El Departamento de Salud ha actualizado la guía sobre los principales antídotos de que los hospitales tienen que disponer para "responder de manera rápida y coordinada a las emergencias toxicològiques", según un comunicado. La lista de antídotos, que actualiza la última del 1988, incluye 34 fármacos con recomendaciones sobre posologia, vías de administración, consejos de disponibilidad y observaciones sobre precauciones, contraindicaciones y reacciones adversas. Lo han elaborado médicos y farmacéuticos de Grupo de Antídotos de la Sociedad Catalana de Farmacia Clínica y de la Dirección general de Ordenación Profesional y Regulación Sanitaria del Departamento de Salud. En Cataluña se registran 10.000 intoxicaciones al año y en un 10% se necesita un antídoto. Ahora bien, no hay una legislación específica sobre los antídotos de que hay que disponer, ni sobre la cantidad y el lugar donde se tienen que ubicar.
En Cataluña, los servicios de farmacia de los hospitales son los encargados de adquirir, conservar y dispensar los antídotos, pero no hay una legislación específica sobre los antídotos de que hay que disponer ni sobre la cantidad y el lugar donde se tienen que ubicar. En consecuencia, la Guía pretende ser una "herramienta útil" para establecer cuáles son los antídotos que hay que tener al alcance y las cantidades necesarias para tratar uno o más pacientes. Previamente a la elaboración de esta publicación, el Departamento de Salud realizó en 2015 un estudio a los centros hospitalarios públicos y privados que atienen urgencias toxicològiques para conocer qué antídotos estaban disponibles y en qué cantidad.
Actualmente hay unos 50 antídotos y otras 150 sustancias que se pueden utilizar para el tratamiento de las intoxicaciones. Los más utilizados son el flumazenil (antídoto de las benzodiazepines), la naloxona (antídoto de la heroína, la metadona y otras opiacis) y la N-acetilcisteïna (antídoto del paracetamol).