Hay una tendencia actual del cine de terror basada al confundir ficción y realidad y que ha conseguido que films de baixíssim presupuesto se conviertan en lavables éxitos de taquilla por las expectativas y el morbo que generan al suyo cercando. El proyecto de la bruja de Blair es el título más representativo de esta oleada que podría incluir también la española REGUERA y la más reciente Paranormal Activity. Estos films tienen otro elemento en común: el uso de las cámaras de vídeo caseras como recurso para hacer creer que aquello que se muestra son auténticos hechos reales. No es un recurso nuevo, sólo hay que recordar la mítica Holocausto caníbal, pero en llena era de las nuevas tecnologías, que los espíritus se manifiesten a través de las cámaras de vídeo digitales no deja de ser una forma peculiar de hablar de los fantasmas de la propia sociedad. Y por eso sólo hay que ver films japoneses como Ringu y derivados.
Pero el recurso de las cámaras de vídeo resulta también una buena forma de abaratar costes y conseguir infalibles resultados, porque nada acaba resultando más terrorífico que las vidas cotidianas súbitament alteradas por misterios, seres extraños o fenómenos paranormals. Con sólo 15000 dólares de presupuesto, el director de origen israelí Oran Pele ha hecho posible una de las sorpresas más inesperadas y discutidas- del año. Paranormal activity recoge las supuestas grabaciones caseras de una pareja de San Diego desaparecida en misteriosas circunstancias. A través de los vídeos descubrimos que, lejos del crimen pasional que podía aparentar, se esconden una serie de sucesos relacionados con una presencia maligna y sobrenatural que amenaza la vida de la pareja. Ruidos extraños, apariciones inesperadas, objetos que se mueven sólo y otros sustos diversos son el arsenal al que recorre el director para crear miedo en el espectador. No siempre lo consigue, principalmente porque una serie de incoherencias de guion, condicionadas por la necesidad de hacer entendedora la historia acaban derivando a una grave carencia de credibilidad y verosimilitud del propio relato. Paranormal activity se reserva algún susto memorables y no se le puede negar su planteamiento de entrada alentador, dos aspectos a destacar de un experimento que resulta, a pesar de todo, bastante decepcionante y errático.
espaisidor.blogspot.com
Pero el recurso de las cámaras de vídeo resulta también una buena forma de abaratar costes y conseguir infalibles resultados, porque nada acaba resultando más terrorífico que las vidas cotidianas súbitament alteradas por misterios, seres extraños o fenómenos paranormals. Con sólo 15000 dólares de presupuesto, el director de origen israelí Oran Pele ha hecho posible una de las sorpresas más inesperadas y discutidas- del año. Paranormal activity recoge las supuestas grabaciones caseras de una pareja de San Diego desaparecida en misteriosas circunstancias. A través de los vídeos descubrimos que, lejos del crimen pasional que podía aparentar, se esconden una serie de sucesos relacionados con una presencia maligna y sobrenatural que amenaza la vida de la pareja. Ruidos extraños, apariciones inesperadas, objetos que se mueven sólo y otros sustos diversos son el arsenal al que recorre el director para crear miedo en el espectador. No siempre lo consigue, principalmente porque una serie de incoherencias de guion, condicionadas por la necesidad de hacer entendedora la historia acaban derivando a una grave carencia de credibilidad y verosimilitud del propio relato. Paranormal activity se reserva algún susto memorables y no se le puede negar su planteamiento de entrada alentador, dos aspectos a destacar de un experimento que resulta, a pesar de todo, bastante decepcionante y errático.
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