El mercado inmobiliario revive después de años en un auténtico bache. Proliferan las grúas en la ciudad, con varias promociones de nuevos inmuebles en construcción -a las calles Pizarro y Colono y a la Ringlera para poner tres ejemplos- mientras florecen nuevas agencias inmobiliarias en las calles mataronins. El ejemplo más claro de este revifament se vivirá bien pronto en el barrio de Cereza, donde está previsto que, por fin, se empiece a desarrollar el proyecto urbanístico al sector de la antigua fábrica de Abanderado. Los propietarios de los terrenos han presentado el proyecto de urbanización de la primera fase de una promoción que prevé centenares de viviendas, además de nuevas calles, zonas verdes y equipamientos terciarios. Los vecinos de la zona, pero, no lo ven nada claro, puesto que temen que se priorizarán las viviendas en detrimento del parque que reclaman desde hace más de una década.
El proyecto se remonta al año 2005, cuando el gobierno aprobó la recalificación del solar para convertirlo en una zona residencial y terciaria que relligués los barrios de Cereza, Molinos y Camino de la Sierra. Las cifras eran las propias de la época pre-crisis, cuando el totxo estaba en el punto culminante: 600 viviendas repartidas en 77.000 m2, en edificios de entre cuatro y siete plantas, además de un parque de 26.000m2 y una escuela. Esto último es el único que se ha construido hasta ahora, Marta Mata, mientras que el resto del enorme solar ha quedado páramo durante todos estos años. El año 2012 se tuvo que derrocar dos naves abandonadas que había a la zona después de que se declararan incendios. El año anterior el Ayuntamiento aprobó a petición de los propietarios el Plan de Mejora Urbana del sector, un paso más que preveía que finalmente se empezara a desarrollar, pero nada de nada; el solar ha continuado vacío y abandonado durante cinco años más, hasta ahora.
Esto parece que cambiará definitivamente después de que el Ayuntamiento haya aprobado inicialmente, por Junta de Gobierno, el proyecto de urbanización. Ante la imposibilidad que los promotores puedan desarrollar todo el sector a la vegada (los costes de urbanización suman 12 millones de euros), en 2014 se modificó el Plan General porque se pudiera hacer en un total de seis fases, en dos años cada una. "De este modo tienen capacidad de invertir mica en mica y poder ir construyendo viviendas que los permitan recuperar parte de esta inversión" explica la regidora de Urbanismo, Núria Calpe. Sin este troceo, recalca Calpe, el proyecto sería "inviable" y el solar quedaría "muerto de asco como hasta ahora".
La primera fase de la urbanización se centrará en la parte norte del solar, entre el tanatorio y la escuela Marta Mata, donde está previsto hacer una zona verde y las primeras viviendas. La segunda fase incluirá la creación de una calle que atraviese el solar pe conectar Cereza con Camino de la Serra, mientras que el gran parque que se tiene que ubicar a la parte sur, que estaba prevista para la tercera y cuarta fase, se intentará avanzar a la segunda y la tercera, según apunta Calpe.
Los vecinos, en alerta
Las asociaciones de vecinos de Cereza, Camino de la Sierra y Molinos-Torner, se muestran en contra. Constatan que es un "proyecto al servicio de intereses especulativos". Manuel Molina, presidente del AVV de Cereza, denuncia que "se trabaja en favor de los promotores en ninguna parte del beneficio del conjunto de la ciudad". Las entidad exigen que los prioricen las obras de urbanización, incluidas las 3 zonas verdes previstas y las vías de comunicación entre los barrios. "En ninguna parte de esto el que harán será construir islas de pisos con 200 viviendas a cada una, y dejar para el final los parques y las zonas públicas", lamenta Molina. Los vecinos se preguntan qué atractivo tendrán en el mercado inmobiliario estas 200 viviendas en un entorno sin desarrollar urbanísticamente. "Si haces un parque alrededor los podrás vender mejor que no creando una isla de casas junto a bancales y solares abandonados" apunta el presidente del AVV de Cereza. El temor vecinal es que después de la construcción de los primeros 200 pisos, el resto del solar quede se mantenga sin urbanizar y abandonado. "No es el primer golpe que los promotoros no cumplen con el que se los exige", afirma Molina. Por todo ello, las entidades vecinales han presentado varias alegaciones al proyecto.
La regidora de Urbanismo asegura que entiende las reivindicaciones vecinales. "El que piden es lógico, pero no podemos exigir los promotores que urbanicen de golpe todas las calles y zonas verdes porque la carga financiera lo haría imposible", explica Calpe. Por este motivo, reitera, se dividió el proyecto en seis fases. La regidora apunta que "la época de la Vía Europa ha pasado, hoy la ciudad sólo se puede ir construyendo mica en mica".
Planol del proyecto, con la escuela Marta Mata, en color azul, ya construida