La fruiteria de en Xuerong y al suya mujer, la Xiao, a la ronda Francesc Macià, es uno de los establecimientos más concurridos del barrio. Un sábado por la mañana de diciembre su hijo, Junchao Zhang Chen, canta un par de Villancicos en catalán y los clientes se lo miran con ternura y sonrisas mientras hacen cola a caja. "Las ha aprendido en la escuela" los explica el padre, entre orgulloso y tímido. En Junchao es nacido en Cataluña, y estudia a las Francesas. En Xuerong proviene de la provincia de Zhejiang, al sur de Shanghai, llegó al Estado español en 2002, y desde hace 7 regenta este establecimiento al Plan de en Boet. En Mataró tiene bastante familia, dos primos y un tiet, todos ellos con hijos pequeños.
"El día 24 cerramos un poco antes y por la noche nos reunimos todos para celebrar la Navidad, y el 25 no abrimos", explica en Xeruong (los días que cierra a lo largo del año se podrían contar con el dedo de una mano). Cuando vivían en la China no hacían ninguna celebración por estas fechas. "Mi madre no sabe ni qué es la Navidad", apunta, a pesar de que matiza que entre la juventud china es una fiesta que tiene una popularidad creciente. "Los llega por todas partes, la tele, las películas, Internet, y cada vez hay más costumbre". Para la comunitatxinesa establecida en Cataluña celebrar la Navidad también se está haciendo más común, empujados sobre todo por el que ven sus hijos en la escuela y entre sus amigos, pero sin ningún vínculo con el significado religioso de la festividad. El menú de la noche de Navidad a casa de en Xuerong y la Xiao es un buen exponente de esta mescla de tradiciones. "Hagamos una gran ensalada y tallarins o fideos chinos, pero también un buen plato de jamón y de embutidos, y bebemos un poco de vino y de cava". El mejor de cada banda.
"El día 24 cerramos un poco antes y por la noche nos reunimos todos para celebrar la Navidad, y el 25 no abrimos", explica en Xeruong (los días que cierra a lo largo del año se podrían contar con el dedo de una mano). Cuando vivían en la China no hacían ninguna celebración por estas fechas. "Mi madre no sabe ni qué es la Navidad", apunta, a pesar de que matiza que entre la juventud china es una fiesta que tiene una popularidad creciente. "Los llega por todas partes, la tele, las películas, Internet, y cada vez hay más costumbre". Para la comunitatxinesa establecida en Cataluña celebrar la Navidad también se está haciendo más común, empujados sobre todo por el que ven sus hijos en la escuela y entre sus amigos, pero sin ningún vínculo con el significado religioso de la festividad. El menú de la noche de Navidad a casa de en Xuerong y la Xiao es un buen exponente de esta mescla de tradiciones. "Hagamos una gran ensalada y tallarins o fideos chinos, pero también un buen plato de jamón y de embutidos, y bebemos un poco de vino y de cava". El mejor de cada banda.