El agua y las gargantas protagonizan esta excursión por uno de los lugares más bellos de la Garrotxa: el valle de Santo Aniol. Todo el camino transcurre resiguiendo la riera con este nombre, el curso de la cual nos trae de la pequeña aldea de Sadernes hasta la ermita de Santo Aniol de Aguja y el espectacular Salto del Requesón. La mejor época para hacer esta excursión es en verano puesto que, de vez en cuando, puedes hacer una parada y aprovechar para bañarte en las refrescantes aguas del río.
Para llegar hasta Sadernes, hay que coger la carretera N-260, de Girona en Olot, y llegar hasta Montagut de Fluvià, donde encontramos un desvío a la izquierda que nos trae hasta el camping Sadernes. Aquí dejaremos el coche y empezaremos a andar. Hay que tener en cuenta que el último tramo de este camino no es asfaltado.
La pista baja primero por el margen izquierda de la riera y enseguida continúa por la otra banda, donde entramos al Paso de en Roca, un estrecho natural puerta de entrada al valle de Santo Aniol. Media hora después de haber salir de Sadernes llegamos al Puente de en Valentí, pero no lo cruzaremos, sino que lo dejaremos a nuestra izquierda y seguiremos andando bajando ninguno el río.
Más o menos en mitad de la excursión encontramos el gorg de Gomarell, donde se puede descansar un rato. A partir de aquí el camino se estrecha y las gargantas y cascadas se van codeando con el curso del río, formando pequeños estanques donde muchos excursionistas se bañan y los forofos al barranquisme despliegan sus cuerdas y arnesos.
Después de andar media hora, llegamos a la Garganta Cintró, donde se atraviesa la riera. Ya falta poco para llegar a la ermita de Santo Aniol pero en este último tramo hay que estar atento puesto que hay varios caminos y, sin darnos cuenta, nos podemos despistar y coger la dirección equivocada. Por eso hay que ir mirando que vamos siempre paralelos a la riera. Un prado nos avisa que el santuario de Santo Aniol de Aguja es bien cerca. Llegados aquí, no se puede volver atrás sin seguir algo más adelante y llegar hasta el Salto del Requesón.
Para llegar hasta Sadernes, hay que coger la carretera N-260, de Girona en Olot, y llegar hasta Montagut de Fluvià, donde encontramos un desvío a la izquierda que nos trae hasta el camping Sadernes. Aquí dejaremos el coche y empezaremos a andar. Hay que tener en cuenta que el último tramo de este camino no es asfaltado.
La pista baja primero por el margen izquierda de la riera y enseguida continúa por la otra banda, donde entramos al Paso de en Roca, un estrecho natural puerta de entrada al valle de Santo Aniol. Media hora después de haber salir de Sadernes llegamos al Puente de en Valentí, pero no lo cruzaremos, sino que lo dejaremos a nuestra izquierda y seguiremos andando bajando ninguno el río.
Más o menos en mitad de la excursión encontramos el gorg de Gomarell, donde se puede descansar un rato. A partir de aquí el camino se estrecha y las gargantas y cascadas se van codeando con el curso del río, formando pequeños estanques donde muchos excursionistas se bañan y los forofos al barranquisme despliegan sus cuerdas y arnesos.
Después de andar media hora, llegamos a la Garganta Cintró, donde se atraviesa la riera. Ya falta poco para llegar a la ermita de Santo Aniol pero en este último tramo hay que estar atento puesto que hay varios caminos y, sin darnos cuenta, nos podemos despistar y coger la dirección equivocada. Por eso hay que ir mirando que vamos siempre paralelos a la riera. Un prado nos avisa que el santuario de Santo Aniol de Aguja es bien cerca. Llegados aquí, no se puede volver atrás sin seguir algo más adelante y llegar hasta el Salto del Requesón.