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Silvia Ruiz

Retrato Escrito: Francina Bigorra, una vida de cara al público

Nueva sección que podréis encontrar en el nuevo Renacuajo con perfiles sobre mataronins y mataronines destacados de la ciudad

Francina Bigorra es una cara conocida para muchos mataronins. Su cotilleria 'Fransi' es uno de los comercios más emblemáticos de la ciudad, que este año celebra su 50 aniversario. Siempre trabajando de cara en el público, Bigorra estima el que hace y disfruta de su oficio, a pesar de que de joven quería dedicarse a la contabilidad. El negocio de cotillaire le viene de familia, empezando por su abuela.
 
Su cotilleria 'Fransi' abrió la primera tienda en 1965, al camino real. Una tienda pequeña que se fue agrandando y que ha cambiado de local varios golpes hasta llegar al Torrente, donde se encuentra hoy. "Ha llegado un punto que he pensado que o me retiraba o cambiaba el chip, y así lo he hecho, me he reciclado en el producto personalizado hecho a medida", explica Bigorra, que también es ninguno de actividades de la Unión de Tenderos. Toda una vida vendiendo en Mataró que le ha permitido conocer a la perfección el comercio de la ciudad y su evolución: "Hubo una época donde todo el mundo trabajaba y todo el mundo podía comprar, ahora el poder adquisitivo  no es el que era y todo ha cambiado mucho". 

Nueva etapa al Torrente. Cómo es?
He vuelto a los orígenes del que empezó mi madre. Estoy haciendo a medida, es decir, piezas personalizadas a cada necesidad de cada clienta. Cotillaires ya no hay, es un oficio muy antiguo que se está perdiendo. 
 
Cómo ha cambiado la moda?
Hay mucho regreso a las piezas de antes. Se han vuelto a ver las fajas altas para disimular el cuerpo y el tanga ha ido disminuyendo en favor del culote. Muchas veces los cambios de moda no son bastante prácticos, tienen que volver a los patrones de antes. 
 
Qué ha sido la evolución del modelo comercial en Mataró? 
Quizás no es un cambio a peor, pero nos hemos masificado. Hay muchas tiendas de las antiguas que todavía estamos, aquellas tiendas de siempre, con producto de calidad y que vale la pena valorarlas. Pero, por otro lado, se han ido abriendo muchas tiendas low coste. Ahora la gente que puede venir a comprar un producto bueno le cuesta más encontrarlo porque hay menos variedad. 
 
Qué le falta al comercio mataroní?
Hacen falta más aparcamientos gratuitos, algo más de iluminación y mucha limpieza. En general, hace falta cuidar Mataró. Esto no es sólo por parte del Ayuntamiento, sino que se trata de cuidar la ciudad también por parte de los tenderos, que los escaparates luzcan y cuiden su imagen. El problema es que no hay dinero. 
 
Y la competencia de las grandes superficies como afecta?
La Roca Village o Mataró Parco tienen un público y un estilo de tiendas muy diferente. Hay quién disfruta yendo a tiendas donde te sirves tú solo, pero otros necesitan una ayuda, un consejo y una atención. Estos se sienten más cómodas al comercio del Centro. 

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