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Joan Salicrú

Un estudio alerta de la poca vida cultural de Mataró

Apunta también un bajo consumo cultural de sus habitantes y la falta de equipamientos y de propuestas populares

Mataró es una ciudad con poca vida cultural, con falta de equipamientos y de propuestas concretas que atraigan públicos diversos y con un bajo consumo cultural. Esta son algunas de las conclusiones de un informe sobre la situación cultural de la ciudad encargado por el Patronato de Cultura al Centro de Estudios y Recursos Culturales (CERC), una institución dependiente de la Diputación de Barcelona, que se hizo en el segundo semestre del 2002. Capgros.com ha tenido acceso al documento, que ha empezado a ser repartido entre la cuadragésima de personas que han participado en la elaboración del trabajo después de que la Junta del Patronato de Cultura diera el visto bueno.

El documento, de 64 páginas, no aporta ninguna novedad espectactular respete el análisis de la situación cultural de la ciudad, pero si que apunta tendencias e ideas que pueden ser muy útiles en el futuro, según comentan fuentes del Patronato de Cultura. En este sentido, el informe afirma que cuesta encontrar otra actividad exceptuando la Fiesta Mayor de las Santas que disfrute de la aprobación de los mataronins. El informe del CERC recoge los resultados de otro estudio donde se decía que el 87% de los mataronins participa a las Santas, mientras que a la cabalgata de Reyes va el 83,3% de la población y al Carnaval el 61,9%. Las fiestas de barrio son seguidas también por un 59,2% de la población, pero en cambio sólo un 3,7% de la población declara pertenecer a una entidad cultural.

El teatro, el único sector destacado
El quid de la cuestión es que además de estas actividades los ciudadanos no destacan ninguno otro acontecimiento cultural. Si se hace una repasada a los diferentes sectores culturales, en el estudio se apunta que sólo el teatro disfruta de un cierto prestigio a la ciudad, gracias sobre todo a la existencia de un espacio como el Teatro Monumental y el aula de Teatro, además del trabajo de Sala Cabañes y el Arcadia Café Cultural. Por el contrario la danza, la música clásica, las artes plásticas tradicionales y los lenguajes avanzados están entre los sectores con poca incidencia.

En cuanto al arte, el trabajo subraya la falta de espacios donde poder exponer, la carencia de espacios de creación y de una buena escuela de arte, mientras que en el terreno de la música se critica la poca atención a la formación musical, la pobre programación del Teatro Monumental y la ausencia de un espacio de pequeño o mediano formato. En el terreno de las letras se remarca la buena acogida de la Biblioteca Pompeu Fabra y de la librería Robafaves y en el apartado audiovisuales se apunta la inexistencia de la radio municipal y la necesidad de potenciar la televisión local.

Dentro del apartado de patrimonio se deja claro que a pesar de tener unas buenas oportunidades de vender hacia fuera –Clos Arqueológico de Torre Llauder, masías representativas del pasado agrario o fábricas características de la época de la industrialización- el Ayuntamiento no ha hecho un esfuerzo decisivo para difundirlo. Así mismo, se apunta la falta de línea propia en las exposiciones del Museo de Mataró.

Pla de Acción Cultural
El estudio de la Diputación también entra a valorar el papel que juegan los diferentes agentes en el mundo cultural. Así, se especifica que el Ayuntamiento no tiene a estas alturas un Plan de Acción Cultural explícitamente formulado, estructurado y presentado como tal que permita orientar su política cultural y que esta es una carencia grave. En este sentido, el informe apunta que se trabaja más a partir de los esquemas de “acción-reacción” que no con planificación. En el terreno de las entidades, el trabajo concreta que Sala Cabañes y la Pandilla castellera Renacuajos de Mataró son las que tienen más vitalidad y en el terreno del sector privado se habla del Clap, el Robafaves y el Arcadia Café Cultural. En cuanto a los espacios culturales, el trabajo apunta que estos se encuentran demasiado concentrados en el centro de la ciudad, excepto la Biblioteca Pompeu Fabra –que es el más muy valorado, por encima del Monumental y Can Palacete- y que esto dificulta romper la barrera centro/barrios.