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V. B.

Microscopio, un sello discográfico mataroní 'al servicio' de los músicos

Creado por el líder del grupo Sale!, se ofrece como plataforma porque los grupos que se autoediten puedan sacar el máximo beneficio

David Mullor es el cantante y letrista del grupo catalán Sale! Desde hace cerca de un año y medio reside en Mataró, después de pasar por Canet y Canyamars. Su llegada en la capital del Maresme coincidió con el inicio de Microscopio, el sello discográfico que dirige, y que sigue una fórmula bastante diferente a la tradicional. Se presenta como un "servicio" para los músicos, como un intermediario entre sus canciones y discos y la industria discográfica.

"Somos una plataforma porque los músicos que se autoediten lo hagan de manera correcta. Son las bandas las que vienen a buscarnos en nosotros, y no a la inversa", explica Mullor, en dos frases que resume la filosofía de Microscopio y su principal diferencia respecto a un sello tradicional. Estos últimos suelen escoger los grupos que editan siguiendo criterios artísticos y comerciales. A Microscopio, en cambio, puede trucar a la puerta cualquier banda con un disco grabado que quiera comercializar. Tiene que ser un álbum o EP en condiciones, no puede ser sencillamente una maqueta, pero un golpe cumplido este requisito no hay otros condicionantes. "No nos regimos por estilos,  respetamos que los músicos hagan la música que los sale de dentro, y si la quieren publicar y distribuir, son bienvenidos", explica Mullor. Por eso, el catálogo de Microscopio, que ya acumula hasta 24 artistas y grupos catalanes, presenta un abanico variadíssim.

Microscopio ofrece una "gestión integral previa y posterior" a la publicación de los discos.  El sello no se queda la propiedad de los derechos del disco, sino que las cede a sus autores, y procura un "reparto justo" de los beneficios que se derivan. Unos beneficios que llegan de la gestión tanto previa cómo posterior de la publicación del álbum. Mullor se encarga de todo aquello que es farragós de la industria de la edición y la distribución musical: desde matricular las grabaciones con la ISRC hasta conseguir un código de barras para poder pasar stocks a las tiendas, pasando por un contrato discográfico "justo", el seguimiento pe cobrar de la SGAE, las licencias para ceder los derechos de las canciones por por el•lícules o anuncios, la distribución digital y física, la recopilación de 'bolos' a radios y televisiones, y un largo etcétera.

"Hay muchos músicos que no quieren saber nada de la industria discográfica, pero yo no lo comparto", explica Mullor. Con Sale! siempre se han autoeditat -el último disco, precisamente con Microscopio- y antes de esta aventura discográfica, el mataroní ya había impulsado sellos más tradicionales como Gato Recuerdos o Right Here Right Now. Su experiencia como músico, miembro por un lado y editor lo han hecho darse cuenta que muchos grupos sufren una carencia de conocimiento flagrante sobre la industria que los repercute en contra. "Muchos firman contratos discográficos donde no tienen ni idea de que están firmando", lamenta. Y si tienen la suerte de triunfar, es cuando surgen los problemas, con muchos posibles ingresos que se pierden por el camino. Microscopio intenta precisamente evitar esto.