Te proponemos una salida muy completa, que combina natura, paisaje, historia y patrimonio arquitectónico. Desde el Paradero de Sau, en la comarca de Osona, nos acercaremos hasta el Monasterio de Sant Pere de Casserres, una de las joyas del románico catalán que se levanta muy cerca del pantano de Sau, a la punta de un meandro del río Ter, punto que marca el fin de la llanura de Vic y el principio de las Guilleries. Se trata de una paseada junto al río, corta y fuerza planera, ideal para hacer con toda la familia. En total andaremos tres horas, contando la ida y el retorno. Si queremos, un golpe llegamos al monasterio, lo podemos visitar por dentro y llenar la barriga o tomar un refresco a su restaurante.
El camino hacia Sant Pere de Casserres empieza al Paradero de Sau, alojamiento de lujo con vistas directas a este bello paraje osonenc, que permite disfrutar del moratón del Ter y del verde de los bosques de las Guilleries. Cogeremos un sender señalizado con marcas de color amarillo y moratón y con indicaciones claras escritas sobre las rocas que nos guían ninguno el monasterio.
Mientras vamos subiendo suavemente disfrutamos de las vistas del pantano de Sau a nuestros pies mientras los robles nos protegen del solo. Seguimos todo el rato el recorrido del río Ter, haciendo varias subidas y bajadas suaves, un recorrido que en este tramo serpenteja caprichosamente entre los bosques y forma el meandro pronunciado donde encontramos el monasterio.
Justo antes de llegar a Casserres encontramos los escombros del castillo de los Moros. A partir de aquí el camino se hace más estrecho y se adentra en un pequeño bosque, antes de la última subida que nos trae hasta una clariana situada ante las puertas del monasterio. Ahora tenemos la opción de quedarnos a hacer un picnic en este lugar o bien comprar entradas para visitar el interior de Sant Pere de Casserres y conocer bien la historia del monasterio.
El camino hacia Sant Pere de Casserres empieza al Paradero de Sau, alojamiento de lujo con vistas directas a este bello paraje osonenc, que permite disfrutar del moratón del Ter y del verde de los bosques de las Guilleries. Cogeremos un sender señalizado con marcas de color amarillo y moratón y con indicaciones claras escritas sobre las rocas que nos guían ninguno el monasterio.
Mientras vamos subiendo suavemente disfrutamos de las vistas del pantano de Sau a nuestros pies mientras los robles nos protegen del solo. Seguimos todo el rato el recorrido del río Ter, haciendo varias subidas y bajadas suaves, un recorrido que en este tramo serpenteja caprichosamente entre los bosques y forma el meandro pronunciado donde encontramos el monasterio.
Justo antes de llegar a Casserres encontramos los escombros del castillo de los Moros. A partir de aquí el camino se hace más estrecho y se adentra en un pequeño bosque, antes de la última subida que nos trae hasta una clariana situada ante las puertas del monasterio. Ahora tenemos la opción de quedarnos a hacer un picnic en este lugar o bien comprar entradas para visitar el interior de Sant Pere de Casserres y conocer bien la historia del monasterio.