Un 38% de las empresas de Mataró y de su zona de influencia afirman que realizan acciones de responsabilidad social por motivaciones socioeconómicas, es decir, por los beneficios que pueden obtener. La visión limitada de esta estrategia empresarial sobre todo tiene lugar en empresas nuevas, de entre 1 a 5 años, y dedicadas al sector comercial y a los servicios personales. Esta es el dato más significa que revela un estudio presentado este martes al atardecer al Instituto Municipal de Promoción Económica (IMPEM), y que analiza el grado de responsabilidad social de las organizaciones de nuestro entorno.
Según el estudio, un 31% de las empresas tienen una visión iniciática de la responsabilidad social empresarial, puesto que piensan que se un coste sin beneficios. Esta observación se centra sobre todo en los pequeños negocios, de antigüedad mediana, de base familiar y del sector textil. En cambio un 20% de las empresas tienen un enfoque moderno de este concepto, particularmente aquellas que son más antiguas de 25 años. Estas empresas tienen una cantidad importante de trabajadores y están especializadas en el sector de la hostelería y los servicios personales. Finalmente, un 11% de las organizaciones hacen actuaciones de responsabilidad social por motivos filantròpics. En esta categoría se encuentran sobre todo las pequeñas empresas familiares y dedicadas al comercio.
Estos datos dejan las empresas de Mataró y cercanías en una buena situación respeto los porcentajes españoles. Además, según ha explicado Xavier Agulló, consultor del comité técnico del Instituto Nóos, autor del estudio, los datos demuestran que la responsabilidad social de las empresas "no tiene nada que ver con el paternalismo relacionado con los negocios familiares sino que se trata de una estrategia empresarial que sobre todo genera reputación e imagen a la marca, puesto que ciertos valores pasan a asociarse al producto.
Las empresas de la en torno a la ciudad actúan responsablemente en primer lugar en el ámbito del trabajo, y después en la acción social. En menor medida lo hacen en el mercado y en el medio ambiente, posiblemente porque en este espacio la legislación es mucho más estricto. Por lo tanto, en estos momentos las empresas invierten, principalmente, en la mejora de la igualdad de géneros, la compaginación entre vida familiar y trabajo y en la formación continuada. Y en general, en la acción social, se producen acciones unilaterales no lucrativas, es decir, entrega de donaciones, puesto que por el empresario es más fácil dar que no implicarse, según ha afirmado Agulló.
Según el estudio, un 31% de las empresas tienen una visión iniciática de la responsabilidad social empresarial, puesto que piensan que se un coste sin beneficios. Esta observación se centra sobre todo en los pequeños negocios, de antigüedad mediana, de base familiar y del sector textil. En cambio un 20% de las empresas tienen un enfoque moderno de este concepto, particularmente aquellas que son más antiguas de 25 años. Estas empresas tienen una cantidad importante de trabajadores y están especializadas en el sector de la hostelería y los servicios personales. Finalmente, un 11% de las organizaciones hacen actuaciones de responsabilidad social por motivos filantròpics. En esta categoría se encuentran sobre todo las pequeñas empresas familiares y dedicadas al comercio.
Estos datos dejan las empresas de Mataró y cercanías en una buena situación respeto los porcentajes españoles. Además, según ha explicado Xavier Agulló, consultor del comité técnico del Instituto Nóos, autor del estudio, los datos demuestran que la responsabilidad social de las empresas "no tiene nada que ver con el paternalismo relacionado con los negocios familiares sino que se trata de una estrategia empresarial que sobre todo genera reputación e imagen a la marca, puesto que ciertos valores pasan a asociarse al producto.
Las empresas de la en torno a la ciudad actúan responsablemente en primer lugar en el ámbito del trabajo, y después en la acción social. En menor medida lo hacen en el mercado y en el medio ambiente, posiblemente porque en este espacio la legislación es mucho más estricto. Por lo tanto, en estos momentos las empresas invierten, principalmente, en la mejora de la igualdad de géneros, la compaginación entre vida familiar y trabajo y en la formación continuada. Y en general, en la acción social, se producen acciones unilaterales no lucrativas, es decir, entrega de donaciones, puesto que por el empresario es más fácil dar que no implicarse, según ha afirmado Agulló.