Las bordes de Noarre

En el Pallars Sobirà, justo a la entrada del Parque Natural del Alto Pirineu, encontramos un lugar que nos transporta en el tiempo, a la época en que en los valles pirenaicos se vivía de forma sencilla y el hombre encontraba en la natura todo aquello que le hacía falta. Se trata de las bordes de Noarre, un característico pueblecito de cabañas de roca, como los que antiguamente existían en esta zona. El núcleo nos parecerá que está abandonado pero no es así. Todavía hoy los pastores de los pueblos vecinos traen ganado cuando es época de pasto. 

El camino que nos trae hasta las bordes de Noarre sale del pintoresco pueblo de Tavascan. Desde aquí tenemos dos horas de caminata sin mucho desnivel. El sender empieza en el puente de piedra del municipio y resigue el curso del río hasta llegar al camping de Grados. Aunque sea verano es conveniente traer pantalones largos porque este tramo tiene muchas hierbas altas y ortigas. También hay que ir en cuenta en algunos tramos porque el sender, en algunos puntos, coincide con la carretera asfaltada por donde pasan los coches.

En tres cuartos temprano llegaremos al camping, donde acaba la pista asfaltada. Lo veremos a mano izquierda mientras andamos, justo junto al río. Si queremos pararnos para tomar algo a su bar, no hace falta que atravesamos los campos para llegar aunque nos parezca que lo pasamos de largo. Siguiendo el camino encontraremos la desviación hacia la entrada del camping, haciendo una curva a la izquierda.

Si decidimos seguir nuestro camino sólo tenemos que seguir andando por el sender y en una hora, aproximadamente, habremos llegado a las bordes de Noarre. El camino pasa por dentro de un bosque y sigue el curso del río y no tiene pérdida. Justo antes de llegar al pueblecito encontraremos un panel indicador junto a un puente que nos permite cruzar al margen izquierda del río. En este punto ya vemos las primeras cabañas ante nuestro. Para volver, sólo tenemos que deshacer el mismo camino.