Si el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña no dice el contrario, el Ayuntamiento tendrá que hacer frente al pago de 508.000 euros por el sobrecost de unas obras que no le correspondían pero que tuvo que asumir. El juzgado contencioso administrativo de Barcelona sentenció que la construcción de la escuela Montserrat Solà, que el Ayuntamiento avanzó a pesar de que es competencia de la Generalitat de cara a acelerar la puesta en marcha, acabó costando 908.000 euros más de los previstos. El Ayuntamiento considera exagerada esta cifra puesto que calcula que fueron sólo 400.000 euros, que ya pagó en su momento a la emprendida contratista, y recorrió la sentencia al TSJC. Ante la incertidumbre de la decisión del tribunal, el consistorio tiene previsto pedir al ICO (el Instituto de Crédito Oficial) un préstamo de 508.000 euros para hacer frente a la posible sanción.
La escuela Montserrat Solà se inauguró en el curso 2009-2010 a los terrenos de Hace falta Collut, entre el Camino real y las calles Enric Granados y Solís. Las obras habían arrancado dos años antes a cargo de la empresa adjudicataria, Construcciones Rubau, con un presupuesto de 4,4 millones de euros. Durante la construcción se encontró un vertedero de basura en el subsol del solar, que no se había detectado en los sondeos previos. Esto comportó trabajos no previstos, como por ejemplo la excavación de pilotajes más profundos para asegurar los fundamentos, el uso de más hormigón y el traslado de los desechos al vertedero.
El Ayuntamiento consideró que el sobrecost de estos imprevistos subía a los 400.000 euros, que pagó a la empresa adjudicataria. Esta, pero, triplicó el cálculo de los costes, elevando la cifra a los 1,2 millones de euros, y trajo el caso al tribunal contencioso administrativo. Este estimó parcialmente la demanda de la empresa y sentenció el Ayuntamiento a pagar 908.000 euros a Rubau S.A. en concepto de sobrecost: es decir, 320.000 menos de los que pedía la empresa, pero 508.000 más que los considerados por el Ayuntamiento. En total, según la sentencia, el sobrecost supuso un 20% más que el presupuesto inicial. El Ayuntamiento mantiene, pero, que esta desviación tan sólo es de 400.000 euros y por eso recorrió la sentencia al TJSC, que está pendiente de pronunciarse.
La construcción de nuevos centros educativos es competencia del en Generalitat. Pero de cara a acelerar la construcción del Montserrat Solà el Ayuntamiento firmó con la administración catalana un convenio según el cual el consistorio avanzaba el dinero y se encargaba de la ejecución de las obras, inversión que fue devuelta por el gobierno catalán en diferentes anualidades. Una estrategia que el Ayuntamiento también puso en práctica con las escuelas Anxaneta y Maria Mercè Marçal.
Un nuevo caso de desviación presupuestaria
Este hecho, pero, comporta que hoy sea el consistorio mataroní el que tenga que hacer frente al litigio por el sobrecost, después de que no se detectaran en los sondeos previos de la obra los problemas en el subsol de Hace falta Collut. Se trata de un nuevo caso de desviación presupuestaria en obras públicas a la ciudad, después de la gran polémica vivida con el edificio de la Ringlera. Una obra construida durante el mismo periodo que el Montserrat Solà, en el periodo 2007-2010, y que sufrió un sobrecost de 8,2 MEUR, un 42% de su presupuesto.
La escuela Montserrat Solà se inauguró en el curso 2009-2010 a los terrenos de Hace falta Collut, entre el Camino real y las calles Enric Granados y Solís. Las obras habían arrancado dos años antes a cargo de la empresa adjudicataria, Construcciones Rubau, con un presupuesto de 4,4 millones de euros. Durante la construcción se encontró un vertedero de basura en el subsol del solar, que no se había detectado en los sondeos previos. Esto comportó trabajos no previstos, como por ejemplo la excavación de pilotajes más profundos para asegurar los fundamentos, el uso de más hormigón y el traslado de los desechos al vertedero.
El Ayuntamiento consideró que el sobrecost de estos imprevistos subía a los 400.000 euros, que pagó a la empresa adjudicataria. Esta, pero, triplicó el cálculo de los costes, elevando la cifra a los 1,2 millones de euros, y trajo el caso al tribunal contencioso administrativo. Este estimó parcialmente la demanda de la empresa y sentenció el Ayuntamiento a pagar 908.000 euros a Rubau S.A. en concepto de sobrecost: es decir, 320.000 menos de los que pedía la empresa, pero 508.000 más que los considerados por el Ayuntamiento. En total, según la sentencia, el sobrecost supuso un 20% más que el presupuesto inicial. El Ayuntamiento mantiene, pero, que esta desviación tan sólo es de 400.000 euros y por eso recorrió la sentencia al TJSC, que está pendiente de pronunciarse.
La construcción de nuevos centros educativos es competencia del en Generalitat. Pero de cara a acelerar la construcción del Montserrat Solà el Ayuntamiento firmó con la administración catalana un convenio según el cual el consistorio avanzaba el dinero y se encargaba de la ejecución de las obras, inversión que fue devuelta por el gobierno catalán en diferentes anualidades. Una estrategia que el Ayuntamiento también puso en práctica con las escuelas Anxaneta y Maria Mercè Marçal.
Un nuevo caso de desviación presupuestaria
Este hecho, pero, comporta que hoy sea el consistorio mataroní el que tenga que hacer frente al litigio por el sobrecost, después de que no se detectaran en los sondeos previos de la obra los problemas en el subsol de Hace falta Collut. Se trata de un nuevo caso de desviación presupuestaria en obras públicas a la ciudad, después de la gran polémica vivida con el edificio de la Ringlera. Una obra construida durante el mismo periodo que el Montserrat Solà, en el periodo 2007-2010, y que sufrió un sobrecost de 8,2 MEUR, un 42% de su presupuesto.