La empresa municipal Prohabitatge ha llegado a un acuerdo con dos empresas instaladoras de ascensores, Cruxent y Schindler, para facilitar la instalación de aparatos elevadores a las comunidades de vecinos donde sea viable. Estas dos empresas se encargarán de contactar con estas comunidades -se empezará por Rocafonda y Cerdanyola- para informarlas sobre las ayudas para la instalación de ascensores. Prohabitatge facilitará la información de estos inmuebles donde los estudios de viabilidad demuestran que es posible ubicar estos emparejas. El presidente de Prohabitatge, Francesc Teixidó, y los responsables de las dos empresas, han firmado este martes, día 16, los convenios que harán posible la colaboración, y que se enmarca en una de las líneas de actuación del Plano Local de la Vivienda. En este sentido, este convenio se suma al firmado la semana pasada con el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos para realizar un estudio a los inmuebles de Cerdanyola para detectar en qué edificios se podría ubicar ascensores. El año 2003 se realizó un estudio de viabilidad similar al barrio de Rocafonda.