La Navidad se ha vuelto a instalar en la Plaza de Santa Anna. Y ya hace 25 años. Un cuarto de siglo en el que la tradicional Feria de Pesebres y Ornamentos ha vivido algunos cambios. Ninguno de sustancial o radical, pero por los firaires que están desde el inicio, se notan pero no le sacan el carácter propio. Cómo explica la Fina Podadera, una de las más veteranas, vecina de Mataró, que está desde el primer día, "empezamos siendo muy pocos firaires, 5 o 6, y ahora ya somos más de treinta". Además de la ampliación del número de paradas, los cambios se han limitado a las novedades de productos de cada año –"siempre hay las mismas cosas pero mejorando, ampliando e innovando"- y a algún traslado de ubicación. "Estuvimos a la Riera el año que se hizo la renovación de la Plaza", recuerda. De este modo, todos los firaires, que se ven año tras año y Nadal detrás Nadal se convierten en una gran familia pero, siempre, con variaciones. "Unos venden, otros marchan y de los primeros sólo quedamos 3 paradas".
En estos años, la Feria de Mataró se ha hecho un lugar diferenciado otras ferias de Cataluña. "Santa Llúcia es muy agobiant. La de Mataró es tranquila, la gente puede pasear y nosotros disfrutar de los niños y hablar con ellos", explica Pancràs Farell, de la popular parada de las corrúpies. Para el firaire, que trae unos 12 años participando a las ferias de la ciudad, Mataró ha conseguido "una forma de hacerse suya la feria, concreta y diferente". Además, considera que de todas las ferias de Cataluña y fuera de las fronteras, "Mataró es una de las que té más calidad, de las más emblemáticas". Personas como la Fina y en Pancràs traen decenas de años a la feria. Otros, como Anna Rodón, sólo traen 3 o 4. "Soy de Mataró, pero vivo en Sant Celoni y cuando decidí montar una parada, no podía faltar en mi ciudad", recuerda.
Unos que están a la expectativa de cómo irá su primera Navidad a la Feria son los neulers por excelencia de Mataró, los Graupera. Este año, por primera vez, el Ayuntamiento ha querido contar con paradas de alimentación tradicional navideña. Barquillos, cava y todo tipo de turrones se pueden encontrar ahora en la plaza Santa Anna. "Se ha aumentado la producción para poder vender en la tienda y a la parada pero es una incógnita total como funcionará", explica Imma Dorda, dependienta de Graupera en la Plaza de Santa Anna. "Bien es verdad que estamos más visibles para la gente de fuera que no saben que somos de Mataró y no conocen la tienda de Santa Maria", añade. Precisamente, el inicio de la presencia de alimentación será uno de aquellos pequeños cambios que la Fina y en Pancràs podrán glosar dentro de unos años, cuando aquello que ha cambiado con los años de la Feria tranquilo•la y diferente de Mataró.
En estos años, la Feria de Mataró se ha hecho un lugar diferenciado otras ferias de Cataluña. "Santa Llúcia es muy agobiant. La de Mataró es tranquila, la gente puede pasear y nosotros disfrutar de los niños y hablar con ellos", explica Pancràs Farell, de la popular parada de las corrúpies. Para el firaire, que trae unos 12 años participando a las ferias de la ciudad, Mataró ha conseguido "una forma de hacerse suya la feria, concreta y diferente". Además, considera que de todas las ferias de Cataluña y fuera de las fronteras, "Mataró es una de las que té más calidad, de las más emblemáticas". Personas como la Fina y en Pancràs traen decenas de años a la feria. Otros, como Anna Rodón, sólo traen 3 o 4. "Soy de Mataró, pero vivo en Sant Celoni y cuando decidí montar una parada, no podía faltar en mi ciudad", recuerda.
Unos que están a la expectativa de cómo irá su primera Navidad a la Feria son los neulers por excelencia de Mataró, los Graupera. Este año, por primera vez, el Ayuntamiento ha querido contar con paradas de alimentación tradicional navideña. Barquillos, cava y todo tipo de turrones se pueden encontrar ahora en la plaza Santa Anna. "Se ha aumentado la producción para poder vender en la tienda y a la parada pero es una incógnita total como funcionará", explica Imma Dorda, dependienta de Graupera en la Plaza de Santa Anna. "Bien es verdad que estamos más visibles para la gente de fuera que no saben que somos de Mataró y no conocen la tienda de Santa Maria", añade. Precisamente, el inicio de la presencia de alimentación será uno de aquellos pequeños cambios que la Fina y en Pancràs podrán glosar dentro de unos años, cuando aquello que ha cambiado con los años de la Feria tranquilo•la y diferente de Mataró.