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Josep Puig-Pla

Ramon Llull y Llull de Llavaneres

"Ramon Llull escribió un libro maravilloso acertadamente titulado "Fèlix de las Maravillas" y yo siempre he creído que era un caso de memoria heredada, porque el padre del polígraf mallorquín era vocacionalmente de Llavaneres, o al menos había adquirido un gran alodio que iba desde el vecindario de Mata al mar".

Estas palabras las escribía Esteve Albert en el prólogo en "Mataró, suave y áspero", libro temprano del amigo Manuel Cuyàs, editado por la revista El Maresme el 1982. añadía: "En papeles viejos de Llavaneres que son (y publicados lo serien por todo el mundo) otros tantos motivos de meravellament, se habla a menudo de la casa de Llull".

El recuerdo de hechos relacionados con Ramon Llull son oportunos en el año se qué conmemoran el 700 aniversario de su muerte. El gran filósofo, teólogo, místico, mallorquín de nacimiento y universal de vocación, procedía por familia de aquí al lado. Llull fue creador de un sistema propio y originalíssim de predicar y de "combatir" o convencer dialécticamente los seguidores de las otras religiones monoteístas del arco mediterráneo. Fue un pensador avanzado a su tiempo y llegó a escribir en catalán, latín, árabe y provenzal.

Los orígenes llavanerencs nos los confirma Pere Villalba en su reciente libro "Ramon Llull esencial. Retrato de un padre de Europa" (Libros de Vanguardia). explica que las noticias más remotas de Llull están en Sant Andreu de Llavaneres con ramificaciones en Mataró y el actual Sant Vicenç de Montalt. Un Pere Amat/Llull y el padre de Ramon, del mismo nombre, se establecieron en Barcelona, con negocios y propiedades en Vilanova de la Mar (tocando al Borne), la Verneda, el Hoyo, San Pedro de las Puel·les y hasta Santa Coloma de Gramenet. Cerca del Borne había "el plan de en Llull", que quizás tiene relación.

La familia de Llull tuvo un papel muy notable a la vida catalana de su época. Colaboró en la conquista de Mallorca por Jaume I (1229), donde obtuvieron tierras y cargos, y algunos de sus miembros fueron autoridades políticas y eclesiásticas, entre los cuales un consejero de Barcelona y un canónigo.

Esteve Albert también se dolía en su escrito que habían cubierto la Fuente de en Llull, al hacer la carretera que desde Llavaneres se ensarta hacia la carena. No sé en qué condiciones está ahora, pero quizás no sabía que el apellido es bien vive todavía en el pueblo porque el gigante que pasean trae el nombre de Jaume Llull.