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Miguel Guillén Burguillos

Los resultados de las últimas generales en clave mataronina

Las elecciones generales del pasado domingo nos dejan dos titulares principales: "Vox aumenta muy significativamente su apoyo" y "los bloques se mantienen similares y continúa el bloqueo". La presentación por sorprendida el pasado martes del pacto de gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos por parte de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, empieza a clarificar el panorama de la investidura, pero todavía faltan algunos apoyos para poder iniciar la legislatura y desbloquear la situación política. El papel de ERC, sin duda, será determinante. Tendremos que esperar a los próximos días y semanas para ver qué acaba pasando, pero parece que la posibilidad de un gobierno de progreso con miembros de un partido a la izquierda del PSOE está más cerca que nunca, una cosa que no pasaba desde los tiempos de la Segunda República. El auge de la extrema derecha, indudablemente, ha precipitado los acontecimientos y la pluralidad de las izquierdas parece que son conscientes de la excepcionalidad del momento. Parece que, ahora sí, un gobierno "a la mataronina" es posible también en España. Martes por la noche, en la sede de En común Podemos Mataró corrió el cava y los militantes más veteranos no podían ocultar su emoción y alegría, que comparaban a la que sintieron cuando se legalizó el PCE y el PSUC en 1977, o cuando el 2003 PSC, ERC e ICV-EUiA pactaron gobernar plegados la Generalitat después de veintitrés años de gobiernos de derechas.

Si nos fijamos en los resultados en Mataró, el titular es que "el PSC vuelve a ganar". De hecho, los socialistas son la fuerza más votada en todos los barrios de la ciudad, a excepción, como era de esperar, del Centro y el Ensanche, donde gana ERC. El PSC obtiene un 23,08%, seguido por ERC (20,40%), En común Podemos (13,83%), JxC (11,39%), Vox (8,02%), PP (7,67%), C's (6,57%) y CUP (5,42%). El resto de fuerzas no llegan entre todas al 3%. Si atendemos a los bloques, las izquierdas consiguen un 65,65% de los votos, mientras que las derechas suman un 33,65%. En cuanto al eje identitario, el independentismo consigue un 37,21% de los votos. Un golpe más, queda claro que el independentismo es claramente minoritario en Mataró, como también lo está en toda Cataluña elección detrás elección, sea del tipo que sea.

Si hagamos política ficción, y sabiendo que los resultados de unas elecciones generales no se pueden extrapolar a un hipotético Ayuntamiento de Mataró, podemos calcular los resultados en unas municipales, bastante diferentes a los que se produjeron el pasado mes de mayo a nuestra ciudad. Con la ley de Hondt en la mano, y contando los votos del pasado domingo, obtendríamos los siguientes resultados en unas municipales en Mataró: el PSC conseguiría 7 regidores, ERC 6, En común Podemos 4, Juntos por Cataluña 3, Vox 2, PP 2, C's 2 y la CUP 1. Me atrevo a sugerir que en nuestra ciudad se produjo el pasado mes de mayo un "efecto Boto" muy claro: gente que no vota en otros comicios al PSC decidió apostar por la candidatura del alcalde. Es muy probable que los 6 regidores de diferencia (en las municipales los socialistas obtuvieron 13 regidores) se repartan prácticamente a partes iguales entre personas que el pasado domingo votaron En común Podemos, C's, PP o Vox. En cuanto al bloque independentista, parece claro que los 2 regidores que "perdería" ERC irían a parar, a partes iguales, a JxC y la CUP. El gran tema es el resultado de Vox, también en Mataró, donde consigue el apoyo de 5.019 votantes, prácticamente el mismo número de votantes de PxC en las municipales de 2011 (4.684). Esta es la gran cuestión: muchos vecinos y vecinas apuestan por la ultradreta en nuestra ciudad. Todas estas personas son fascistas? Por favor, huimos del simplismo porque obviamente no lo son, y este es el gran tema: qué pasa por qué tanta gente, en Mataró, en Cataluña, en España, en Europa y en el mundo, decida votar la extrema derecha? Por qué no confían en quien teóricamente tendría que defender sus intereses? Por qué el identitarisme pasa a ser prioritario y la pulsión nacionalista es protagonista? Tiempos complicados, también en nuestra ciudad. Tomemos nota.