Qué valoración hacéis de la decisión judicial de imputar Baron y Bassas y paralizar el traslado?
El juez todavía tiene que hacer su dictaminació, así que tenemos tiempo para hacer las alegaciones que correspondan. Hemos hecho todo el que el juez dicta a las medidas cautelares, pero también defenderemos en todo momento la legalidad de la actuación del gobierno y todo su entramado administrativo de cara a que El Corte Inglés se instale en la ciudad lo más bien posible. Viendo como se ha judicalitzat la política en nuestra ciudad, tenemos que defender nuestra actuación.
ERC pide una reunión urgente del Pacto de Gobierno para valorar la situación. Cómo encaráis vosotros este encuentro?
Desde septiembre que reclamábamos una reunión de seguimiento del pacto, dentro de la relación de normalidad y cordialidad de los tres partidos de gobierno, para poder tratar la situación económica y financiera que atraviesa el ayuntamiento y la ciudad. También trataremos todo el asunto Can Fàbregas, pero no queremos ceñirnos exclusivamente a esto. Nos ha sorprendido un poco que los compañeros de ERC pidan el encuentro para tratar sólo esta cuestión.
La imputación y la paralización de las obras es un punto y seguido de un asunto rocambolesc. Se tendría que haber llevado a cabo de otro modo?
El objetivo del gobierno de traer El Corte Inglés incluso lo comparte la oposición. Otra cosa, pero, son las formas. Quizás nos hemos equivoca ten los tempos, pero desde ICV no vemos errores en los procesos administrativos y en las decisiones políticas. Es verdad que quizás como ciudad no estamos preparados para hacer un desmontaje como este.
Hasta qué punto ha habido discrepancia en el sí del gobierno sobre la manera como se ha gestionado todo?
Discrepamos y finalmente conseguimos un punto de encuentro para abrir un proceso participativo en este tema. Así se visualizó que fue una decisión de gobierno, no sólo de un regidor. A partir de aquel momento ha habido confianza llena en las decisiones que se han tomado.
Os habéis sentido menystinguts en este proceso como socio minoritario?
No, y lo decimos claríssimament. Hemos compartido las decisiones, y todo el staff técnico y político defiende la voluntad de traer El Corte Inglés en Mataró.
De qué manera puede desgastar el proceso la imagen del gobierno y de ICV?
Después de la pérdida de votos que sufrimos al 2007, entendimos que había un castigo a ICV, pero no creemos que fuera tan sólo por el tema de Can Fàbregas y El Corte Inglés. Ahora nos tocará trabajar para explicar en la gente que todo ello se está haciendo para preparar las condiciones porque venga el Corte Inglès y actúe como locomotora comercial. La hoja de ruta será para nosotros el mismo hasta que alguien no diga que alguno de los trámites del proceso no entra dentro de la legalidad.
En aquellas elecciones la participación fue muy baja. Precisamente ahora se pone en tela de juicio el modelo participativo, a raíz del fracaso de la audiencia pública.
No tenemos suficiente interlocución con el movimiento vecinal y con la FAVM, es un tema que como gobierno no nos salimos. También me sabe mal, pero, que el movimiento vecinal piense que sólo ellos son capaces de hacer propuestas, como si fueran profesionales de la participación. En ciertas condiciones, con grupos poco numerosos, la participación funciona, es una metodología que la FAVM no puede obviar. El movimiento vecinal no es el único que puede hacer propuestas.
Pero a la Audiencia quedó claro que sin la FAVM no hay participación ciudadana.
Tenemos un entramado de espacios donde el ayuntamiento llama y entidades y gente a hablar que es muy denso. El problema de la Audiencia Pública no es el mal tiempo o el horario en que se programa, resulta que la los ciudadanos que quieren decir cosas ya tienen otros canales para poder hacerlo. La audiencia está planteada para los ciudadanos en general, no para entidades, y ya hemos comprobado que en esta convocatoria la ciudadanía no viene. Tendremos que valorar el que ha pasado, reflexionar y hacer cambios. Creo que como gobierno no estamos separados de la realidad de la gente, pero sí que tenemos un problema de interlocución.
La carencia de respuesta de la ciudadanía es una muestra de desafección o bien de conformismo?
Seguramente es una mezcla de todo. Disponemos de muchos espacios donde todo el mundo puede decir la suya, y también a través de las nuevas tecnologías. No todo acaba a la Audiencia Pública o al Consejo de Ciutat Si alguien tiene un problema en el espacio público, quizás ya no le hay que ir a trucar a la puerta de la asociación de vecinos, truca al teléfono del civismo y lo resuelve. Por supuesto, pero, puede haber mucha gente que ante el llamamiento del Ayuntamiento piense "ya se lo harán".
Lee la segunda parte de la entrevista