La Escuela Rocafonda, uno de los tres centros educativos considerados de "máxima complejidad" de Mataró , ha conseguido que casi un 70 % de los alumnos de todos los cursos de infantil y primaria hayan asistido a las colonias. Algo que es un éxito enorme para una escuela dónde, en los cursos anteriores, la media de alumnas que participaban en estas salidas era tan solo de cuatro o cinco por aula. Así es cómo lo han logrado.
La escuela Rocafonda está considerado un centro de "máxima complejidad"
El concepto de 'máxima complejidad' se aplica por parte de la Generalitat a escuelas con alumnado socialmente desfavorecido, algo que se compensa con recursos humanos y económicos específicos que no acostumbran a ser suficientes para las elevadas problemáticas que tienen que afrontar. Por ejemplo, el gran número de alumnos de familias en situación económica vulnerable, o el porcentaje muy elevado de estudiantes de origen extranjero. Este es el caso de la escuela Rocafonda, situada en el barrio con los indicadores socioeconómicos más bajos de Mataró.
"En nuestra escuela decidimos que había que mantener las colonias escolares a cada curso, por nosotros son muy importantes, a pesar de que otros centros ya estén optando para hacerlas solo a final de ciclo o fórmulas similares", explica la directora de la escuela Rocafonda, Roser Majó. La realidad, pero, es que este planteamiento tambaleaba después de que año tras año fuera bajando el número de alumnos que tomaban parte.
Juegos y actividades a las colonias de la escuela Rocafonda. Foto: cedida por la escuela
El caso de la escuela Rocafonda es habitual en este tipo de centros, debido a su tipología de alumnado: una gran mayoría de familias desestiman que sus hijos vayan de colonias, por motivos tanto económicos cómo socioculturales. "Muchas familias consideraban que esto de las colonias no iba con ellos, creemos que por una cuestión cultural", explica la directora. Lo cierto es que a la comunidad educativa de la escuela Rocafonda hay muchos madres y padres reticentes a la idea que sus hijos marchen varios días fuera con su grupo clase. "O se mueve toda la familia, o nada, esto que el niño marche sin ellos los genera desconfianza", añade Majó. Estas reticencias han sido hasta ahora muy difíciles de romper, pero en el actual curso la escuela lo ha conseguido.
"Después del confinamiento, teníamos que mantener las colonias sí o sí"
"Consideramos que este año teníamos que mantener las colonias sí o sí, que era súper importante para los alumnos después del confinamiento", constatan. En la escuela Rocafonda notaron cómo buena parte de sus alumnos volvía a clases en septiembre en condiciones bastante precarias. "El confinamiento fue muy duro para ellos, volvieron muy desorientados, con problemas para volver a coger la rutina de clases", destacan. Las restricciones debido a la pandemia han sido muy complicadas de soportar para los niños socialmente desfavorecidos, sin muy más alternativas que quedarse en casa. "Personalmente, el que ha hecho el Ayuntamiento manteniendo cerrados los parques infantiles me ha parecido fatal, ha hecho mucho daño a estos niños", destaca Majó.[banner-AMP_5]
Con este panorama, quisieron mantener las colonias escolares. "Les hacía falta aire fresco, respirar, vivir una normalidad un poco diferente a la de los últimos meses", constatan desde la escuela Rocafonda. Y se pusieron a buscar maneras de animar la mayoría de alumnas y familias a participar. Para empezar destinaron la ayuda que la Generalitat mujer en los centros de máxima complejidad a abaratar el precio de las colonias, y sumaron el apoyo de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Càritas y otras entidades, hasta conseguir que el coste de la salida para la mayoría de los alumnos fuera de 50 euros, por tres días de actividades con monitores y alojamiento.[banner-AMP_6]
Escuela Rocafonda. Foto: TecnoCampus
"A pesar de haber reducido el precio, seguíamos sin llegar a un número deseable de alumnos, así que estuvimos trucando a las familias a diario durante varias semanas, y los íbamos a buscar a la entrada y a la salida de clase, para intentar convencerlas", explica la directora. Insistiendo e insistiendo, consiguieron que casi el 70 % de los alumnos hayan acabado participando a las colonias, la mayoría de las cuales se celebraron el mes de marzo pasado. "Y todos han vuelto súper contentos, para la mayoría ha sido una experiencia nueva y fantástica", constata Majó, que constata que los niños "están encantados" y que "se han pasado muchas semanas hablando de las colonias".[banner-AMP_7]
Desde el centro confían que este curso significará un antes y uno después en este sentido, porque de cara a los próximos serán los propios alumnos quién insistirán a las familias que los dejen ir de colonias. También confían que sea un primer paso porque estas familias empiecen a involucrarse mucho más en el día a día de la escuela y se cree una comunidad educativa más potente. "Bien es verdad que los maestros y el equipo directivo estamos muy orgullosos del que hemos conseguido", constata Majó.[banner-AMP_8]