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Se restauran dos torres de defensa del siglo XVI

Las obras de Can Palacete, a Cerdanyola, y de Onofre Arnau, al vecindario de Mata, empezarán este mes de septiembre

Desde hace bastante tiempo, dos torres de defensa del siglo XVI, se están degradando a pasos agegantats debido a la acción del viento y de la lluvia. Son Can Palacete, situada en el barrio de Cerdanyola, cerca de las nuevas instalaciones del Sorrall, y la torre de Onofre Arnau, al vecindario de Mata. Los últimos días se ha hecho público las medidas para poner remedio: mientras que los propietarios de la torre Onofre Arnau han firmado un convenio con el Ayuntamiento para restaurarla, la empresa municipal Pumsa ha comprado los terrenos donde hay la masía de Can Palacete para hacer las obras.

El Ayuntamiento de Mataró ya ha firmado un convenio con los propietarios de la torre Onofre Arnau, situada al vecindario de Mata, y datada a finales del siglo XV o principios del XVI, para empezar las obras de consolidación. La construcción, que debía de formar parte y era el elemento defensivo de una masía de la cual hoy sólo restan unas cuántas paredes, tiene la consideración de bien cultural de interés nacional, como la de Can Palacete, más conocida popularmente como la torre de la Viuda. Las obras de Onofre Arnau, que tienen un presupuesto de 51.800 euros, consistirán en la reconstrucción de paredes, la reparación de grietas y la colocación de un nuevo tejado. De momento, ya se ha empezado a condicionar el acceso al recinto, situado encima de un cerro, y a limpiar el perímetro.

López confía que en septiembre podrán comencar las obras y añade que el proyecto incluye también situar un atril con varios apuntes históricos sobre el monumento para los futuros visitantes. El caso de la tueste Palacete, al otro extremo de la ciudad, a tocar de la riera de Argentona, es el mismo, pero quien se encargará de los trabajos será la empresa municipal Pumsa. Su presidente y regidor de Urbanismo, Arcadi Vilert (PSC), explica que la intención es derrocar los elementos que se construyeron posteriormente anejos a la torre y que no están catalogados. Vilert también reconoce que no se ha hecho nunca ningún mantenimiento, salvo una actuación puntual para colocar alguna viga para evitar que el techo se desplomara, y que el edificio presentaba varias deficiencias. Pumsa compró el terreno donde hay la antigua masía fortificada la primavera pasada. El proyecto de recuperación de esta torre, pero, va más allá y el regidor avanza la posibilidad que un golpe acondicionada, se utilice como equipamiento público para el barrio, tal como han reivindicado los vecinos en varias ocasiones. La torre de Onofre Arnau y la de Can Palacete, junto con la de Can Elige de Mata, donde todavía se vive, son las tres únicas torres de defensa que hay en Mataró.