El ganador del último premio Sant Jordi de novela, el escritor y periodista barcelonés Ramon Solsona, protagonizó el pasado martes 19 de abril el acto académico institucional de Sant Jordi que organizan cada año el Ayuntamiento de Mataró y Òmnium Cultural. Una vez más, el espacio del Salón de Sesiones del número 48 de la Riera se hizo insuficiente para acoger el numeroso público asistente a esta cita, y, a instancia del alcalde accidental, Ramon Bassas, algunas personas van incluso ocupar las sillas de los regidores que no acudieron al acto.
Consciente del que se le pedía, Solsona no mencionó en ningún momento su última y premiada obra, que trae por título "El hombre de la maleta", sino que hizo una conferencia amena sobre lengua, y en concreto sobre la fraseología catalana. El escritor dijo echar de menos un volumen científico que explique la procedencia de las frases hechas y refranes catalanes, pero por los conocimientos mostrados muy bien él podría ser el futuro autor. A pesar de hacer mención, no se mostró especialmente preocupado porque algunas expresiones se hayan dejado de utilizar: "Ocurre en el catalán y en todas las lenguas. Algunas frases se van perdiendo, pero aparecen de nuevas", dijo, y se centró más al pedir a los asistentes que se fijen en como la fraseología explica muchas cosas de la sociedad y de su historia. De ejemplos puso un montón, desde frases que tienen que ver con el trabajo al campo - "si no quieres polvo, no vayas a la era", "ir al gra", o "no digas trigo hasta que no sea al saco y muy ligado" -, hasta las relacionadas con el mundo del textil, con la vida cotidiana o con la religión. Habló de la evolución gramatical de algunas de estas frases, como por ejemplo "costar dios y ayuda", en que el tiempo, expuso, ha eliminado la "h" de "", y por lo tanto ahora la expresión ha cambiado ligeramente de significado: "Pasó del original en que Dios ayudaba, a la que conocemos actualmente, que además de Dios se necesita otro tipo de ayuda".
Que la lengua es un elemento vivo y en constante evolución quedó claro en la retahíla de expresiones que el escritor citó y que se han incorporado casi sin darnos cuenta en las últimas décadas en el habla del día a día. "La mayoría actualmente provienen del mundo del deporte, y también de la tecnología", dijo, y puso ejemplos como "cambiar el chip", "estar contra las cuerdas", "el pistoletazo de salida", "tirar la toalla" o "ponerse las pilas". Solsona, eso sí, alertó de una constante castellanización o traducción literal de frases hechas del español: "Aquí siempre hemos dicho 'girar hoja' y ahora se está imponiendo el 'pasar página', o siento jóvenes decir que 'esto pasa de castaño oscuro'", ejemplificó.
A la parte final del acto, mencionó que Mataró y sus alrededores también tienen fraseología propia, con frases como "un deshecho de tiempo" – la conferencia la tituló de este modo - , "a pedo de olas", o "hacer torios". La lectura de un cuento suyo inédito, "La tentación de la carne", dio risa por los descosidos los asistentes, que despidieron el escritor con una destacable ovación.
Consciente del que se le pedía, Solsona no mencionó en ningún momento su última y premiada obra, que trae por título "El hombre de la maleta", sino que hizo una conferencia amena sobre lengua, y en concreto sobre la fraseología catalana. El escritor dijo echar de menos un volumen científico que explique la procedencia de las frases hechas y refranes catalanes, pero por los conocimientos mostrados muy bien él podría ser el futuro autor. A pesar de hacer mención, no se mostró especialmente preocupado porque algunas expresiones se hayan dejado de utilizar: "Ocurre en el catalán y en todas las lenguas. Algunas frases se van perdiendo, pero aparecen de nuevas", dijo, y se centró más al pedir a los asistentes que se fijen en como la fraseología explica muchas cosas de la sociedad y de su historia. De ejemplos puso un montón, desde frases que tienen que ver con el trabajo al campo - "si no quieres polvo, no vayas a la era", "ir al gra", o "no digas trigo hasta que no sea al saco y muy ligado" -, hasta las relacionadas con el mundo del textil, con la vida cotidiana o con la religión. Habló de la evolución gramatical de algunas de estas frases, como por ejemplo "costar dios y ayuda", en que el tiempo, expuso, ha eliminado la "h" de "", y por lo tanto ahora la expresión ha cambiado ligeramente de significado: "Pasó del original en que Dios ayudaba, a la que conocemos actualmente, que además de Dios se necesita otro tipo de ayuda".
Que la lengua es un elemento vivo y en constante evolución quedó claro en la retahíla de expresiones que el escritor citó y que se han incorporado casi sin darnos cuenta en las últimas décadas en el habla del día a día. "La mayoría actualmente provienen del mundo del deporte, y también de la tecnología", dijo, y puso ejemplos como "cambiar el chip", "estar contra las cuerdas", "el pistoletazo de salida", "tirar la toalla" o "ponerse las pilas". Solsona, eso sí, alertó de una constante castellanización o traducción literal de frases hechas del español: "Aquí siempre hemos dicho 'girar hoja' y ahora se está imponiendo el 'pasar página', o siento jóvenes decir que 'esto pasa de castaño oscuro'", ejemplificó.
A la parte final del acto, mencionó que Mataró y sus alrededores también tienen fraseología propia, con frases como "un deshecho de tiempo" – la conferencia la tituló de este modo - , "a pedo de olas", o "hacer torios". La lectura de un cuento suyo inédito, "La tentación de la carne", dio risa por los descosidos los asistentes, que despidieron el escritor con una destacable ovación.