Mi trabajo me obliga a hacer desplazamientos cortos. Mientras se produce el debate de la prostitución en Mataró, voy cogiendo la magnitud del problema.
Miércoles, a las cuatro de la tarde: vuelvo de una comida de trabajo por la N-II, y de Riudellots de la Selva en Tordera, en un tramo de 25 kilómetros seis prostitutas ofrecen sin ningún mal olor sus servicios a pie de carretera. Tres a cada banda de la vía.
Jueves por la mañana: me entero por un medio digital que con toda probabilidad, el prostíbulo de Cabrera de Mar se volverá a abrir. Unos días antes también leo que el alcalde de la Jonquera ha tirado la toalla harto de luchar va.
El viernes anterior: a las ocho y media del anochecer, voy a buscar mi hija en el pabellón del Plan de en Boet. Al tramo de Méndez Núñez entre Balançó y Boter e Ictíneo veo el proxeneta cómo acaba de colocar la mercancía: dos prostitutas jóvenes.
A la altura de la Meroil, todos vemos cada día el producto expuesto. Detrás de la rotonda próxima al gran centro de venta de vehículos de la N-II en dirección Cabrera, siempre hay dos o tres más. A la rotonda entre Caldes y Arenys de Mar también.
Hablo con gente muy informada al respeto, y me comentan que en Mataró hay como mínimo de 20 a 25 pisos o casas donde se ejerce la prostitución. De cinco a diez meuques por habitáculo. No hay que hablar de los locales legalmente establecidos, que son tres. Ahora se ha parado la aparición en Mataró de uno o dos supermercados del sexo, dicen macroprostíbuls. El comercio sexual va a la alza desde hace tiempo en nuestro territorio inmediato.
Quién se dedica al oficio? Aparentemente mujeres, jóvenes y de mediana edad, por el que se ve en un alto porcentaje extranjeras, pero también algunas autóctonas presionadas por la hipoteca y por el paro propio, del marido o de los dos. Básicamente gente con problemas familiares, sociales, legales, económicos, o vitales y también a menudo de entrecuix, que de todo hay a la viña del señor.
Los tres espacios donde básicamente se ejerce la prostitución tienen parámetros legales muy diferenciados. A la vía pública, a pesar de las apariencias, es difícil demostrar la actividad si no se pilla en el momento oportuno. A quien se castiga, al oferente o al demandante, o a ambos ejecutantes?. De hecho la prostitución no está penada. O se hace por escándalo a la vía pública?. A los pisos y casas, todo ello está enmarcado en un contrato privado de alquiler que permite ejercerla en habitaciones rellogades al efecto. Finalmente, en los espacios legales, reglados con buen criterio por el Decreto 217/2002 que regula los locales donde se ejerce, y la Orden 335/2003 que establece el ordenanza municipal tipo por los locales, en caso de que los Ayuntamientos no reglamenten el tema.
Si se tiene que hacer este debate, que soy partidario, se tiene que plantear seriamente y de una vez por todas, de forma que no se cree más alarma social. Hay que estudiar la manera legal de prohibir la prostitución en la calle o la oferta de servicios sexuales a la vía pública. Se tiene que reglamentar de una vez el ejercicio de esta actividad en pisos y casas privadas, entre otros cosas porque causa un gran perjuicio a los vecinos de los inmuebles donde se practica. Y finalmente, hay que mejorar y clarificar las normas que regulan esta actividad en establecimientos de pública concurrencia, sin hacer caballo de batalla electoral, porque al final todo el mundo tomará mal, y esto sólo irá en detrimento de la credibilidad de la clase política en general, que ya está pozo malograda.
En cuanto a Mataró, estoy de acuerdo en que la dimensión de los supermercados del sexo planteados ha sido el problema, porque de hecho ya se habían concedido licencias de actividad de este tipo en locales mucho más pequeños, y no había pasado rezo. La diferencia rae en si se concede la actividad en un local tipo bar musical con anejas o si se concede en una gran sala de fiestas con espectáculos y anejas, casi bien un hotel del sexo, tal como se planteaba. Hay que decir también, que la relajación en el control de estos temas no es de recibo, por que al ser materia caliente, los perjuicios a nivel de ciudad pueden ser importantes, como se ha demostrado. El control social en Democracia no puede ser ejercido únicamente por la administración actuando y por el funcionario de turno, y al parecer aquí ha fallado todo el mundo. Es evidente que nuestros políticos, todos, desconocían la normativa. Ahora, lo más fácil se montar un pollo a nivel político. El debate pide más sosiego y seriedad.
Mataró, se puede permitir estos grandes espacios de comercio sexual ?. La respuesta es obvia: no. La nueva identidad de ciudad que estamos intentando conformar entre todos, no se puede permitir un comercio, un visitisme o un turismo sexual de estas dimensiones. La gente no tiene que venir a Mataró por su oferta en materia de sexo, sino por aquellos valores culturales, patrimoniales, ambientales... que sepamos proyectar de ahora en adelante. La imagen que generamos a partir de nuestra identidad no puede incluir elementos contrarios en los intereses económicos y sociales de nuestra ciudad.
Miércoles, a las cuatro de la tarde: vuelvo de una comida de trabajo por la N-II, y de Riudellots de la Selva en Tordera, en un tramo de 25 kilómetros seis prostitutas ofrecen sin ningún mal olor sus servicios a pie de carretera. Tres a cada banda de la vía.
Jueves por la mañana: me entero por un medio digital que con toda probabilidad, el prostíbulo de Cabrera de Mar se volverá a abrir. Unos días antes también leo que el alcalde de la Jonquera ha tirado la toalla harto de luchar va.
El viernes anterior: a las ocho y media del anochecer, voy a buscar mi hija en el pabellón del Plan de en Boet. Al tramo de Méndez Núñez entre Balançó y Boter e Ictíneo veo el proxeneta cómo acaba de colocar la mercancía: dos prostitutas jóvenes.
A la altura de la Meroil, todos vemos cada día el producto expuesto. Detrás de la rotonda próxima al gran centro de venta de vehículos de la N-II en dirección Cabrera, siempre hay dos o tres más. A la rotonda entre Caldes y Arenys de Mar también.
Hablo con gente muy informada al respeto, y me comentan que en Mataró hay como mínimo de 20 a 25 pisos o casas donde se ejerce la prostitución. De cinco a diez meuques por habitáculo. No hay que hablar de los locales legalmente establecidos, que son tres. Ahora se ha parado la aparición en Mataró de uno o dos supermercados del sexo, dicen macroprostíbuls. El comercio sexual va a la alza desde hace tiempo en nuestro territorio inmediato.
Quién se dedica al oficio? Aparentemente mujeres, jóvenes y de mediana edad, por el que se ve en un alto porcentaje extranjeras, pero también algunas autóctonas presionadas por la hipoteca y por el paro propio, del marido o de los dos. Básicamente gente con problemas familiares, sociales, legales, económicos, o vitales y también a menudo de entrecuix, que de todo hay a la viña del señor.
Los tres espacios donde básicamente se ejerce la prostitución tienen parámetros legales muy diferenciados. A la vía pública, a pesar de las apariencias, es difícil demostrar la actividad si no se pilla en el momento oportuno. A quien se castiga, al oferente o al demandante, o a ambos ejecutantes?. De hecho la prostitución no está penada. O se hace por escándalo a la vía pública?. A los pisos y casas, todo ello está enmarcado en un contrato privado de alquiler que permite ejercerla en habitaciones rellogades al efecto. Finalmente, en los espacios legales, reglados con buen criterio por el Decreto 217/2002 que regula los locales donde se ejerce, y la Orden 335/2003 que establece el ordenanza municipal tipo por los locales, en caso de que los Ayuntamientos no reglamenten el tema.
Si se tiene que hacer este debate, que soy partidario, se tiene que plantear seriamente y de una vez por todas, de forma que no se cree más alarma social. Hay que estudiar la manera legal de prohibir la prostitución en la calle o la oferta de servicios sexuales a la vía pública. Se tiene que reglamentar de una vez el ejercicio de esta actividad en pisos y casas privadas, entre otros cosas porque causa un gran perjuicio a los vecinos de los inmuebles donde se practica. Y finalmente, hay que mejorar y clarificar las normas que regulan esta actividad en establecimientos de pública concurrencia, sin hacer caballo de batalla electoral, porque al final todo el mundo tomará mal, y esto sólo irá en detrimento de la credibilidad de la clase política en general, que ya está pozo malograda.
En cuanto a Mataró, estoy de acuerdo en que la dimensión de los supermercados del sexo planteados ha sido el problema, porque de hecho ya se habían concedido licencias de actividad de este tipo en locales mucho más pequeños, y no había pasado rezo. La diferencia rae en si se concede la actividad en un local tipo bar musical con anejas o si se concede en una gran sala de fiestas con espectáculos y anejas, casi bien un hotel del sexo, tal como se planteaba. Hay que decir también, que la relajación en el control de estos temas no es de recibo, por que al ser materia caliente, los perjuicios a nivel de ciudad pueden ser importantes, como se ha demostrado. El control social en Democracia no puede ser ejercido únicamente por la administración actuando y por el funcionario de turno, y al parecer aquí ha fallado todo el mundo. Es evidente que nuestros políticos, todos, desconocían la normativa. Ahora, lo más fácil se montar un pollo a nivel político. El debate pide más sosiego y seriedad.
Mataró, se puede permitir estos grandes espacios de comercio sexual ?. La respuesta es obvia: no. La nueva identidad de ciudad que estamos intentando conformar entre todos, no se puede permitir un comercio, un visitisme o un turismo sexual de estas dimensiones. La gente no tiene que venir a Mataró por su oferta en materia de sexo, sino por aquellos valores culturales, patrimoniales, ambientales... que sepamos proyectar de ahora en adelante. La imagen que generamos a partir de nuestra identidad no puede incluir elementos contrarios en los intereses económicos y sociales de nuestra ciudad.