La construcción de viviendas se ha disparado en los últimos dos años en Mataró. Las grúas han vuelto a dominar el horizonte de la ciudad después de casi una década de crisis absoluta del mundo del totxo. La situación actual no se puede comparar todavía con el punto álgido de la burbuja, pero las promociones inmobiliarias aparecen como setas allá donde durando muchos años ha habido solares vacíos y abandonados. Y el frente marítimo de la ciudad es el que concentra la mayoría de operaciones.
A Torre Barceló se suman otros muchos proyectos residenciales a tocar del mar
La torre Barceló, de 25 plantas, será el emblema de toda una serie de nuevos edificios residenciales que ya se están construyendo al sector o bien que se edificarán en un futuro cercano. A la Ringlera, a tocar del TecnoCampus, es donde la actividad está más avance, con la torre de 14 plantas que está levantando la empresa Sorigué. Al lado la firma Procercasa está llevando a cabo Residencial Marina, un total de 62 viviendas y 3.000m2 de locales terciarios y comerciales al sector de la Ringlera, el ámbito de la ciudad que vive hoy el mayor boom en la construcción (justo junto al solar reservado, la empresa Sorigué está haciendo una torre de 14 plantas).
Una de las más espectaculares es la torre de 15 plantas que Solvia prepara a tocar del TecnoCampus
Solvia, la inmobiliaria de Banco Sabadell, se muestra muy activa al frente marítimo de la ciudad. En los terrenos donde había, entre otros, la antigua discoteca Megatron, construirá el Residencial Ernest Lluch, una promoción de 62 viviendas en una torre de 15 plantas, con zona comunitaria con piscina. Solvia también edificará dos torres residenciales, en este caso más bajas, a la Avenida Maresme entre las calles Lepanto y Santo Agustí, completando las dos ya existentes a tocar de las Escuelas Pías y el Café de Mar. Más al norte también está prevista una promoción importante, la que se construirá donde había el concesionario Prades. Una promotora tiene previsto construir un edificio plurifamiliar en una operación urbanística que también dará una nueva plaza en el barrio de La Habana. Se reurbanizarán las calles de los entornos, en especial la calle Navarro, que se ensanchará para convertirlo en un bulevar que facilitará el acceso desde el frente marítimo a la zona de equipamientos del antiguo Matadero.