Que Tarragona está de moda, es un hecho. También lo es que la ciudad y su entorno tienen tantos atractivos que, a menudo, es difícil concretar qué de ellos resulta más interesante o destacable. Algunas de las imágenes que enseguida nos hacen pensar en la belleza de la ciudad imperial son las del anfiteatro romano, las murallas... y es obvio porque la estructura urbana de Tarragona tiene una fuerte influencia de la primitiva ciudad romana. Hoy pero, nos fijaremos en los disparos de la urbanización medieval. La Catedral, la casa Castellarnau, el antiguo hospital de Santa Tecla o el portal de Sant Antoni, son algunos de los lugares a los que nos referiremos en esta ruta.
Nos dirigimos hacia la Parte Alta de la ciudad donde podremos contemplar antiguos palacios y residencias eclesiásticas. Concretamente en la calle Caballeros encontraremos un buen ejemplo de las viviendas aristocráticas. Es la casa Castellarnau.
La casa Castellarnau
Se construyó a inicios del siglo XV. A partir de este momento y hasta el siglo XIX fue el hogar de algunas de las familias más influyentes de la ciudad. El año 1542 vivió el emperador Carles Y durante su estancia en Tarragona.
La casa conserva a su interior estructuras arquitectónicas de varias épocas. A la planta baja se observan toda una serie de arcos apuntados datados entre los siglos XIV y XV. De la misma época es el patio y la escalera de vuelta con columnas y capiteles góticos. Durante el siglo XVIII el edificio fue adquirido por Carles de Castellarnau y sufrió importantes cambios a la fachada y en su distribución interna.
A la planta noble destacan varios aposentos con mobiliario de los siglos XVIII y XIX. El espacio más emblemático es el salón de baile, que presenta un techo decorado con pinturas de temática mitológica realizadas por el pintor provenzal Josep Bernat Flaugier a finales del siglo XVIII.
A la planta baja se ha recuperado la antigua cocina. Aun así, se pueden ver de forma permanente una muestra de la colección Molas y Agramunt, un heterogéneo conjunto de piezas arqueológicas y etnográficas de un amplio abanico cronológico; el legado Quintana, del cual destaca una maqueta del primer avión que sobrevoló la ciudad el 1913; y el fondo del filólogo y crítico madrileño Sánchez Camargo, adquirido por el Ayuntamiento en sesenta. El edificio acoge las oficinas administrativas del Museo de Historia de Tarragona.
La catedral
Dedicada en Santa Maria, es la sede catedralícia de la Arquebisbat de Tarragona. Tiene planta de cruz latina, con tres naves y crucero acentuado sobre el cual se levanta la cúpula octogonal. Iniciada en estilo románico al último cuarto del siglo XII, se finalizó en el siglo XIV cuando los planteamientos arquitectónicos ya eran plenamente góticos.
Acoge el Museo Diocesano, donde destaca una colección de tapices procedentes de los talleres de Bruselas, junto a un retablo realizado por Jaume Huguet.
En el interior de la catedral destaca el retablo mayor del siglo XV, obra de Pere Joan. Una intervención arqueológica al 2010 determina que en el mismo lugar se asentó un gran templo romano con una fachada de ocho columnas, que podría corresponder al templo de Augusto.
El antiguo Hospital de Santa Tecla
Otro edificio destacable es el antiguo Hospital de Santo Pau y Santa Tecla, ubicado en la calle de Las Cocas y hoy en día suyo del Consejo Comarcal del Tarragonès. Fue fundado en 1171 por disposición testamentària del arzobispo Hug de Cervelló. No se conoce gran cosa de la distribución arquitectónica interior ( para no decir nada ) porque sólo se ha conservado la fachada hasta nuestros días. Es un porche con cinco arcos de medio punto sobre pilares con columnas adosadas a la fachada principal y dos arcos de dimensiones más reducidas al occidental. La ornamentación de los capiteles es de tipo geométrico y vegetal. El año 1464 se fusionó con el hospital de la ciudad y a este momento corresponde posiblemente el añadido de los dos pisos superiores con cinco ventanas ricamente decoradas.
Porches góticos
Los porches, construidos en el siglo XIV, forman la base de la fachada de toda una isla de casas de la calle Mercería, desde las escaleras de la Catedral hasta la bajada del Patriarca. Todos los arcos son góticos excepto el último, y los pilares están atalussats para compensar la tendencia de las casas a bajar hacia la calle Mercería. A la época medieval acogía un mercado de verduras. En la actualidad, los domingos por la mañana se puede encontrar un mercadet de antigüedades en esta calle y al vecino Plano de la Sede.
Se encuentran junto a la plaza del Foro, de época romana.
El Museo de Arte Moderno
En la calle de Santa Anna encontramos este museo que fue inaugurado en 1976. Se encuentra instalado en una casa del s. XVIII que perteneció a Antoni de Martí y Franquès. Se exhiben obras de artistas de las comarcas tarraconenses, principalmente de los s. XIX y XX. Conserva una buena muestra del escultor Julio Antonio y pinturas de Josep Sancho.
Este edificio, en su estado actual, es fruto de la unión de tres antiguas casas de la Parte Alta de la ciudad. La primera había sido propiedad del Colegio Jesuític de los Santos Reyes, de Tarragona. Confiscada por la Corona a la Compañía después de la expulsión de los jesuitas en 1767, fue comprada por Antoni Martí y Gatell, el 1772, a la Junta Municipal encargada de vender los bienes de los mencionados religiosos en Tarragona. El nuevo propietario, después de haberla mejorado, estableció su residencia en 1781. También vivió el ilustre científico altafullenc Antoni Martí y Franquès, hijo de Martí y Gatell, que vivió en Tarragona desde el año 1798 hasta su muerte, en 1832.
Portal de Sant Antoni
Es la puerta de entrada al recinto amurallado de época medieval. Presenta una decoración del s. XVIII y fue construido con piedra de la Savinosa, con aplicaciones de mármol. Sobre el arco de medio punto hay el escudo de Felip V, flanqueado por leones. A la clave del arco hay el escudo de Tarragona y a los lados, hay dos pilastras con trofeos militares al estilo romano. Hay una inscripción en el portal donde se puede leer: " Esta obra se hizo reinando... mona.. lo.. siendo gobernador desta plaza Don Juan de Prado Año 1737".
Nos dirigimos hacia la Parte Alta de la ciudad donde podremos contemplar antiguos palacios y residencias eclesiásticas. Concretamente en la calle Caballeros encontraremos un buen ejemplo de las viviendas aristocráticas. Es la casa Castellarnau.
La casa Castellarnau
Se construyó a inicios del siglo XV. A partir de este momento y hasta el siglo XIX fue el hogar de algunas de las familias más influyentes de la ciudad. El año 1542 vivió el emperador Carles Y durante su estancia en Tarragona.
La casa conserva a su interior estructuras arquitectónicas de varias épocas. A la planta baja se observan toda una serie de arcos apuntados datados entre los siglos XIV y XV. De la misma época es el patio y la escalera de vuelta con columnas y capiteles góticos. Durante el siglo XVIII el edificio fue adquirido por Carles de Castellarnau y sufrió importantes cambios a la fachada y en su distribución interna.
A la planta noble destacan varios aposentos con mobiliario de los siglos XVIII y XIX. El espacio más emblemático es el salón de baile, que presenta un techo decorado con pinturas de temática mitológica realizadas por el pintor provenzal Josep Bernat Flaugier a finales del siglo XVIII.
A la planta baja se ha recuperado la antigua cocina. Aun así, se pueden ver de forma permanente una muestra de la colección Molas y Agramunt, un heterogéneo conjunto de piezas arqueológicas y etnográficas de un amplio abanico cronológico; el legado Quintana, del cual destaca una maqueta del primer avión que sobrevoló la ciudad el 1913; y el fondo del filólogo y crítico madrileño Sánchez Camargo, adquirido por el Ayuntamiento en sesenta. El edificio acoge las oficinas administrativas del Museo de Historia de Tarragona.
La catedral
Dedicada en Santa Maria, es la sede catedralícia de la Arquebisbat de Tarragona. Tiene planta de cruz latina, con tres naves y crucero acentuado sobre el cual se levanta la cúpula octogonal. Iniciada en estilo románico al último cuarto del siglo XII, se finalizó en el siglo XIV cuando los planteamientos arquitectónicos ya eran plenamente góticos.
Acoge el Museo Diocesano, donde destaca una colección de tapices procedentes de los talleres de Bruselas, junto a un retablo realizado por Jaume Huguet.
En el interior de la catedral destaca el retablo mayor del siglo XV, obra de Pere Joan. Una intervención arqueológica al 2010 determina que en el mismo lugar se asentó un gran templo romano con una fachada de ocho columnas, que podría corresponder al templo de Augusto.
El antiguo Hospital de Santa Tecla
Otro edificio destacable es el antiguo Hospital de Santo Pau y Santa Tecla, ubicado en la calle de Las Cocas y hoy en día suyo del Consejo Comarcal del Tarragonès. Fue fundado en 1171 por disposición testamentària del arzobispo Hug de Cervelló. No se conoce gran cosa de la distribución arquitectónica interior ( para no decir nada ) porque sólo se ha conservado la fachada hasta nuestros días. Es un porche con cinco arcos de medio punto sobre pilares con columnas adosadas a la fachada principal y dos arcos de dimensiones más reducidas al occidental. La ornamentación de los capiteles es de tipo geométrico y vegetal. El año 1464 se fusionó con el hospital de la ciudad y a este momento corresponde posiblemente el añadido de los dos pisos superiores con cinco ventanas ricamente decoradas.
Porches góticos
Los porches, construidos en el siglo XIV, forman la base de la fachada de toda una isla de casas de la calle Mercería, desde las escaleras de la Catedral hasta la bajada del Patriarca. Todos los arcos son góticos excepto el último, y los pilares están atalussats para compensar la tendencia de las casas a bajar hacia la calle Mercería. A la época medieval acogía un mercado de verduras. En la actualidad, los domingos por la mañana se puede encontrar un mercadet de antigüedades en esta calle y al vecino Plano de la Sede.
Se encuentran junto a la plaza del Foro, de época romana.
El Museo de Arte Moderno
En la calle de Santa Anna encontramos este museo que fue inaugurado en 1976. Se encuentra instalado en una casa del s. XVIII que perteneció a Antoni de Martí y Franquès. Se exhiben obras de artistas de las comarcas tarraconenses, principalmente de los s. XIX y XX. Conserva una buena muestra del escultor Julio Antonio y pinturas de Josep Sancho.
Este edificio, en su estado actual, es fruto de la unión de tres antiguas casas de la Parte Alta de la ciudad. La primera había sido propiedad del Colegio Jesuític de los Santos Reyes, de Tarragona. Confiscada por la Corona a la Compañía después de la expulsión de los jesuitas en 1767, fue comprada por Antoni Martí y Gatell, el 1772, a la Junta Municipal encargada de vender los bienes de los mencionados religiosos en Tarragona. El nuevo propietario, después de haberla mejorado, estableció su residencia en 1781. También vivió el ilustre científico altafullenc Antoni Martí y Franquès, hijo de Martí y Gatell, que vivió en Tarragona desde el año 1798 hasta su muerte, en 1832.
Portal de Sant Antoni
Es la puerta de entrada al recinto amurallado de época medieval. Presenta una decoración del s. XVIII y fue construido con piedra de la Savinosa, con aplicaciones de mármol. Sobre el arco de medio punto hay el escudo de Felip V, flanqueado por leones. A la clave del arco hay el escudo de Tarragona y a los lados, hay dos pilastras con trofeos militares al estilo romano. Hay una inscripción en el portal donde se puede leer: " Esta obra se hizo reinando... mona.. lo.. siendo gobernador desta plaza Don Juan de Prado Año 1737".