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Centre Integral Valoritzacio Residus

Vern Bueno Casas

La planta de residuos de Mataró reduce los malos olores con una solución innovadora

La introducción de óxidos de hierro en el proceso de tratamiento de la materia orgánica ha reducido en un 80 % la presencia del principal causante de malos olores

La planta de tratamiento de residuos de Mataró ha reducido notablemente sus malos olores, según asegura Maresme Circular, la marca del Consorcio de Residuos del Maresme que gestiona las instalaciones. El organismo constata que se ha comenzado a aplicar con buenos resultados una solución innovadora para reducir este impacto odorífero.

En un comunicado, Maresme Circular explica que se están introduciendo óxidos de hierro naturales en los digestores del edificio de biometanización. Esto permite disminuir el ácido sulfhídrico (H2S), el mayor causante de los malos olores, de la materia orgánica en descomposición. De esta manera, según destacan desde el organismo, se ha logrado una reducción del 80% de la concentración de H2S desde que se han incorporado los óxidos de hierro, pasando de 2.000-3.000 ppm en 2022 a 400-500 ppm registradas actualmente. Además, se aplicará un sistema de desodorización en el edificio de biometanización, lo cual reducirá aún más la intensidad de los olores.

Los malos olores provenientes de la planta de tratamiento de residuos tienen su origen en las cerca de 100,000 toneladas de materia orgánica de la fracción resto del Maresme y Vallès Oriental que se tratan allí. Se realiza mediante un proceso de digestión anaerobia que las transforma en biogás, durante el cual la materia orgánica genera ácido sulfhídrico. Se trata de un gas incoloro e inflamable, que con su característico olor a huevos podridos es el principal causante de los malos olores que genera la planta y que se perciben en sus inmediaciones.

El óxido de hierro que se está aplicando es un compuesto del mineral de hierro proveniente de minas de Teruel que reacciona con el ácido sulfhídrico y lo neutraliza. Es un producto natural que no es tóxico ni corrosivo y que ayuda a aumentar la producción de biogás. El costo de la solución es de 40,000 euros correspondientes a la adquisición de un sistema de dosificación automático de los óxidos de hierro y de 75,000 euros anuales en concepto de las 160 toneladas de óxidos de hierro que se estima se necesitarán cada año.

Maresme Circular también ha puesto en marcha una prueba piloto de un sistema de desodorización en el edificio de biometanización, que consiste en un agente inhibidor de olores compuesto de esencias vegetales naturales y de síntesis. Estas dos medidas forman parte del plan de acción que Maresme Circular está implementando con la voluntad de minimizar el impacto odorífero del Centro a corto plazo y se suman a otras actuaciones llevadas a cabo como la mejora de los cierres y de los sistemas de ventilación del edificio de biometanización.