Cuando se acaban Les Santes, en Mataró el año va cuesta abajo. Entre los que se van de vacaciones y que agosto sigue siendo -de lejos- el mes con los biorritmos más bajos del año, quedan dos días de julio y, una vez pasa la página del calendario, el recuerdo de la Fiesta Mayor parece mucho más lejano.
Por vocación o por posibilismo, se asocia más el final de unas Santes con la cuenta atrás de las siguientes, y después, si se hacen balances, estos quedan bastante desapercibidos. Pero hacer una valoración de Les Santes también puede servir para ordenar un poco la cosecha y ver qué ha funcionado mejor y qué no. En mentalidad de notas de la EGB, qué ha progresado adecuadamente y qué necesita mejorar.
Repasando Les Santes de inicio a fin, pues, podemos extraer 10 notas en positivo y 10 en negativo.
10 NOTAS POSITIVAS DE LES SANTES 2025
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La Llar Cabanelles: ya se anticipaba como el gran atractivo y así ha sido. Esta finca, propiedad ahora de Càritas y pendiente del proyecto que la debe convertir en un equipamiento asistencial de gran capacidad, ha acogido un espacio triple muy bien acondicionado y recibido. El Espai Familiar es un tesoro propio de Les Santes que hay que empezar a considerar tan imprescindible como algún acto o elemento genuino e histórico. Cómo se habilitó el espacio, cómodo y agradable, y también la programación tanto familiar como de concierto ‘delicatessen arriba’ es muy destacable. Un acierto total que sería incomprensible que no tuviera continuidad.
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L’hora del pati: aparecía tímidamente en el programa de actos de Les Santes como lo que es, un ejemplo de programación modesta en un espacio con la teluria y la poca capacidad que tiene La Presó, pero insertar el ciclo del Mataró Art Contemporani en la Fiesta Mayor ha permitido dotar la oferta de un nivel, de nuevas líneas creativas o de talleres para niños muy bien recibidos. ¡Un hallazgo!
- Potencia del Portal: con el calendario bifurcando más que nunca las partes de programación de Les Santes, el primer fin de semana -que concentra los actos propios del Portal- fue un anticipo muy redondo que demostró que puede haber mucho ambiente de Fiesta Mayor sin necesidad de que sea desde el día de Santa Cristina en adelante. En este contexto, la triple apuesta de los castells -con éxito primero y susto después de los Capgrossos-, de las Dissantes -siempre poderosas- y de l’Encesa con el nuevo Basilisc de guinda fue exitosa y muestra que hay fiesta que sembrar en la parte ‘anterior’ de las fechas.
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Muchísima gente: han sido unas Santes muy multitudinarias y con poquísima incidencia problemática. Esto quiere decir, en esencia, que quizás las ha disfrutado más gente que nunca, objetivo que justifica la alta inversión y la consideración de gran política cultural pública de la ciudad que tiene la Fiesta Mayor. Ver las calles tan llenas, incluso con la gente aguantando bajo la lluvia, demuestra que el arraigo y el cariño compartido hacia la fiesta no dejan de crecer.
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No n’hi ha prou televisado: la apuesta televisiva por retransmitir y difundir Les Santes ha ido más allá del despliegue habitual y continuado de la televisión local. Esta vez se ha sumado primero la Xarxa haciendo la jornada castellera y después -y sobre todo- Televisió de Catalunya propiciando una retransmisión del No n’hi ha prou! que hizo brillar aún más el acto. Más gente que nunca conoce ahora la locura de los mataronins de madrugada la penúltima noche de la Fiesta Mayor.
Lluvia antes del No n’hi ha prou. Foto: Lluís Rugama -
Resiliencia con la lluvia: la lluvia ha molestado durante buena parte de los días centrales de Les Santes, amenazando sobre todo el 25 de julio y también el 28. No se puede considerar una novedad, ya que hace algunos años que sucede, pero este año ha sido notable la resiliencia con la lluvia y la determinación por parte del Ayuntamiento y todos los actores de seguir adelante con la programación. La gestión del 25 de julio, retrasando la Crida pero haciéndola y con un plan definido sobre cómo actuar, merece un reconocimiento, del mismo modo que mantener el No n’hi ha prou! aunque veinte minutos antes de su inicio puntual llovía con fuerza.
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La Juliana: no hay ningún parámetro válido más allá de la propia memoria comparada que valga, pero podría ser muy factible que la Juliana servida este año en el Ball de Requisits sea de las mejores de todas. Que se agotara la bebida de Les Santes a media hora de acabar el acto se explica porque la eficiencia de la barra y sobre todo el buen producto -ya lo explicamos- hicieron que repetir fuera casi obligatorio. Muy buen trabajo de quienes la preparan: quizás la lluvia eran lágrimas de quienes se quedaron sin.
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El Parc Nou como ‘Santòdrom’: Que Les Santes tienen actos de una envergadura que no caben en ningún sitio más que en el Espai Firal es lógico y que estos brillaron cuando se llenaba la explanada, bien equipada con hasta cuatro barras y también preparada a nivel de seguridad, también. O dicho de otra manera, el retorno de la Ruixada -que fue todo un éxito- o Mushka, junto con las Dissantes, justificaban por sí solos el montaje de aquel auténtico ‘Santòdrom’.
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Sin calor extrema: Les Santes han sido benignas a nivel de temperatura, que, si era la contrapartida por el sufrimiento de la lluvia, casi podemos dar por buena. Sin el calor típico de la tradición canicular de la Fiesta Mayor, todo ha sido mucho más agradable. Espacios sin sombra no han expuesto tanto al personal y se ha vivido mejor gracias a la menor bochorno. Quizás sean recordadas como ‘Les Santes en que se estaba mejor’.
- El concierto del Botifarra con la Agrupació Musical del Maresme: fue a última hora, la noche del 29 de julio, pero el regreso de Pep Gimeno Botifarra al concierto de clausura de Santes de la Banda fue sencillamente sensacional. De entrada, una extensión de sillas como pocas veces se ha visto se llenaron todas, con gente de pie. El espacio en lo alto de la finca de la Llar Cabanelles resultó ideal para disfrutar de un hombre que hace reír cuando habla y emociona cuando canta, junto a una Banda superlativa, en la mejor de sus versiones. Felicidades.
10 NOTAS NEGATIVAS DE LES SANTES 2025
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Incidentes 27: el desalojo del Espai Firal del Parc Central minutos después de terminar el Ball de Festa Major por parte de la policía no fue su mejor estrategia en un día en que es tradición esperar las Matinades. Que la reacción de algunas personas no fuera oportuna tampoco ayudó. Pero lo flagrante es que una noche sin incidentes en el marco de unas Santes plácidas termine con detenidos, heridos, identificados y una indignación latente que ha enturbiado el resto de la celebración. Con un poco de inteligencia se habría evitado un episodio feo que mancha estas Santes.
- Impuntualidad en Ofici: el Cardenal Omella lo tuvo claro y empezó la Misa de Les Santes sin esperar la llegada de las autoridades que, como la Anada a Ofici, llegaban tarde. Desde hace un tiempo, hay actos que empiezan endémicamente tarde cuando —sobre todo en casos como la Anada a Ofici— el propio nombre ya define de qué se trata y cuál es el acto principal que debería empezar puntual. Las mismas Santes que clavan la media hora de los dos Desvetllaments deberían ser capaces de estar en Santa Maria a tiempo. [banner-AMP_5]
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Espetec Final: la última noche de Les Santes, la del 29, tiene todo un ritual que quedó deslucido. Es una lucha contra el tiempo que no lleva a ninguna parte, de la Tronada a la Albada, pasando por un Espetec Final que, entre el recinto inmenso del Parc Nou, la segunda línea de programación de Marrinxa —que ya ha dicho que fue un éxito pero quiere volver al 28— y el nivel bajísimo de las dos orquestas, propició una escena lamentable con todo un baile, con infraestructura de concierto gigante, para pocas decenas de personas. Más camareros que bailarines. Hay que volver a vestir bien el 29.
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Incongruencia pirotécnica: la Pirotecnia Tomás vuelve a salir de Les Santes como triunfadora por los grandes Focs y también la Tronada. Pero el acto más importante de la fiesta —porque es el más seguido de todos— ya vio cómo de los dos Focs que el Ayuntamiento quiere mantener sí o sí deslocalizados a otros barrios se les recortaba más de cinco minutos. La razón: el presupuesto. Es incongruente querer recortar pirotecnia y mantener un doble sucedáneo del espectáculo principal y genuino por el que se sigue apostando como si fuera único, con líneas de bus incluidas. La multitud en la playa y el paseo el 27 y en el Parc Nou el 29 habla por sí sola: la gente quiere fuego.
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Incivismo: a pesar del importante dispositivo de protección de la acera marítima del Camí de la Geganta, el incivismo flagrante de demasiada gente se ha vuelto a cobrar como víctimas a los vecinos cercanos al Parc Central Nou. Micciones y deposiciones, gritos, botellón y otras escenas se han repetido dejando rastro quizás no justo frente al parque, pero sí en muchas calles donde las molestias y olores han sido sensiblemente insoportables.
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Baix a marc descafeinado: la programación en baix a mar posterior a los Focs es una buena idea necesaria, para intentar retener al público y también para mostrar artes de calle que hacía tiempo que no se veían. Pero fue tan desangelada y descuidada que estremecía. Una charanga en penumbra, comparsas de tres zancudos y todo en la inmensidad de un Passeig Marítim con poco ambiente. Conviene replantearlo.
- El ritmo de l’Escapada: l’Escapada a Negra Nit terminó este año casi una hora más tarde de lo previsto. Fallaron los montajes y techos pirotécnicos y eso retrasó un correfoc que, progresivamente, parece haber olvidado el verbo que le da su nombre compuesto. Convendría reflexionar porque precisamente el ritmo y la intensidad eran durante años dos de los componentes que hacían único este acto. [banner-AMP_6]
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Todo en el Parc Nou: la apuesta por centrarlo todo en el Parc Nou, por más que sea el centro neurálgico de la ciudad, es normal que resulte perturbadora para el vecindario pero además amontona en el mismo espacio actos con la asistencia de Mushka —una multitud espectacular— con otros que en otro lugar brillarían y que en esa inmensidad perdían impacto, nivel y sentido. Se entiende la concentración de infraestructuras, pero fiarlo todo a un espacio tan grande condena parte de la programación.
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Politización: siendo un espacio legítimo para la protesta y la tensión política y partidista, la gestión de los incidentes del día 27 y también la de meses previos de Les Santes en determinados ámbitos rebajan un patrimonio de ciudad como es la Festa Major al fango de los reproches políticos. Les Santes pierden cuando se convierten en arma arrojadiza de unos contra otros y ganan cuando se conjugan en primera persona del plural.
- Número de camisetas: la camiseta luminiscente del cartel de Ana García Pérez ha sido todo un éxito de ventas y se ha visto por todas partes, con protagonismo para el rótulo que se ha convertido en más imagen que la propia obra completa. Precisamente por eso sigue siendo flagrantemente insuficiente el número de camisetas que se producen y se agotan, y sería necesario pensar cómo hacer que la prenda que más gente quiere tener y lucir pueda llegar a un porcentaje mayor de población. [banner-AMP_7]
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