El CE Mataró empieza una nueva temporada, esta vez a la Segunda Catalana. El conjunto que dirigirá Juan Moscoso se enfrenta a uno de los retos más difíciles de su historia: sobrevivir. No se trata de querer subir a Primera Catalana, ni de dejar atrás partidos que parecían imposibles hace cinco años. Simplemente, sobrevivir después de patrocinadores procedentes del 'totxo' que prometieron pero no cumplieron, después de empresarios y cantantes iluminados o prometidas de proyectos alternativos y faraónicos. Ninguno de estas opciones, algunas más válidas que otros a priori, han funcionado. Y casi se llevan un club centenario por delante. Ahora hay tres hombres de fútbol (Gerard Floriach, Marcial Serrano y Jordi Pino) trayendo el club con la base como máxima prioridad y un primer equipo que tendrá como ambición saltar al campo cada domingo. Si esto con la gran deuda que se le atribuye al club es sostenible o no, sólo el tiempo lo dirá. Pero que haya fútbol, y sólo fútbol, ya será un éxito inédito en las últimas temporadas. Aunque sea a Segunda Catalana.