Una boya que mide el oleaje, la salinidad, la temperatura del agua o la contaminación del mar. Que, además, está capacitada para acoger repetidores de telefonía y de datos, y que incluso puede generar energía a través de las oleadas. Estas son las múltiples características de un proyecto pionero en Cataluña que acoge el litoral mataroní. La boya, que se ha sumergido esta semana a 1,8 millas de la costa, es una iniciativa de la empresa catalana Pipo Systems, y cuenta con la colaboración del Puerto de Mataró y del TecnoCampus
La boya tiene unas dimensiones de 3 metros de altura por 2 metros de ancho. Esta formada por tres cuerpos anclados al fondo marino con un peso muerto. Actualmente cuenta con una cámara a la superficie y otra submarina, así como diferentes sondas y sensores para ofrecer información a distancia sobre el estado del mar. Información como por ejemplo la altura de las oleadas que hay en cada momento, que los usuarios del Puerto podrán consultar a través de una pantalla situada a la oficina del Consorcio.
En cuanto a la producción energética, la boya puede trabajar con olas pequeñas como las del Mediterráneo (desde 25-40 cm) y se calcula que puede generar entre 40 y 50 Kw/h. El coste de este prototipo se sitúa entre los 800.000 € y 1 millón de euros. La empresa Pipo Systems cuenta con otro prototipo en las Canarias. Los dos proyectos se han desarrollado a través de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), un consorcio de ciencia y tecnología que promueve la sostenibilidad y la observación del océano. Está formado por el Ministerio de Economía y Competitividad y el Gobierno de Canarias que cuenta con fondos europeos.