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La imagen ganadora. Foto: RACC

Vern Bueno Casas

Un mataroní de 17 años crea la nueva campaña de Tránsito contra las distracciones al volante

Marc Vadillo, estudiando de Salesians, ganó el concurso 'Jóvenes y Conducción' y el Servicio Catalán de Tránsito ha utilizado ahora su foto y eslogan

El joven Marc Vadillo, alumno de la escuela Salesians de 17 años, es el autor de la fotografía que ilustra una nueva campaña del Servicio Catalán de Tránsito contra los accidentes. La imagen se titula "Cementerio de distracciones" y se acompaña con la frase "No dejamos que nuestro asesino sea un dispositivo móvil", elaborada por el propio Vadillo. El mataroní fue el ganador del concurso 'Jóvenes y Conducción' y ahora Tránsito recupera la imagen para concienciar sobre la principal causa de los accidentes a la carretera: las distracciones al volante.

"No dejamos que nuestro asesino sea un dispositivo móvil" dice el eslogan, con la foto de un cementerio

"No podemos permitir que un mensaje al volando sea el último que escribimos" dijo Vadillo en la presentación de la campany, acompañado del consejero de Interior, Jordi Jané. "Tenemos que ser responsables y hacer un uso racional de las nuevas tecnologías. La gente joven y los adultos constantemente utilizan el móvil. Tenemos que hacer que el 'constantemente' sea uno 'nunca' mientras conducimos", añadió Jané. El 31,5% de los accidentes mortales o con heridos graves el 2015 fueron causados por distracciones, sobre todo por el uso del móvil.

El origen de la idea

La fotografía de Vadillo, en blanco y negro, es la alegoría de un cementerio. Bajo un campanario, se levantan tres móviles, las pantallas de los cuales muestran una cruz. El estudiante de Salesians explicó que la idea surgió en una conversación con su madre al coche, en que se preguntaron qué era la principal causa de los accidentes de tráfico. Cuando supo que eran las distracciones, el joven ideó la fotografía que acabaría presentando al concurso organizado por el SCT y el RACC. Fue durante una excursión al municipio de Albarracín, en Teruel, donde encontró el lugar para componer la imagen y mostrar las consecuencias trágicas que puede comportar el uso del teléfono móvil mientras se conduce.

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