El Salón Boda cumple 25 años de cambios. De novios y novias de todo tipos. Y de celebraciones que van más allá de la boda. Algunos expositores están de hace un montón de tiempo. Y han visto cómo ha crecido y evolucionado el salón. Y el sector.
Es el caso de Fransi, especializado en cotilleria y que está presente al Salón Boda desde los inicios, cuando se hacían las ediciones en el Hotel NH, antes inclús de pasar por el parque central y mucho antes de haberse instalado a TecnoCampus, donde se encuentra hoy en día el acontecimiento. "Antes el Salón Boda tenía una variedad de producto diferente al de ahora; había cortinas, muebles... elementos del hogar", explica Francina Bigorra, que destaca el motivo del cambio: "Tiene que ver con los cambios como sociedad, antes la gente se casaba y justo después iban a vivir plegados, necesitaban cosas por el día a día. Ahora es diferente, ahora una boda se programa a un año vista, en general la pareja ya vive junta o ya tiene piso y el que buscan es todo el que se centra en el acontecimiento, en el gran día".
Desde Fransi también han visto cambios en el tipo de lencería que la novia de antes y ahora reclama, a pesar de que con matices. "Los primeros años, la novia quería ir de blanco tipo nieve en el interior, y ahora se trae el marfil; pasa el mismo con la lencería de dormir, que ha cambiado del color al marfil. Pero también he visto cómo se recuperaban piezas de antes, como la liga o el cosset". El que sí ha tenido que hacer es adaptarse a las tendencias en vestidos. "Ahora se traen vestidos muy escotados de espaldas, y por lo tanto tenemos que hacer piezas que no se vean para ir a conjunto", pone como ejemplo.
Por ella, el Salón Boda es un escaparate único: "te ve un público potencial que no te conocerá de ninguna otra manera, y puedes ofrecer cosas únicas como esta lencería adaptada a espaldas abiertas o a palabras de honor que tanto de moda están". Por eso desde siempre ha tenido expositor, ha hecho desfiles o ambas cosas a la vegada. Aprovecha para mostrar "pieza propia que no se encuentra en ninguna parte", y esto permite llegar por el boca-oreja a muchos clientes de los alrededores, no sólo de la comarca.
Otro establecimiento que no falla a la cita desde hace quince años es Lola Peluqueros. "decidimos especializarnos en novias y vimos una buena oportunidad para darnos a conocer; fue un éxito", relata la propia Lola, que considera que este acontecimiento es ideal para poder "mostrar un servicio personalizado, asesoramiento en imagen y poder dar todos los pasos a seguir para quienes tenga dudas en maquillaje o peinados". Desde Lola Peluqueros explican que el público "ha cambiado mucho", empujado por las tendencias actuales: "Ahora se buscan peinados más deshechos, más naturales, semi recogidos y propuestas sencillas. Antes había una tendencia a intentar ir muy arreglada".
En esta edición volverán a protagonizar un desfile (domingo), donde mostrarán "peinados que se pueden traer; en el pasado hacíamos cosas mucho fantasea, pero la gente no acababa de entenderlo: quieren ver peinados que se puedan hacer en un día especial".
Dos minutos para convencer
Quien también trae más de 15 años al Salón Boda es Reyman Novios. El establecimiento de Mataró recuerda su paso por el Salón Boda cuando se hacía en el Parque Central, con espacios reducidos y los desfiles para enseñar las tendencias de aquellos años. "El objetivo es pasar el que tienes en la tienda al 'stand' y saber que tienes dos minutos como máximo para explicar qué puedes ofrecer a alguien que después tendrá que venir a la tienda; más tiempo hace que no presten atención", explica Pepe Modesto.
Por él, el novio se mantiene como siempre, con unos gustos que dependen de cada persona. "hay tendencias que cambian pero la esencia del producto sigue igual: gente que quiere ir más clásica, tener un toque más moderno... Te piden de todo, por el que tienes que tener una gama amplia para cubrir cualquier necesidad". "Traemos más de 15 años al Salón Boda con un mismo lema: el más importante es mirarse al espejo y que te veas a gusto, es igual el que digan los demés si tú te ves bien", relata. Y así es con los novios de ayer y de hoy.