Carregant...

Pere Pascual

Necesidad Vital

Josep Serra senyoreja con su contundente abstracción las salas superiores de lo Atendéis Caja Laietana, con una exposición titulada "Necesidad vital" acontecida auto homenajeo en sus treinta años de actividad expositiva.

Entrar en la misma es un golpe llevar. Las cuatro piezas que dominan la sala impresionan. Son unas obras intensas, que hablan por sí solas y que te invitan con su fuerza a penetrar en el universo que el artista argentoní nos ofrece sin miedo,con el sentimiento que mujer la certeza de saber que uno está en el camino idóneo.
Un impacto que es el preludio de los que encontraremos en la misma sala y a las del Museo del Cántaro y la Casa Gótica de Argentona, y la barcelonesa Setba, que acogen el total de la muestra, recogida en un magnífico catálogo libro.

En Josep Serra llegó a la abstracción después de un paso firme en la figuración tradicional y pasar por la criba del realismo mágico. Pero estaba claro que aquel simbolismo sometido al pragmatismo formal del realismo lo encorsetaba y no le permitía el desgavell expansivo de su fuerza pictórica. De aquí su rotura y su evolución cabe una abstracción de clara remembrança con el expresionismo abstracto americano. Un concepto creativo acontecido para él, una verdadera necesidad vital, como explicita con el título de la exposición.

El autor no ha querido hacer hoy mirada atrás y sí presentar su realidad actual. Obra un chico anterior en Argentona, con una vesant quizás más dulce y poética, pero igualmente intensa, seduciendo con uno estira y afloja de intensidades que sirve para penetrar en su filosofía artística.
Pero está claro que el peso de la celebración está al Ateneo. Abstracción pura y dura. Sin concesiones. Obra sobre tela y esencialmente en grandes dimensiones en la sala inferior y rotunda obra sobre papel, en la que sin perder un gramo de la fuerza hay un deseo más intenso de sensibilidad, en una abstracción más íntima y cercana. Todo, en esta apuesta de la frase de Mark Rothko que encabeza el catálogo y que dice : " No zoco un artista abstracto. Tan sólo me interesa expresar emociones humanas".

Unas emociones que marcan toda la exposición. Apoyado en un dominio técnico oportuno, con una albañil jugada con habilidad según la intencionalidad de cada pieza, todo hace que pasearse por la exposición sea hacerlo por un mundo muy cercano al propio. De pararse ante cada obra e intentar racionalizarla acontece un ejercicio de psicoanálisis personal que va más allá del placer estético que las obras puedan pregonar. Caos ordenado en un equilibrio adecuado. Ritmo desatado, controlado mediante el uso del gesto y el color. Sinfonía pictórica que va mucho más allá de la eterna dualidad abstracción / realismo, para hacer entender perfectamente que el arte sólo es arte cuando existe creación y comunicación.

Por eso que recomendamos mucho esta exposición. Lo hacemos con más intención todavía por aquellos ariscos a la abstracción. Sumergirse en la misma con los ojos muy abiertos, comporta adquirir un nuevo concepto de belleza plástica (interior y exterior) y permite coger un concepto tan básico, como despreciado, de que la abstracción no sueño nunca cuatro rayas, cuatro manchas y unos colores, col•locats tanto se don, y sí es un concepto plástico y estético complejo, que permite expresar con toda intensidad las sensaciones personales más íntimas, y las emociones externas más intensas.

Una intimidad que se nos ofrece pura, limpia, sin mistificacions,. Una intimidad que irá pareja a la nuestra. Una intimidad que sólo saben expresar los verdaderos artistas. Y no lo duden, en Josep Serra, es uno de ellos. Y por el ver en esta magnífica "Necesidad vital", ya es uno de los "bonos".