Los profesores interinos del instituto municipal Miquel Biada de Mataró viven un momento de tensión y desazón, según han expresado ellos mismos en cartas enviadas al alcalde, David Boto, y a los diferentes grupos municipales. El motivo es el sistema de oposiciones que se aplicarán para las próximas convocatorias de profesorado para el instituto, que consideran que resulta especialmente desfavorable para su colectivo.
Según apuntan, la oferta pública aprobada este 2019 afecta a una treintena de plazas, de las poco más de 100 que tiene el instituto Miquel Biada. La normativa que se aplica en aqusta convocatoria es tan desfavorable para los interinos que, según explican desde este colectivo, muchos de ellos se han apuntado a las futuras oposiciones de profesorado de la Generalitat. Se podría dar la circunstancia, por lo tanto, que un 30% de la plantilla del claustro de profesores se vea afectada si la mayor parte de este personal aprueba las oposiciones de la Generalitat y marcha del centro. Al Biada, apuntan, hay departamentos donde un 80% del profesorado es interino, algunos de los cuales con más de 10 años de trayectoria, y consideran que sería "devastador" que estos dejaran el centro,
El problema es que la Generalitat, explican, valora 4,6 veces más la experiencia de sus interinos en la normativa de las bases para las oposiciones, mientras que el ayuntamiento sólo valora dos veces más la experiencia de sus interinos. Además, lamentan que desde el consistorio se opte para aplicar una prueba teórica con un examen tipo test eliminatorio, que consideran "un handicap de máxima dificultad que no garantiza escoger el mejor candidato", y que "supondrá una criba por los interinos", puesto que puede expulsar a los candidatos sin dejarlos la posibilidad de demostrar su profesionalidad en lo la prueba práctica (si no se supera el test, no se puede participar en la segunda fase).
Desde el profesorado entienden que la opción escogida por el Ayuntamiento en la normativa que aplican a la convocatoria de oposiciones dificulta la consolidación del personal que trae tantos años saliendo adelante Miquel Biada y de forzar a sus interinos a elegir la opción de una oposición más asequible, de la Generalitat.