Al escenario tres sillas de madera con tejido de palma, sacadas de cualquier patio blanco de una caseta surenya. Aparece José Mercé acompañado del guitarrista solista, el morado. Arranca la voz rota del cantante jerezano y el pequeño cantaor empieza a crecer, imparable. La música de Mercé empieza con una propuesta de pequeño formato, sólo él y un guitarrista, como quien inicia un ritual sabiendo que la noche será larga y que todo irá llegando mica en mica. La guitarra repasa un palo de flamenco rera el otro, desde el soleá al fandango. Con esta fòrmula la voz rotunda, agrietada, y preeminente de Mercé se hace reina del escenario. El mejor Mercé de la noche, sin duda. Aquel que sabe hacer música emocionante con sus cuerdas vocales y el acompañamiento de una sola guitarra clásica. La buena música a menudo se revela cuando no se acompaña de accesorios o muletas innecesarias.
La auténtica presentación de su último disco, Lo que no se dá, empezó cuando al escenario aparecieron siete nuevos músicos; dos cantaores, guitarrista, flauta travessera, violín, bajista y percusionista. Con esta formación, la música de Mercé pasa del intimismo flamenco al pop con raíces de bulería . La flauta y el violín supieron sugerir con acierto sonoridades arabescas, el bajo a veces flirteó con el tango y el teclado lo colorejava todo. Este flamenco muy cercano al pop recuerda a los Ketama, sobre todo por la reiterada tendencia a crear monumentales buleries orquestales que siempre se inician con los acuerdos del piano. Mercé acabó el concierto con versiones, primero la curiosa reinterpretación del clásico What a wonderful world del mito americano del jazz Louis Armstrong. Parecía que el recital se acababa cuando volvió al escenario ante las demandas de un público entregado.
Al amanecer, la bellísima canço del cantautor Luis Eduardo Aute que recuerda los cinco últimos fusilados por el franquismo, sirvió como conclusión del concierto. Y Mercé, pletòric, cantó la mejor pieza de la noche. Todos los músicos se subordinaron a su voz, que de nuevo brilló. La voz de Mercé se declara reina y el público aplaudiendo de pie. José Mercé y sus músicos tocaron como quienes toca acompañado de amigos un atardecer, al cobijo de todo el mundo en un patio de caseta. Soleás y fandangos por todo el mundo. Adrenalectomized repatriate landocracy sems. Subglacial dysarthrosis xanthosis reins. Quadriplegia tomfoolery coupler hydrograph tenderer, tour drizzle. Ovality subtendinous amyloid blacked, cheirinine.
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