Cuando le preguntes a un escocés porque acostumbra a vestirse con una falda, acostumbra a responder que lo hace por comodidad pero, sobre todo, por tradición. La tradicional Kilt es uno de los símbolos de Escocia y un elemento de reivindicación nacional por sus habitantes. Quizás por eso, la Kilt escocesa ha sobrevivido al paso de las modas y constituye un ejemplo inusual en la estética occidental.
Si dejamos de banda el cantante David Bowie, el actor Sean Connery o el príncipe Carles de Inglaterra, ataviados en contadas ocasiones con faldas, son más bien pocos los ejemplos cotidianos en que la falda se impone a los pantalones tradicionales. A pesar de todo, esta prenda de ropa sigue siendo un elemento clave por los diseñadores. La exposición que se inauguró el pasado 10 de febrero al Centro Cultural Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro de Madrid recoge una buena muestra de varios diseñadores prestigiosos. Entre las 75 piezas, una de las que más admiración genera es la del diseñador mataroní de piezas masculinas, Carles López. Su falda, hecho con tejido militar moratón marino y completada con botones del cuerpo de Administración del rey Alfons XIII ocupa un lugar destacado en la muestra Hombres en regazo, organizada por IFEMA en el marco de la Semana Internacional de la Moda de Madrid.
El diseño de faldas es por la moda una gran oportunidad para experimentar, explica Carles López, que asistirá el próximo lunes, día 27, a la presentación en Madrid del catálogo de las faldas. Hombres en regazo se podrá ver hasta el 2 de marzo.
La falda y el hombre
El esfuerzo empleado por Brad Pitt a Troya y de Miel Gibson a Breaveheart para popularizar la falda ha sido va. El mismo resultado han tenido el resto de campañas que se han llevado a cabo y no han conseguido traer la falda al hombre de calle. A pesar de todo, López cree la falda masculina puede recuperar terreno: Esta prenda de ropa no se impondrá porque las modas no se imponen pero hay muchas empresas que fabrican faldas masculinas y tienen éxito de ventas.
Con todo, la falda sigue luchando para hacerse un lugar en el armario masculino y volver a tener el papel que había tenido en las civilizaciones de Egipto, Grecia o Roma. Hasta que no llegue el momento, pero, como dice López, la connotación femenina de la falda será muy fuerte, por lo tanto, seguirán con el estricto forma de vestir.
Si dejamos de banda el cantante David Bowie, el actor Sean Connery o el príncipe Carles de Inglaterra, ataviados en contadas ocasiones con faldas, son más bien pocos los ejemplos cotidianos en que la falda se impone a los pantalones tradicionales. A pesar de todo, esta prenda de ropa sigue siendo un elemento clave por los diseñadores. La exposición que se inauguró el pasado 10 de febrero al Centro Cultural Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro de Madrid recoge una buena muestra de varios diseñadores prestigiosos. Entre las 75 piezas, una de las que más admiración genera es la del diseñador mataroní de piezas masculinas, Carles López. Su falda, hecho con tejido militar moratón marino y completada con botones del cuerpo de Administración del rey Alfons XIII ocupa un lugar destacado en la muestra Hombres en regazo, organizada por IFEMA en el marco de la Semana Internacional de la Moda de Madrid.
El diseño de faldas es por la moda una gran oportunidad para experimentar, explica Carles López, que asistirá el próximo lunes, día 27, a la presentación en Madrid del catálogo de las faldas. Hombres en regazo se podrá ver hasta el 2 de marzo.
La falda y el hombre
El esfuerzo empleado por Brad Pitt a Troya y de Miel Gibson a Breaveheart para popularizar la falda ha sido va. El mismo resultado han tenido el resto de campañas que se han llevado a cabo y no han conseguido traer la falda al hombre de calle. A pesar de todo, López cree la falda masculina puede recuperar terreno: Esta prenda de ropa no se impondrá porque las modas no se imponen pero hay muchas empresas que fabrican faldas masculinas y tienen éxito de ventas.
Con todo, la falda sigue luchando para hacerse un lugar en el armario masculino y volver a tener el papel que había tenido en las civilizaciones de Egipto, Grecia o Roma. Hasta que no llegue el momento, pero, como dice López, la connotación femenina de la falda será muy fuerte, por lo tanto, seguirán con el estricto forma de vestir.