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Vern Bueno

Los parches del Monumental

A principios de noviembre, el Teatro Monumental se someterá a la enésima reforma de los últimos tiempos, al enésimo intento de lavado de cara de un equipamiento irremediablemente anticuado. Hace tres años fue la renovación del patio de butacas, que no ha convencido nadie porque siguen siendo muy incómodas; este mes de octubre tienen que finalizar las obras de mejora de acceso al recinto, gracias al fondo FEIL que no han dejado nada indemne, y dentro de unas semanas se iniciarán los trabajos para optimizar la acústica del teatro. Deben de ser cuestiones muy necesarias si tenemos en cuenta las molestias que acaban provocando. Sin ir más lejos, los trabajos de este segundo semestre del año han reducido la temporada de teatro de otoño a tan sólo dos obras, convertirán la Muestra de Cine en la más corta, por fechas, de los últimos años, y dejarán Mataró sin las propuestas teatrales para el público familiar que programa la Red durante los meses de octubre y noviembre.

A carencia de un espacio alternativo, las intervenciones en el Monumental dejan la ciudad huérfano de un equipamiento apto para las artes escénicas. Entonces, son tan vitales estas obras si debido a ellas hay que pagar un precio tan caro? No, porque son simples parches destinados a alargar la agonía de un recinto simplemente obsoleto. El que necesita la ciudad es un teatro nuevo, a la altura de un municipio de 120.000 habitantes, y que haga justicia, todo sea dicho, al trabajo potente que se está realizando desde el gobierno municipal en el campo de las artes escénicas. Mataró cuenta con una programación teatral establo y de calidad, una Aula de Teatro que cada vez toma más voladizo, ayudas públicas a la creación escénica, compañías de danza y de circo residentes, un futuro centro de creación escénica a Can Gassol y programas para impulsar el teatro entre los jóvenes. Pero no dispone del elemento principal, un teatro en condiciones. El gobierno tripartito tiene que resolver ya esta cuestión y cumplir con uno de los punto del Acuerdo de Gobierno: planificar un nuevo teatro y su ubicación. Costa confiar en que esto será así, básicamente porque este no es el primer Acuerdo de Gobierno que lo prevé. Siempre sale el tema en campaña electoral, siempre se incluye en el documento de acciones previstas cuando se forma cada ejecutivo, y al final nada. Todos y cada uno de los miembros del gobierno, encabezados por el presidente del IMAC, saben que el Monumental ya no da más de sí, y que la planificación de un nuevo recinto es desde hace años una urgencia histórica. Además, seguro que enrojecen cuando lo comparan con los equipamientos los vecinos como por ejemplo, sin ir más lejos, Granollers y su flamante Teatro Auditorio. Pero no hay manera de que pasen a la acción. Cuestión de prioridades.