Que se estropee un ascensor en un edificio de viviendas donde viven personas con movilidad reducida es un problema. Que tarden tres días al arreglarlo pasa de mancha de aceite. Esto es el que ha pasado en el edificio de la calle Núñez de Balboa, una promoción de viviendas de alquiler promover por Pumsa y destinados específicamente a personas con discapacidad física. "Algunos vecinos estuvieron 72 horas sin poder moverse de casa", explica Juan Antonio Ortega, uno de los locatarios.
El inmueble tiene tres plantas y un total de 12 viviendas. Actualmente residen 8 familias, y el titular de cada vivienda tiene que acreditar movilidad reducida. Los pisos, gestionados por Prohabitatge están adaptados a las necesidades de estas personas. El ascensor, evidentemente, es una pieza clave para facilitar la entrada y la salida de los locatarios. El domingo 27 de octubre el ascensor se estropeó. "Y no vinieron a arreglarlo hasta lunes", explica Ortega, locatario de una vivienda al primer piso. Uno de los vecinos, que se mueve en silla de ruedas y vive en el tercer piso, no podía salir de casa suya, y lo tuvieron que asistir para bajarlo por la escalera del edificio.
Seguro de 24 horas
Según explica Ortega, la empresa que instaló el ascensor, Orona, los informó que el ascensor del inmueble contratada por Pumsa no cuenta con el seguro de emergencias 24 horas. Fuentes del Ayuntamiento, pero, han negado este extremo, y han asegurado que la cobertura de emergencias es de 24 horas al día y 365 días al año. El seguro contratado obliga a atender cualquier requerimiento de intervención.
Desde el consistorio explican, pero, que hubo un problema con la pieza de repuesto que la empresa Orona envió desde Navarra, donde se encuentra su sede. La pieza no se adecuaba en el ascensor del inmueble y tuvieron que enviar una de nueva. El consistorio explica, por lo tanto, que el atraso en la reparación, que no quedó resuelta hasta el miércoles día 30, estaba motivado por una causa mayor.
Imagen del edificio para personas con movilidad reducida