La suspensión del servicio de Rodalies este martes a causa de los efectos del apagón eléctrico ha supuesto menos problemas que en otras ocasiones en Mataró. Así se podía comprobar, al menos, en las paradas del autobús interurbano, que suele colapsarse cuando los trenes no funcionan pero que hoy presentaba muchas menos colas de lo habitual.
En la plaza de Granollers, donde confluyen dos de las líneas que unen con Barcelona, la afluencia de pasajeros era insólitamente inferior a otros días de incidencias en Rodalies. Entre los usuarios habituales que esperaban el bus, según la ACN, algunos apuntaban la suspensión de las clases en muchas facultades de Barcelona como uno de los motivos principales del descenso. Otros afirmaban que habían constatado un refuerzo del servicio que habría ayudado a absorber la demanda sin complicaciones.
En la plaza de las Teresas, otro de los puntos neurálgicos del autobús interurbano, las colas también eran mucho más cortas de lo que suelen ser en estas circunstancias. Hacia las 9 de la mañana, un usuario explicaba que suele coger Rodalies pero hoy ha tenido que optar por el bus para ir a trabajar a Barcelona. "No es la primera vez, por desgracia ya estoy bien acostumbrado a que los trenes dejen de funcionar".
Si bien las últimas horas están siendo absolutamente inusuales y extraordinarias a causa del inaudito apagón eléctrico general, que Rodalies falle no tiene nada de anormal y los usuarios por desgracia ya se han acostumbrado a buscarse la vida. Pasadas las 9.30h, Rodalies todavía no podía confirmar cuándo se restablecería el servicio. Mientras Metro, FGC o el AVE funcionan, Rodalies suspende todos los trenes por "la inestabilidad de la tensión en la red eléctrica para garantizar la circulación".
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