De un tiempo acá, las personas que estimamos la cultura francesa tenemos muchos motivos para estar satisfechas. Gracias a Caixafòrum, durante estos últimos meses hemos podido disfrutar de dos exposiciones inolvidables: Retratos de la Belle Époque y Maestros franceses de la colección Clark (de la escuela de Barbizon al impresionismo); y ahora, desde hace una semana, podemos admirar una exposición excepcional: la retrospectiva más grande que se ha hecho nunca, exceptuando la que en 1963 le dedicó el Louvre para conmemorar el centenario de su muerte, sobre el gran pintor romántico, Eugène Delacroix. Además, durante la primavera pasada, el Museo Nacional de Arte de Cataluña organizó una fantástica exposición en torno la figura del gran maestro francés del realismo: Gustave Courbet. Tampoco el Museo Picasso quiso quedar al margen y, durante el 2011, nos obsequió con dos exposiciones deliciosas: Picasso ante Degas y Devorar Paris. Está claro que nos habría gustado mucho que tres exposiciones que se han podido ver en Madrid (Jean-Léon Gérôme: 1824-1904, Jardines impresionistas y Berthe Morisot, la pintora impresionista) hubieran venido a Barcelona, pero no nos podemos quejar.
Por otro lado, a la publicación que el abril del año pasado hizo Ediciones Siruela de un manuscrito inédito de Emil Michel Cioran, intitulado Sobre Francia, tenemos que sumar que hace unas semanas editorial Acantilado ha publicado, con su habitual refinamiento, la biografía que el gran escritor austríaco, Stefan Zweig, escribió sobre la historia de Maria Antonieta. A pesar de que leer Zweig siempre es un placer, estoy convencido que leerlo en esta biografía será una experiencia fascinante; no va, en palabras de Cioran encima Francia, el siglo más francés es el XVIII. No hace falta que os diga que estoy impaciente para empezarla!
En cine, dos películas nos han robado el corazón y nos han emocionado: The artist, de Michel Hazanavicius (sus protagonistas, Jean Dujardin y Bérénice Bejo, enamoran) y Midnight in Paris, de Woody Allen, el director más europeo de todos los directores norteamericanos. Y todavía, ahora hace unos días, varem celebrar que el Fomento Mataroní decidiera regalarnos una película llena de buen gusto, belleza y sensibilidad: Nannerl, la soeur de Mozart, de René Féret.
A pesar de que, desgraciadamente, todavía no he podido ver Le gamin ave vélo, de los hermanos Dardenne (el jueves 16 no pude ir al teatro Monumental y miraré de ir el lunes 20 al Fomento), es evidente que, en cuanto a la cultura, el último ha sido un año excelente.
Por otro lado, a la publicación que el abril del año pasado hizo Ediciones Siruela de un manuscrito inédito de Emil Michel Cioran, intitulado Sobre Francia, tenemos que sumar que hace unas semanas editorial Acantilado ha publicado, con su habitual refinamiento, la biografía que el gran escritor austríaco, Stefan Zweig, escribió sobre la historia de Maria Antonieta. A pesar de que leer Zweig siempre es un placer, estoy convencido que leerlo en esta biografía será una experiencia fascinante; no va, en palabras de Cioran encima Francia, el siglo más francés es el XVIII. No hace falta que os diga que estoy impaciente para empezarla!
En cine, dos películas nos han robado el corazón y nos han emocionado: The artist, de Michel Hazanavicius (sus protagonistas, Jean Dujardin y Bérénice Bejo, enamoran) y Midnight in Paris, de Woody Allen, el director más europeo de todos los directores norteamericanos. Y todavía, ahora hace unos días, varem celebrar que el Fomento Mataroní decidiera regalarnos una película llena de buen gusto, belleza y sensibilidad: Nannerl, la soeur de Mozart, de René Féret.
A pesar de que, desgraciadamente, todavía no he podido ver Le gamin ave vélo, de los hermanos Dardenne (el jueves 16 no pude ir al teatro Monumental y miraré de ir el lunes 20 al Fomento), es evidente que, en cuanto a la cultura, el último ha sido un año excelente.