"Por Nadal cada oveja a su corral", este dicho navideño que se llama en Cataluña, indica que las fiestas de Nadal son un tiempo propicio para acercar los familiares y amigos y reencontrarlos alrededor de la mesa que hay a cada hogar y cantar los tradicionales villancicos con pesebre o sin. Este año hay "ovejas" que no podrán reencontrarse a la pleta, con los suyos, debido a una situación irracional, injusta que se los está aplicando una justicia que se venga en estas "ovejas" del que han hecho para el bien de su rebaño.
Porque no se trata de cumplir una condena, si no de sufrir una pena que presupone que son culpables para pensar de una manera determinada, que no place a quien ostenta el poder a las instituciones del estado español, que aplican una prisión preventiva a políticos inocentes "mientras no se demuestre lo contrario" con el único afán de castigar su patriotismo. Porque está claro para ellos, que en España de patriotismo sólo ni puede haber ud.
El año pasado el 21 de diciembre en las elecciones convocadas irregularmente e inconstitucional por el presidente del estado español –cuando quien tenía el poder exclusivo de hacerlo era el presidente de la Generalitat de Cataluña– es manifestó una vez más la voluntad de la mayoría del pueblo catalán a ratificar el voto soberanista. Por Nadal lo celebramos, a pesar de que pintaban bastos.
Aun así, todo el año 2018 ha sido mucho llevar y a la vez muy aleccionador, sobre la rigidez y la incapacidad de establecer una mesa de negociación que permitiera encontrar una salida política en un cuestión política, como es el derecho del pueblo catalán a autodeterminar-se. Una cuestión que desde los sucesivos gobiernos de Madrid han denominado el "problema catalán" y que viene de lejos, no es trata de una moda pasajera, es trata de un pueblo ocupado que no ha dejado de sentirse oprimido desde 1.714, y que intenta liberarse.
Como consecuencia de todo, este año por la Navidad tenemos un gobierno legítimo cesado y encarcelado, una presidenta del Parlamento también encarcelada, centenares de cargos electos imputados por la justicia española. Un Tribunal Constitucional que no responde a las demandas interpuestas por los prisioneros políticos y que ha provocado que cuatro de estos presos –en Jordi Sanchez, en Jordi Turull, en Joaquim Forn y en Josep Rull– se hayan declarado, con gran valentía, en huelga de hambre. A buen seguro que seremos muchos los catalanes que no podremos sentar a la mesa de Navidad con la serenidad y alegría que lo hacíamos los otros años.[banner-AMP_5]
Si a esta derrota añadimos el presidente y los consejeros exiliados, podemos bien decir que la Navidad catalana, este año pierde fuerza y empuja a un reclamo de libertad y de horizontes diferentes. Que el espíritu de Nadal, que desea paz a los hombres de buena voluntad, remueva las conciencias de aquellos que están haciendo posible o consintiendo tanta ignominia.[banner-AMP_6]