca socavar la "convivencia" y la "cohesión" del país. Y todos ellos tuvieron la oportunidad de ver como la citada cohesión se agrietaba profundamente al mismo Salón de Plenos del Ayuntamiento en el debate sobre usos y modelos lingüísticos que se gastó de la citada moción. C's pidió al Pleno que "se adecúe el reglamento de usos lingüísticos del Ayuntamiento porque el catalán y el castellano estén en igualdad de condiciones", para evitar "ninguna discriminación por el uso de cualquier de las dos lenguas".
La mayoría de grupos coincidieron al responder que el reglamento, en vigor de 1996, se ciñe escrupulosamente a la legalidad vigente. Pero en ninguna parte de acabar el debate aquí, los dos partidos de gobierno, PSC y CiU, se envolvieron al presentar una enmienda a la totalidad que no sólo no consiguió ningún apoyo, sino que vio como los convergentes abandonaban el barco a medio camino para dejar sólo a los socialistas.
Enmienda al a totalidad
PSC y CiU, los dos socios de gobierno, presentaron un texto consensuado, redactado en las horas previas del Pleno por el regidor socialista Juan Carlos Jerez y la convergente Núria Calpe. El texto proclamaba la "plena vigencia" del reglamento de usos lingüísticos del Ayuntamiento según el que marca el Estatuto y la Ley 7/1983 de Normalización Lingüística, que establecen el catalán como lengua propia del país y de uso normal a las administraciones públicas. Pero entre los acuerdos que proponía la enmienda a la totalidad, figuraban que Mataró pasara a disponer de la normativa municipal y de las páginas webes oficiales del Ayuntamiento en "las dos lenguas oficiales", es decir catalán y también en castellano.
'Botiflers y miserables'
El primer teniente de Alcalde, Joaquim Fernàndez, defendió que habían querido abordar el debate "desde la perspectiva de la administración local", pero al ver como estaba siendo el debate al Pleno, dijo que había derivado en "una cuestión ideológica" y anunció que su grupo se retiraba de la enmienda a la totalidad. Esta deriva ideológica había llegado a la cumbre minutos antes con la intervención de Juli Cuéllar. El portavoz de la CUP aseguró que "no queremos acabar como Lleida o Tarragona donde los gobiernos [liderados por el PSC con pactos con C's] han asimilado tesis bilingüistes que separan comunidades por razones de origen y de lengua". Consideró que los socialistas eran "miserables para usar la lengua como moneda de cambio "por una poltrona". "Romper la convivencia por un puñado de votos tiene un nombre: botiflers", dijo.
"Botifler lo será usted" respondió de inmediato el regidor socialista Miquel Àngel Vadell, sin atender a turnos de réplica. El alcalde intervino para reclamar a Cuéllar en diveses ocasiones que reiterara los calificativos, pero este no lo hizo. "Es una apreciación política, la libertad de expresión se esto", le respondió.
Soledad
Más adelante, Boto se dirigió al conjunto del Salón de Plenos, incluidos los manifestantes de las diversas entidades que brandaven carteles a favor del catalán. "Para pensar ligeramente diferente hemos sido bautizados de botiflers y miserables, si se imaginaran el respeto que siento para sus carteles llorarían para entender la soledad que ahora mismo siento", espetó. Una soledad que se puso de manifiesto en el propio pleno. El mismo socio de gobierno dejó los regidores del PSC solo votante a favor de la enmienda a la totalidad, y tampoco salió en defensa de los socialistas ante los calificativos de los que habían sido objete desde las sillas de la CUP. En cuanto al resto de partidos, C's, PP y PxC defendieron el bilingüismo mientras ERC, QUEREMOS e ICV-EUiA reiteraron que el reglamento de uso de la lengua catalana es plenamente legal.