La calle Santa Benet cuenta esta Navidad con su propio pesebre. La iniciativa ha estado de un vecino de la misma calle, Roberto Solà, gran forofo a los pesebres. Aprovechando que un local comercial había quedado vacío, Solà le propuso a su propietario Joan Pica de instal•lar- este pesebre gigante. Fue dicho y hecho. Solà ha usado sus propias figuretes, las que habitualmente usaba en los grandes pesebres que monta cada Navidad en casa suya. Cómo que la casa se le quedaba pequeña, este año Solà ha podido dar espacio al pesebre y ha creado uno con más de 200 piezas y todo lujo de detalle, desde tomaqueres a efectos "especiales" como la lluvia, sin que falten los pastorcillos y los reyes y el tradicional caganer. Y no hay uno, sino cuatro, escondidos en diferentes rincones de este pesebre que se puede visitar cada tarde de 5 a 8.30h. al número 37 de la calle Santa Benet.