Esta semana muchos trabajadores y trabajadoras se quedan sin convenio colectivo. La razón? La reforma laboral del PP: una reforma laboral regresiva y muy lesiva contra la clase trabajadora. Una reforma que ha fichado por ley un límite en la ultraactivitat de los convenios. La ultraactivitat es el periodo de prórroga que se establece desde que finaliza la vigencia de un convenio colectivo hasta que acaban las negociaciones que acuerdan el siguiente.
Es cierto que algunas negociaciones se alargaban en el tiempo, incluso años, y que esto perjudicaba tanto la empresa como los trabajadores, pero no afectaban más que a una minoría de convenios. La inmensa mayoría de los convenios colectivos, no obstante, se negociaban en un tiempo prudencial una vez habían vencido. En muchos casos, además, meses antes de la finalización del convenio vigente, ya se empezaba a trabajar sobre las condiciones del cercano.
Ahora, la negociación colectiva salta por los aires, por obra y gracia de un gobierno ultraliberal que el que persigue es abaratar los costes laborales por la vía de la imposición.
A aquellos que critican los sindicatos, a los que acusan de poco menos que ser unos parásitos, de ser los culpables de la crisis, bono será reconocerlos el acierto de haber consolidado, a lo largo de los años que traemos de democracia en nuestro país, de habernos dotado de una cobertura garantista a los trabajadores y trabajadoras de este país con el logro de la negociación colectiva.
A aquellos que no quisieron hacer la última huelga general aduciendo un montón de excusas, promovida por estos sindicatos vilipendiats, que el que pretendían era parar la reforma laboral, habría que recordarlos que aquella huelga el que pretendía era hacer inviable la aplicación de esta reforma laboral.
Los convenios colectivos son vitales para la estabilidad y mejora constando de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, y mejoran, en todos los casos, el Estatuto de los Trabajadores, marco mínimo de las condiciones salariales y sociales de todos los trabajadores y trabajadoras. Ahora, al aplicar este límite a la ultraactivitat, todos nuestros derechos pueden quedar reducidos a la mínima expresión.
Cuando un convenio pierde la ultraactivitat, TODAS las condiciones laborales recogidas en el convenio colectivo se nos pasan a aplicar en función del convenio de ámbito superior, siempre con peores condiciones, y si no hubiera, se aplicará el Estatuto del Trabajadores. Sólo en Cataluña, esta nueva normativa afecta más de 120.000 trabajadores y trabajadoras.
Así pues, y para poner sólo unos cuántos ejemplos, nuestra categoría profesional dejamos de tenerla; podemos acabar cobrando un salario base de 645,40 euros (Salario Mínimo Interprofesional); la jornada laboral anual se puede ver incrementada hasta las 40 horas semanales; desaparecen las cantidades que cobramos por antigüedad; si teníamos primas por productividad, estas desaparecen; sin convenio sólo podremos disfrutar de los 30 días por año que fija el Estatuto y pasaremos a depender de la voluntad del empresario para poder disfrutar de los días de vacaciones; perderemos cualquier mejora en lo referente a complementos por enfermedad común o accidente, etc., etc., etc.
Es decir, sin convenio colectivo todas las mejoras que los Sindicatos habían negociado y acordado con las patronales, todas las luchas ganadas a polvo durante los más de treinta años de democracia en estos país, se van a pique gracias a la Reforma Laboral del PP. Y todavía hay quién cree que los Sindicatos no sirven para nada. Por el que a mí respeta, Sindicados? Sí, gracias.
Es cierto que algunas negociaciones se alargaban en el tiempo, incluso años, y que esto perjudicaba tanto la empresa como los trabajadores, pero no afectaban más que a una minoría de convenios. La inmensa mayoría de los convenios colectivos, no obstante, se negociaban en un tiempo prudencial una vez habían vencido. En muchos casos, además, meses antes de la finalización del convenio vigente, ya se empezaba a trabajar sobre las condiciones del cercano.
Ahora, la negociación colectiva salta por los aires, por obra y gracia de un gobierno ultraliberal que el que persigue es abaratar los costes laborales por la vía de la imposición.
A aquellos que critican los sindicatos, a los que acusan de poco menos que ser unos parásitos, de ser los culpables de la crisis, bono será reconocerlos el acierto de haber consolidado, a lo largo de los años que traemos de democracia en nuestro país, de habernos dotado de una cobertura garantista a los trabajadores y trabajadoras de este país con el logro de la negociación colectiva.
A aquellos que no quisieron hacer la última huelga general aduciendo un montón de excusas, promovida por estos sindicatos vilipendiats, que el que pretendían era parar la reforma laboral, habría que recordarlos que aquella huelga el que pretendía era hacer inviable la aplicación de esta reforma laboral.
Los convenios colectivos son vitales para la estabilidad y mejora constando de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, y mejoran, en todos los casos, el Estatuto de los Trabajadores, marco mínimo de las condiciones salariales y sociales de todos los trabajadores y trabajadoras. Ahora, al aplicar este límite a la ultraactivitat, todos nuestros derechos pueden quedar reducidos a la mínima expresión.
Cuando un convenio pierde la ultraactivitat, TODAS las condiciones laborales recogidas en el convenio colectivo se nos pasan a aplicar en función del convenio de ámbito superior, siempre con peores condiciones, y si no hubiera, se aplicará el Estatuto del Trabajadores. Sólo en Cataluña, esta nueva normativa afecta más de 120.000 trabajadores y trabajadoras.
Así pues, y para poner sólo unos cuántos ejemplos, nuestra categoría profesional dejamos de tenerla; podemos acabar cobrando un salario base de 645,40 euros (Salario Mínimo Interprofesional); la jornada laboral anual se puede ver incrementada hasta las 40 horas semanales; desaparecen las cantidades que cobramos por antigüedad; si teníamos primas por productividad, estas desaparecen; sin convenio sólo podremos disfrutar de los 30 días por año que fija el Estatuto y pasaremos a depender de la voluntad del empresario para poder disfrutar de los días de vacaciones; perderemos cualquier mejora en lo referente a complementos por enfermedad común o accidente, etc., etc., etc.
Es decir, sin convenio colectivo todas las mejoras que los Sindicatos habían negociado y acordado con las patronales, todas las luchas ganadas a polvo durante los más de treinta años de democracia en estos país, se van a pique gracias a la Reforma Laboral del PP. Y todavía hay quién cree que los Sindicatos no sirven para nada. Por el que a mí respeta, Sindicados? Sí, gracias.