Hoy, compañeros suyos de profesión y varias entidades de la ciudad le hacen un homenaje por su trayectoria como botánico y para ser el autor de un extenso estudio sobre la flora del Maresme, publicado el 1955 y todavía no superado. Qué siendo en estos momentos?
Ahora parece que me hagan caso, porque generalmente los que nos dedicamos a estas cosas de la botánica no nos hacen mucho. Un reconocimiento previo a este fue en 1989 cuando la Caixa Laietana publicó mi tesis. Se publicó quinientas separatas de cada artículo. Esto realmente me hizo mucha ilusión, pero generalmente los libros quedan en las bibliotecas y de poco sirve el contenido de sus páginas. En cambio, de este encuentro seguro que saldrá una cosa que valga la pena.
Usted realizó como tesis doctoral entre los años 1945 y 1955 una investigación sobre todas las plantas del Maresme. Esta, después de tantos años, todavía es vigente.
Desde entonces no se ha hecho un estudio tan grande, pero después se han estudiado varias plantas por grupos. Yo levanté la liebre y los otros me siguieron. En mi tiempo tenía que ir en bicicleta por todo el Maresme, no tenía los medios de hoy en día. Pero marqué donde había cada planta y quien las quería estudiar sabía donde podía irlas a encontrar.
Cómo era entonces el Maresme?
En aquella época hay muchas vernedes. A las bocas del Tordera, en Malgrat de Mar, había verns hasta tocar del mar. Yo usaba los caminos de los carboneros para ir de un lugar al otro. Además, ellos, como que trabajaban al bosque tenían cura de las fuentes. También era muy importante la presencia de avellanos arriba de las montañas, porque estos aguantaban las tierras que se podían gastar con las lluvias. Antes las plantas guardaban la tierra porque la necesitan para vivir y aquellos que vivían de la montaña conservaban el bosque. Ahora sólo nos quedan dos reservas naturales: Corredor y el Montnegre.
Cree que no hemos sabido valorar bastante el patrimonio natural del Maresme?
Se han hecho muchas urbanizaciones sin tener en cuenta el agua que puede dar la montaña. Resulta una barbaridad subir agua a una montaña cuando estas se podrían hacer abajo. Estamos haciendo una valoración mala de la natura. Porque, precisamente, la finalidad de los bosques, reteniendo las tierras, es proteger las zonas bajas del terreno en caso de trombas de agua.
Hoy hará una conferencia ante expertos en botánica, algunos discípulos suyos, y otros interesados con el tema. Qué mensaje los quiere dar?
Quiero recordarlos que la montaña es una defensa por los que viven al pie de la montaña y que antes había gente que vivía de la montaña y por eso tenían cura. En cambio, aquel que hoy hace una casa de cualquier manera no tiene cura de la montaña, sino que se aprovecha. La cosa más importante de la ecología es saber que todo funciona por el sistema de la gravedad, todo va hacia abajo. La gente tendría que pensar en la función del paisaje. El paisaje tiene una vida y una manera de comportarse.
Usted se abrió camino en el mundo de la investigación a partir de los años cincuenta, pero bien pronto tuvo que marchar a Madrid y después en Inglaterra.
Sí, hemos dijeron que si quería investigar en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas tenía que ir a Madrid. Antes el tierra lo estudiaban los químicos y no veían que en el suelo hay una vida que es importantísima. Las plantas producen, los animales consumen y conjuntamente forman el paisaje. Todo vive armónicamente!
Varias entidades ecológicas de Mataró han solicitado que se lo reconozca como hijo ilustre de la ciudad. Usted ahora tiene 88 años y ya ha recibido homenajes a Helsinki, en París, en otras ciudades españolas... nadie es profeta en su tierra?
Esto es muy cierto. A menudo se enrecorden de nosotros cuando ya somos casi muertos. Me jubilé ya hace algunos años, pero ahora todavía disfruto más de mi profesión porque no tengo obligaciones administrativas. Si haces muchas cosas un golpe jubilado evitas morir de viejo. Cuando uno deja de trabajar enseguida pierde la memoria. Una persona no puede vivir sin hacer nada. Yo no busco estos reconocimientos, pero si me llegan los acepto. Hemos dejo estimar. Me gusta ver como mis discípulos me respetan. En las universidades, por ejemplo, esto no pasa: cuando te haces viejo, te echan.
Ahora parece que me hagan caso, porque generalmente los que nos dedicamos a estas cosas de la botánica no nos hacen mucho. Un reconocimiento previo a este fue en 1989 cuando la Caixa Laietana publicó mi tesis. Se publicó quinientas separatas de cada artículo. Esto realmente me hizo mucha ilusión, pero generalmente los libros quedan en las bibliotecas y de poco sirve el contenido de sus páginas. En cambio, de este encuentro seguro que saldrá una cosa que valga la pena.
Usted realizó como tesis doctoral entre los años 1945 y 1955 una investigación sobre todas las plantas del Maresme. Esta, después de tantos años, todavía es vigente.
Desde entonces no se ha hecho un estudio tan grande, pero después se han estudiado varias plantas por grupos. Yo levanté la liebre y los otros me siguieron. En mi tiempo tenía que ir en bicicleta por todo el Maresme, no tenía los medios de hoy en día. Pero marqué donde había cada planta y quien las quería estudiar sabía donde podía irlas a encontrar.
Cómo era entonces el Maresme?
En aquella época hay muchas vernedes. A las bocas del Tordera, en Malgrat de Mar, había verns hasta tocar del mar. Yo usaba los caminos de los carboneros para ir de un lugar al otro. Además, ellos, como que trabajaban al bosque tenían cura de las fuentes. También era muy importante la presencia de avellanos arriba de las montañas, porque estos aguantaban las tierras que se podían gastar con las lluvias. Antes las plantas guardaban la tierra porque la necesitan para vivir y aquellos que vivían de la montaña conservaban el bosque. Ahora sólo nos quedan dos reservas naturales: Corredor y el Montnegre.
Cree que no hemos sabido valorar bastante el patrimonio natural del Maresme?
Se han hecho muchas urbanizaciones sin tener en cuenta el agua que puede dar la montaña. Resulta una barbaridad subir agua a una montaña cuando estas se podrían hacer abajo. Estamos haciendo una valoración mala de la natura. Porque, precisamente, la finalidad de los bosques, reteniendo las tierras, es proteger las zonas bajas del terreno en caso de trombas de agua.
Hoy hará una conferencia ante expertos en botánica, algunos discípulos suyos, y otros interesados con el tema. Qué mensaje los quiere dar?
Quiero recordarlos que la montaña es una defensa por los que viven al pie de la montaña y que antes había gente que vivía de la montaña y por eso tenían cura. En cambio, aquel que hoy hace una casa de cualquier manera no tiene cura de la montaña, sino que se aprovecha. La cosa más importante de la ecología es saber que todo funciona por el sistema de la gravedad, todo va hacia abajo. La gente tendría que pensar en la función del paisaje. El paisaje tiene una vida y una manera de comportarse.
Usted se abrió camino en el mundo de la investigación a partir de los años cincuenta, pero bien pronto tuvo que marchar a Madrid y después en Inglaterra.
Sí, hemos dijeron que si quería investigar en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas tenía que ir a Madrid. Antes el tierra lo estudiaban los químicos y no veían que en el suelo hay una vida que es importantísima. Las plantas producen, los animales consumen y conjuntamente forman el paisaje. Todo vive armónicamente!
Varias entidades ecológicas de Mataró han solicitado que se lo reconozca como hijo ilustre de la ciudad. Usted ahora tiene 88 años y ya ha recibido homenajes a Helsinki, en París, en otras ciudades españolas... nadie es profeta en su tierra?
Esto es muy cierto. A menudo se enrecorden de nosotros cuando ya somos casi muertos. Me jubilé ya hace algunos años, pero ahora todavía disfruto más de mi profesión porque no tengo obligaciones administrativas. Si haces muchas cosas un golpe jubilado evitas morir de viejo. Cuando uno deja de trabajar enseguida pierde la memoria. Una persona no puede vivir sin hacer nada. Yo no busco estos reconocimientos, pero si me llegan los acepto. Hemos dejo estimar. Me gusta ver como mis discípulos me respetan. En las universidades, por ejemplo, esto no pasa: cuando te haces viejo, te echan.