Un estallido de música y luz dio el pistoletazo de salida, puntual a las doce y cuarto de la noche, a la esperadíssim concierto de Manu Chao, la estrella indiscutible del festival Cruce de Culturas. Lástima que más de 400 personas estaban todavía a la cola para poder entrar al Espacio el Arquera, el nuevo recinto para conciertos de gran formato del festival. A pesar de que se vivieron momentos de tensión, fue un hecho puntual que no duró más de 5 minutos, no va deslluir ni por un momento la fiesta de reggae, ska, punk y rumba que tenía preparada Manu Chao. Las aglomeraciones y el caos vividos a la entrada, ubicada en la calle Juan de la Cierva, fueron una señal más del poder de convocatoria que tiene el artista. Su concierto del pasado sábado fue lo más impresionante que se ha vivido en la corta historia del festival mataroní. Será difícil que cabe otro músico lo consiga destronar como "rey" del Cruce en futuras ediciones.
Manu Chao, de origen francés pero residente en Barcelona, tiene acostumbrado su público a una serie de conciertos sorprendida a locales pequeños, pero sábado se dio un baño de multitudes ante unas 10.000 personas acompañado de su grupo Radio Bemba. Era la única actuación confirmada en el Estado, cosa que ayudó a atraer multitudes nunca ver en el Cruce de Culturas. Incombustible durante las más de dos horas de concierto, Manu Chao hizo un recorrido por su larga trayectoria musical donde no faltaron canciones como Bienvenida Tijuana, La Rumba de Barcelona, Señor Matanza, Clandestino, una versión muy personal de Volver, volver o uno de los emblemas de su etapa como líder de Mando Negra, Mala Vida. El característico discurso musical mestizo de Manu Chao y Radio Bemba derivó en Mataró hacia un sonido más acelerado, radicado en el punk y el hardcore, sin olvidarse pero de conjugar ritmos de todo el mundo como el reggae, la cúmbia o la ranxera.
Al final del concierto, que no tuvo pausa ni aturador, apareció al escenario el músico vasco Fermín Muguruza, que compartió con Chao dos de sus grandes himnos: Dub Manifiesto y Sarri Sarri. Muguruza también hizo acto de aparición en el concierto de uno de los teloners del músico francés, el de las raperas palestinas Safaa 3 Arepeyes. De Callaos, uno de los nombres más consolidados de la escena musical mestiza catalana, precedieron Manu Chao mostrando de nuevo su solidez al escenario y desarrollando un lenguaje propio, el "desnudo-flamenco", mientras que Lamatumbà cerraron la fiesta por aquellos quien, pasadas las 3 de la madrugada, todavía aguantaran el ritmo.
Balance positivo del recinto
El que ya ha sido coronado como el rey del Cruce de Culturas 2009, fue el encargado de inaugurar el nuevo emplazamiento del Festival mataroní y ponerlo a prueba. El nuevo Espacio el Arquera se ha convertido en un recinto de conciertos de 1ª división que ha cumplido las expectativas del público. Un escenario gigante, sonido impecable, accesos amplios y muy señalizados y sensación de seguridad. Además de las colas a los lavabos y a las barras (además de uno le costó media hora comprar una bebida) y el lapsus inicial a los accesos, el recinto estuvo a la altura en todo momento. Las reacciones del público a la salida del concierto eran positivas, "el lugar es impresionante, hacía tiempo que hacía falta un recinto de estas características en Mataró y espero que se quede así una temporada" Afirmó Carla Hernàndez a la salida del concierto. "No hay punto de comparación con el Parque Central, más espacio, pantallas gigantes y un sonido brutal. Y todo esto sin molestar a los vecinos", comentó por su parte otro de los asistentes, Octavio Muñoz.
Manu Chao, de origen francés pero residente en Barcelona, tiene acostumbrado su público a una serie de conciertos sorprendida a locales pequeños, pero sábado se dio un baño de multitudes ante unas 10.000 personas acompañado de su grupo Radio Bemba. Era la única actuación confirmada en el Estado, cosa que ayudó a atraer multitudes nunca ver en el Cruce de Culturas. Incombustible durante las más de dos horas de concierto, Manu Chao hizo un recorrido por su larga trayectoria musical donde no faltaron canciones como Bienvenida Tijuana, La Rumba de Barcelona, Señor Matanza, Clandestino, una versión muy personal de Volver, volver o uno de los emblemas de su etapa como líder de Mando Negra, Mala Vida. El característico discurso musical mestizo de Manu Chao y Radio Bemba derivó en Mataró hacia un sonido más acelerado, radicado en el punk y el hardcore, sin olvidarse pero de conjugar ritmos de todo el mundo como el reggae, la cúmbia o la ranxera.
Al final del concierto, que no tuvo pausa ni aturador, apareció al escenario el músico vasco Fermín Muguruza, que compartió con Chao dos de sus grandes himnos: Dub Manifiesto y Sarri Sarri. Muguruza también hizo acto de aparición en el concierto de uno de los teloners del músico francés, el de las raperas palestinas Safaa 3 Arepeyes. De Callaos, uno de los nombres más consolidados de la escena musical mestiza catalana, precedieron Manu Chao mostrando de nuevo su solidez al escenario y desarrollando un lenguaje propio, el "desnudo-flamenco", mientras que Lamatumbà cerraron la fiesta por aquellos quien, pasadas las 3 de la madrugada, todavía aguantaran el ritmo.
Balance positivo del recinto
El que ya ha sido coronado como el rey del Cruce de Culturas 2009, fue el encargado de inaugurar el nuevo emplazamiento del Festival mataroní y ponerlo a prueba. El nuevo Espacio el Arquera se ha convertido en un recinto de conciertos de 1ª división que ha cumplido las expectativas del público. Un escenario gigante, sonido impecable, accesos amplios y muy señalizados y sensación de seguridad. Además de las colas a los lavabos y a las barras (además de uno le costó media hora comprar una bebida) y el lapsus inicial a los accesos, el recinto estuvo a la altura en todo momento. Las reacciones del público a la salida del concierto eran positivas, "el lugar es impresionante, hacía tiempo que hacía falta un recinto de estas características en Mataró y espero que se quede así una temporada" Afirmó Carla Hernàndez a la salida del concierto. "No hay punto de comparación con el Parque Central, más espacio, pantallas gigantes y un sonido brutal. Y todo esto sin molestar a los vecinos", comentó por su parte otro de los asistentes, Octavio Muñoz.