Sábado 25. Faltan 30 minutos para medianoche. La Riera está desbordada. Queda muy poco rato porque la Familia Robafaves y la Banda salgan del Ayuntamiento y empiece el Desvelo. Todo el mundo está a la expectativa, delerós porque la Noche Loca explote con toda su fuerza. Todo el mundo? No! Hay un centenar largo de personas que de fiesta vivirán muy poca y que esperan tener la noche más tranquilo•la posible, a pesar de que saben que esto es una quimera. Son los encargados de velar por la seguridad de la Noche más movida del año.
En los últimos años el número de participantes ha crecido notablemente, en especial por el aumento de visitantes de fuera de la ciudad. El año 2014 unas 15.000 personas participaron al Desvelo, unas 10.000 a la Escapada a Nagra Noche y 16.000, todo un récord, llegaron a la Rociada. Este año la noche del 25 es sábado y se espera que las cifras todavía puedan ser más elevadas. El Plan Específico Municipal de Las Santas, que se actualiza cada año, establece los protocolos de seguridad de la Fiesta Mayor.
El Cecopal, al ojo del huracán
Toda la Noche Loca se controla desde el Centro de Coordinación de Emergencias Municipal (Cecopal), instalado en la sede de Cultura a la calle Sant Josep. La noche del 25 se activa a las 10 del anochecer y pliega velas a las 6 de la madrugada. 8 horas de actividad non-stop. Desde allá se coordina todo el equipo, integrado por más de 100 personas entre agentes de la Policía Local y de los Mossos d'Esquadra, Protección Civil, Bomberos, Cruz Roja, Servicio de Emergencias Médicas (SEM), y voluntarios de la Agrupación de Defensa Forestal (ADF) y de los Equipos de Apoyo (equipos de prevención, coordinación y primera intervención). Desde la sala de reuniones del Cecopal no hay visión de la calle, por lo tanto sus ojos son todos estos agentes distribuidos por las calles. Durante toda la noche no paran de recibir indicaciones sobre el desarrollo de la jornada y sobre posibles incidencias o puntos de riesgo. El coordinador del Equipos de Apoyo y un representante de todas las pandillas - escogido cada año rotatòriament- se encargan de garantizar que los actos vayan con los timings previstos y detectar posibles incidencias. A pesar de que son momentos menos críticos, el Cecopal también se activa en otros actos masivos como la noche del 24 por el DisSantes y el concierto de sopa de Cabra, la Tarde Guillada del 26 al atardecer o el Castillo de Fuegos del 27 por la noche.
Un amplio dispositivo médico
El preventivo sanitario durante la noche también es muy importante. Lo conforman 10 enfermeros, dos médicos, ocho conductores y una veintena de voluntarios. En los últimos años la tipología de afectados ha variado mucho. Hace tiempo la mayoría de atendidos eran quemados durante el correfoc. Esta cifra se ha reducido mientras que hoy la mayoría son intoxicaciones etílicas o cortes a los pies con recipientes de vidrio. Por lo tanto las evacuaciones en el Hospital se han reducido ostensiblemente, puesto que por el carácter de las heridas muchos de los afectados pueden ser atendidos en los diferentes puntos de asistencia establecidos al centro de la ciudad (calle Argentona, tramo alto de la Riera y plaza de Sant Pere Más Alto) y un hospital de campaña a la calle Sant Josep. También por eso las campañas de prevención se centran sobre todo al promover el consumo responsable de alcohol y al evitar los recipientes de vidrio. En todo caso, también hay ambulancias repartidas por diferentes puntos del casco antiguo por si hacen falta evacuaciones de urgencia.
Reaccionar a tiempo, la clave
La coordinación de la Noche Loca requiere de muchos protocolos y planificación, pero también capacitado de reacción. El año pasado, sin ir más lejos, un vecino de la plaza del Ayuntamiento requirió de atención médica de madrugada, cuando a las diablesas los faltaban pocos minutos para llegar. La situación podía acontecer un caos si la ambulancia tenía que pasar entre todas las comparsas y los miles de personas que las rodeaban. Por órdenes del Cecopal la Escapada se mantuvo más tiempo de la cuenta a la Muralla de los Genovesos, frenando la bajada final por La Riera. La gracia es que prácticamente nadie lo notó. Poder intervenir sin tener que alterar los actos es fundamental, a pesar de que no siempre es posible. En caso de que alguna emergencia obligue a ser más expeditivo y parar alguno de los actos o dar instrucciones directas a los asistentes, la mejor aliada es la megafonía, que ya está instalada a la Riera y la plaza de Santa Anna por sonoritzar el Bequetero al Desvelo. Esta sonorización, además de evitar que la gente se aboque sobre la Banda para poder escucharla, también permite que todo el mundo salte a la hora, cosa que coordina mucho mejor el movimiento masivo y evita aludes.
Evacuación en caso de emergencia
Este 2015 se estrena a La Riera, plaza de Santa Anna y plaza del Ayuntamiento nueva señalización de vías de evacuación. Se hace pensando sobre todo en la gente que viene de fuera de Mataró, que no conoce el entramado del casco antiguo y que, en caso de emergencia, desconoce por donde puede salir. En esta misma línea, la noche del 25 se pone una valla para vallar el paso en la calle de en Pedró, el pequeño vial sin salida de La Riera, con potencial de convertirse en una trampa.
En los últimos años el número de participantes ha crecido notablemente, en especial por el aumento de visitantes de fuera de la ciudad. El año 2014 unas 15.000 personas participaron al Desvelo, unas 10.000 a la Escapada a Nagra Noche y 16.000, todo un récord, llegaron a la Rociada. Este año la noche del 25 es sábado y se espera que las cifras todavía puedan ser más elevadas. El Plan Específico Municipal de Las Santas, que se actualiza cada año, establece los protocolos de seguridad de la Fiesta Mayor.
El Cecopal, al ojo del huracán
Toda la Noche Loca se controla desde el Centro de Coordinación de Emergencias Municipal (Cecopal), instalado en la sede de Cultura a la calle Sant Josep. La noche del 25 se activa a las 10 del anochecer y pliega velas a las 6 de la madrugada. 8 horas de actividad non-stop. Desde allá se coordina todo el equipo, integrado por más de 100 personas entre agentes de la Policía Local y de los Mossos d'Esquadra, Protección Civil, Bomberos, Cruz Roja, Servicio de Emergencias Médicas (SEM), y voluntarios de la Agrupación de Defensa Forestal (ADF) y de los Equipos de Apoyo (equipos de prevención, coordinación y primera intervención). Desde la sala de reuniones del Cecopal no hay visión de la calle, por lo tanto sus ojos son todos estos agentes distribuidos por las calles. Durante toda la noche no paran de recibir indicaciones sobre el desarrollo de la jornada y sobre posibles incidencias o puntos de riesgo. El coordinador del Equipos de Apoyo y un representante de todas las pandillas - escogido cada año rotatòriament- se encargan de garantizar que los actos vayan con los timings previstos y detectar posibles incidencias. A pesar de que son momentos menos críticos, el Cecopal también se activa en otros actos masivos como la noche del 24 por el DisSantes y el concierto de sopa de Cabra, la Tarde Guillada del 26 al atardecer o el Castillo de Fuegos del 27 por la noche.
Un amplio dispositivo médico
El preventivo sanitario durante la noche también es muy importante. Lo conforman 10 enfermeros, dos médicos, ocho conductores y una veintena de voluntarios. En los últimos años la tipología de afectados ha variado mucho. Hace tiempo la mayoría de atendidos eran quemados durante el correfoc. Esta cifra se ha reducido mientras que hoy la mayoría son intoxicaciones etílicas o cortes a los pies con recipientes de vidrio. Por lo tanto las evacuaciones en el Hospital se han reducido ostensiblemente, puesto que por el carácter de las heridas muchos de los afectados pueden ser atendidos en los diferentes puntos de asistencia establecidos al centro de la ciudad (calle Argentona, tramo alto de la Riera y plaza de Sant Pere Más Alto) y un hospital de campaña a la calle Sant Josep. También por eso las campañas de prevención se centran sobre todo al promover el consumo responsable de alcohol y al evitar los recipientes de vidrio. En todo caso, también hay ambulancias repartidas por diferentes puntos del casco antiguo por si hacen falta evacuaciones de urgencia.
Reaccionar a tiempo, la clave
La coordinación de la Noche Loca requiere de muchos protocolos y planificación, pero también capacitado de reacción. El año pasado, sin ir más lejos, un vecino de la plaza del Ayuntamiento requirió de atención médica de madrugada, cuando a las diablesas los faltaban pocos minutos para llegar. La situación podía acontecer un caos si la ambulancia tenía que pasar entre todas las comparsas y los miles de personas que las rodeaban. Por órdenes del Cecopal la Escapada se mantuvo más tiempo de la cuenta a la Muralla de los Genovesos, frenando la bajada final por La Riera. La gracia es que prácticamente nadie lo notó. Poder intervenir sin tener que alterar los actos es fundamental, a pesar de que no siempre es posible. En caso de que alguna emergencia obligue a ser más expeditivo y parar alguno de los actos o dar instrucciones directas a los asistentes, la mejor aliada es la megafonía, que ya está instalada a la Riera y la plaza de Santa Anna por sonoritzar el Bequetero al Desvelo. Esta sonorización, además de evitar que la gente se aboque sobre la Banda para poder escucharla, también permite que todo el mundo salte a la hora, cosa que coordina mucho mejor el movimiento masivo y evita aludes.
Evacuación en caso de emergencia
Este 2015 se estrena a La Riera, plaza de Santa Anna y plaza del Ayuntamiento nueva señalización de vías de evacuación. Se hace pensando sobre todo en la gente que viene de fuera de Mataró, que no conoce el entramado del casco antiguo y que, en caso de emergencia, desconoce por donde puede salir. En esta misma línea, la noche del 25 se pone una valla para vallar el paso en la calle de en Pedró, el pequeño vial sin salida de La Riera, con potencial de convertirse en una trampa.