Carregant...
Una pancarta contra las patrullas vecinales en una manifestación antirracista en Mataró. Foto: Cedida

Redacció

SOS Racismo acusa las patrullas vecinales de oprimir a los niños y jóvenes migrantes

La entidad afirma que hay jóvenes que se ven obligados a "ocupar una vivienda como consecuencia del sistema de desprotección y exclusión administrativa"

SOS Racismo ha lamentado que se formen patrullas vecinales, como las existentes en Mataró y en Premià de Mar y las ha considerado una consecuencia del "sistema opresor" contra la infancia migrante. El Servicio de Atención y Denuncia de la entidad ha asumido 11 casos desde principios de año en que menores tutelados y jóvenes son objeto de "ataques" vecinales o abusos policiales. Ha alertado pero que han identificado más situaciones que, a pesar de no ser asumidas como casos, "evidencian el racismo al cual se ven abocados en el sistema de (des)protección de la administración pública".

De entre todos ellos, destacan que los receptores de la violencia vecinal e institucional acostumbran a ser jóvenes "abocados a ocupar una vivienda como consecuencia del sistema de desprotección y exclusión administrativa". Ante estas viviendas, se hacen concentraciones con vecinos que sólo escridassen, otros que cometen acciones violentas y grupos violentos organizados de extrema derecha. La organización ha apuntado que los vecinos justifican el acoso y escari por una sensación de inseguridad que según ellos viene provocada por la presencia de los jóvenes, "a pesar de que los Mozos investigan los hechos delictivos reportados y no tienen ningún indicio que los relacionen con los jóvenes que ocupan, los vecinos persisten en culpabilitzar-los omitiendo deliberadamente su presunción de inocencia". Ha afirmado que esta no se omitiría igual si los jóvenes que son de origen magribí o subsahariano fueran blancos.

Disturbios ante un edificio ocupado por jóvenes migrantes en Premià de Mar

SOS Racismo ha afirmado que observan también un sentimiento generalizado de "desatención policial" por parte de los vecinos, sensación avalada por representantes institucionales, como el alcalde de Premià de Mar o de Llançà, los cuales "justifican las protestas como consecuencia de la supuesta inacción policial, pero sin entrar a cuestionar si los jóvenes son realmente culpables". La organización ha afirmado que, en general, las instituciones "no adoptan una lógica de protección sino penalti" y se mujer una atención donde prevalece "el castigo y la discriminación en el acceso a los derechos por encima de la cura". Ha añadido que hay un discurso de odio mediático generado por los medios de comunicación y una presión y persecución policial "que cuestiona la simple presencia al espacio público sólo por su apariencia".

"Comportamientos delictivos vecinales"

Con todo esto, SOS Racismo ha criticado que las patrullas de vigilancia vecinales "no tendrían que tener cabida en una sociedad supuestamente democrática y de derecho" y ha añadido que si el acto lo hace una persona blanca se señala esta persona y no toda la comunidad, como pasa cuando es una persona racialitzada. "Los comportamientos delictivos vecinales quedan impunes y los mismos alcaldes justifican estos comportamientos, avalando institucionalmente el acoso arbitrario. Donde queda el derecho a la seguridad de estos jóvenes?", se pregunta. SOS Racismo ha asegurado que este no es el camino que quieren muchos vecinos y ha pedido a las administraciones que empiecen a cuestionarse "el miedo que tienen a hablar del racismo inherente y naturalizado a la sociedad" y garanticen los derechos de este colectivo

 
 
 

Etiquetas: