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Adam Alonso

Mataró, capital Europea de la prostitución

Recientemente, el Ayuntamiento de Mataró ha decidido suspender, mediante un Decreto de Alcaldía, la licencia que se había otorgado para instalar un macroprostíbul en Mataró.

Sin entrar a valorar la falta de transparencia y la no información a los grupos de la oposición de la tramitación, con el máximo “secretismo”, de este Decreto. Hay que decir que gracias a la presión de los grupos de la oposición (principalmente del Grupo municipal del Partido Popular liderato por Pau Mojedano), la presión mediática, y la ejercida por un amplio sector de la ciudadanía, el Gobierno ha decidido suspender la tramitación de la licencia, hasta que se complete un Plan Especial Urbanístico por el área donde se quería ubicar el burdel y se cree una Ordenanza que regule los negocios de prostitución a la ciudad.

Supongo que por la falta de ideas y visión de ciudad, y ante el escándalo de Can Fàbregas, que ha dañado enormemente la imagen de la ciudad y ha acabado con la imputación del Alcalde Baron y el Primer Secretario del PSC y regidor de Urbanismo, Ramon Bassas, por un delito contra la Ordenación del Territorio y otro contra el Patrimonio Histórico; y dado que esta manera tan barroera de hacer las cosas podría haber puesto en riesgo la llegada de los aproximadamente 1.000 puestos de trabajo en nuestra estimada ciudad, los socialistas se han puesto a pensar... y mucho. Por este motivo, y aprovechando la solicitud de la instalación de dos prostíbulos, considerados los más grandes de Europa, los socialistas se han sacado de la manga un nuevo proyecto por la ciudad: la de convertir en Mataró en la capital europea del sexo por dinero, de la prostitución, de la explotación de las mujeres (y casi esclavitud en la que viven muchas por culpa de las mafias, que las engañan en sus países de origen con falsas prometidas y las obligan a prostituirse). En definitiva, un proyecto que degrada la imagen de la mujer en Mataró.

No obstante, los socialistas, ases en la manipulación de la información, y viendo que la mayoría de la ciudadanía se los podía echar encima, han intentado utilizar una cortina de humo, mediante el chantaje al exregidor del PP Juan Carlos Ferrando, que demostrando una ética, una decencia, una honradez y una elegancia, que los socialistas Baron, Bassas y Romero no tienen, ha conseguido que los centros de prostitución de las mujeres, los burdeles más grandes de Europa, de momento no lleguen a Mataró. Me explico: Ferrando, un hombre que no vive de la política, como por ejemplo sí lo hacen la mayoría de los socialistas del Consistorio, y que genera puestos de trabajo en su empresa, dirigió a un cliente suyo a la regidora Romero, encargada de las licencias de actividad en Mataró. Ferrando, sólo acompañó a su cliente a un acto oficial en el cual participaba Romero, los presentó y se fue. Romero, habilidoso discípulo de Josep Maria Sala, personaje famoso por haber sido imputado y condenado por el caso Filesa, y que actualmente es el Vicesecretario de Formación del PSC, filtró a la prensa que Ferrando había intercedido en la solicitud de la licencia de un burdel. Mentira, y ya es la segunda. La primera fue cuando dijo que el informe de la Generalitat por la instalación de los centros de prostitución era vinculante, hecho desmentido por la propia Generalitat a Capgros.com. Hay que aclarar que la conversación que mantuvo la Regidora y el cliente, sólo fue de cariz informativo y no se solicitó ninguna licencia. Ante la manipulación y presión socialista, y dado que Ferrando consideró que la filtración malintencionada y falseada perjudicaba gravemente al Grupo Municipal del PP de Mataró, decidió dimitir.

Gracias a Ferrando muchos ciudadanos de Mataró han vuelto a creer en los políticos decentes, que no se mantienen a la silla por un sueldo. En cambio, Baron y Bassas, imputados, hombres que no han demostrado ni la elegancia, ni la clase, ni el saber estar de Ferrando, siguen malogrando la imagen de Mataró.

Aun así, hay que recordar que en el último Pleno del mes de febrero, unos 117 agentes de la policía local, denunciaron el mobbing, y presión a la cual se encuentran sometidos para lograr los “cupos” para sancionar mediante las multas a los ciudadanos de Mataró, habiéndose presupuestado unos 5 millones de Euros en este concepto. Desconozco si el Ayuntamiento contaba con las sanciones a los clientes de los macroprostibuls de Mataró, pero que diga el Sr. Melero, Regidor de Seguridad Ciudadana, que no es un cupo, sino un “target” cuando está presupuestado, me parece lamentable. Aun así negó que el día de la Cabalgata de Reyes faltaran más de la mitad de los agentes para estar enfermos, cuando así lo denunciaron ellos mismos. Supongo que es la tónica del PSC que, o bien nos miente descaradamente a los ciudadanos, o bien no se daba cuenta de nada. En cualquier caso, las dos premisas son preocupantes.

Cómo decía Margareth Thatcher a sus ministros cuando le preguntaban lo porque de las cosas, “There is no alternative”. Por todo lo expuesto Mataró necesita un cambio, y este cambio es el Partido Popular. Por qué? Pues porque no queda ninguno otro alternativa. El PP es la única garantía de que el PSC no vuelva al gobierno, ya sea intermediando el tripartito o la sociovergència.