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Pere Pascual

Silencios

El espacio Renacuajo está llevando a cabo una temporada cuando menos llena de peculiaridades. Empezó con el debut serio en su ciudad, de Anna Caballero con un ancho currículum en Italia, siguió con la sorpresiva presentación de Joan Poch cómo artista plástico. Ahora, y todo en espera del mes de diciembre donde conmemorando los 50 años de actividad expositiva, en Ricard Jordà presentará una especial exposición muy diferente al habitual en él pero a la vez con su marca de estilo, nos presenta el trabajo de Matías Lizana.

"Silencios" es el título elegido por el autor por esta exposición y quizás es así puesto que en esta palabra se contiene buena parte de la trayectoria artística de este mataroní, afincat de hace unos años a Llavaneres, que de hace un par de años ha devuelto a la actividad expositiva después de un demasiado largo impasse dedicado esencialmente a su tarea professoral en la enseñanza reglada.

Matías Lizana forma parte de aquel nutrido grupo de artistas que estalló al redós del taller de en Pau Mañé. Artista inquieto se movió en todas las vertientes y aunque era un habilidoso dominador del dibujo sus experiencias fueron por otros caminos especialmente en el campo de la abstracción en la que impuso como santo y seña personal el uso del color amarillo, en contraposición al moratón dominante en su gran amigo, Eduard Comabella. Hizo apuesta también por el arte conceptual tomando parte en varias acciones de entre ellos y como más importante , la de las Propuestas a la Playa.

Cómo decíamos antes pero, el silencio personal y creativo fue el dominante durante un par de décadas hasta que la temporada pasada retomaba su actividad pública con una magnífica juguesca de dibujo, sensaciones y una bajo lectura muy interesante , a la sala del Casal y ahora con una apuesta mucho más seria, expone en el espacio Renacuajo.

La muestra de Lizana se estructura en base a su perfecto dominio del apartado técnico en los suyos varios elementos. Un dominio que le permite estructurar un fondo de especial dignidad que mujer apoyo a la estructura de la pieza que queda redondeada con un dibujo, que con pocas excepciones , queda intencionadamente descentrado para poder crear así un ejercicio de tensiones entre los elementos contrapuestos que nos presenta.

Lizana juega intencionadamente en esta exposición a romper la dualidad como contradictorios de la figuración y la abstracción , presentándolos cómo complementarios. Es el eterno debate entre el pleno y el vacío , el cuerpo y el espíritu, el fondo y la forma , el exterior y el interior. Y lo hace con un deix entre sensible e irónico , fiel reflejo de su personalidad , apostando por unos cromatismos en que grises y marrones se dan la mano para tejer un entorno ambiental que nos traiga a la reflexión , hecho al que también ayuda la especial simbología de los títulos de sus piezas: "El espíritu de la tramuntana", "Quién somos, de donde venimos, hacia donde vamos?", "Espinas al camino"....

Una exposición la de Matías Lizana que entiendo como punto de inflexión en este regreso. Disfrutado ya del placer del dibujo y el realismo, creo que Lizana va devolviendo a sus caminos tempranos pero queriendo dejar un pequeño elemento descriptivo e identificable para favorecer la comprensión del espectador. Pienso que en próximas ocasiones la figuración perderá fuerza para establecerse de nuevo en el diálogo de contrarios , el que ayer, hoy y mañana será punto de partida en aquets Matías Lizana dichosamente reencontrado para el arte.

Matías Lizana - "Silencios"

Espacio renacuajo. Del 27 de Octubre al 30 de Noviembre de 2011