La socióloga Teresa Turnos, catedrática de la Universitat Autònoma de Barcelona, fue la encargada este jueves de presentar el contexto general del monográfico sobre servicios de atención domiciliaria a las personas de más de 65 años en Mataró, que el Ayuntamiento ha editado dentro del Informe Socioeconómico número 14. A la conferencia, celebrada a Can Palacete, la socióloga centró la conferencia sobre tres ejes de los servicios domiciliarios: el por qué de su surgiment, el presente y el futuro.
De los tres aparats, Turnos fue especialmente crítica hablante sobre la situación presente de este sector laboral. "Las personas que se dedican a la atención domiciliaria en estos momentos son un gueto laboral, descalificado y precario", sentenció. La catedrática también dejó claro que en estos momentos el trabajo de cuidar la gente mayor se adjudica sin discutir a las mujeres de las familias por solidaridad intergenaracional, una situación que está llegando a su punto y final. "No tenemos suficientes mujeres para atender las necesidades sociales crecientes, en estos momentos ya tenemos un gran vacío de amas de casa entre las mujeres de 45 y 60 años", explicó Turnos.
La socióloga también fue muy crítica con el uso de chicas inmigrantes para hacer este tipo de tarea: "Las sur americanas no son más dulces para cuidar gente mayor, sino más submises que las señoras autóctonas", afirmó. Y quiso clarificar que no se puede confundir "dar un servicio con servir".
Por esta razón, y ya tratando el futuro de este trabajo emergente, la catedrática pidió: una profesionalización obligada de las trabajadoras de asistencia domiciliaria a la gente mayor, la exigencia de una formación acreditada, realizar un trabajo de concienciación cívica de la demanda, acabar con la economía sumergida en este sector y una implicación más fuerte de las administraciones.
De los tres aparats, Turnos fue especialmente crítica hablante sobre la situación presente de este sector laboral. "Las personas que se dedican a la atención domiciliaria en estos momentos son un gueto laboral, descalificado y precario", sentenció. La catedrática también dejó claro que en estos momentos el trabajo de cuidar la gente mayor se adjudica sin discutir a las mujeres de las familias por solidaridad intergenaracional, una situación que está llegando a su punto y final. "No tenemos suficientes mujeres para atender las necesidades sociales crecientes, en estos momentos ya tenemos un gran vacío de amas de casa entre las mujeres de 45 y 60 años", explicó Turnos.
La socióloga también fue muy crítica con el uso de chicas inmigrantes para hacer este tipo de tarea: "Las sur americanas no son más dulces para cuidar gente mayor, sino más submises que las señoras autóctonas", afirmó. Y quiso clarificar que no se puede confundir "dar un servicio con servir".
Por esta razón, y ya tratando el futuro de este trabajo emergente, la catedrática pidió: una profesionalización obligada de las trabajadoras de asistencia domiciliaria a la gente mayor, la exigencia de una formación acreditada, realizar un trabajo de concienciación cívica de la demanda, acabar con la economía sumergida en este sector y una implicación más fuerte de las administraciones.