A casi todas las fiestas multitudinarias de Mataró hay los voluntarios de los Equipos de Apoyo. Y la Noche Loca la viven con mucha intensidad. "Durante esta noche podemos llegar a hacer 10 horas de servicio", explican. El equipo de voluntarios velan porque todo salga cómo está previsto y que las incidencias se puedan solucionar en el menor tiempo posible. "Nuestro objetivo es prevenir, coordinar y ayudar en todo el que podamos porque la fiesta salga bien", asegura Juan Carlos Verde, adjunto de coordinación.
Intentan pasar desapercibidos y estar todo el rato alerta para detectar cualquier tipo de incidencia o anomalía. Los voluntarios están conectados entre ellos a través de emisoras y a la vez tienen conexión con otras personas que forman parte del servicio de emergencias, sanitarios, ayuntamiento, pandillas, etc. "Hay la tarea de intervención, de estar alerta a los actos porque no pase nada y en el supuesto de que pase hacer una primera actuación en casos de seguridad, de incendios, de sanidad, etc.".
"Somos más de 30 personas voluntarias. Todos venimos de diferentes ámbitos pero nos une que nos motiva que salgan bien las fiestas, somos gente que nos gusta mucho la fiesta popular. Por eso aportamos nuestro gra de arena porque sea posible que se lleven a cabo estos actos en Mataró", explica el coordinador Albert Font. Conocen a la perfección el programa de actas y saben como tienen que actuar ante cualquier incidencia. Son un gran pilar por los organizadores y las pandillas que encuentran en ellos un apoyo para detectar y resolver problemas. Sus tareas van "desde poner en marcha un plano B si empieza a llover, hacer espacio entre la gente porque hay un herido, arreglar un elemento de la fiesta, socorrer un niño perdido, ofrecer unos primeros auxilios e informar a los servicios de emergencias sobre cualquier incidencia".
"El que más se sufre de la Noche Loca son los inicios de momentos claves como el Desvelo, la Escapada o la encendida de la pirotécnica fija. Son momentos que tenemos que estar atentos porque todo siga su curso y no haya ningún problema. Son instantes que suelen durar pocos segundos pero que si no salen bien hacen que el acto no funcione".
Durante esta noche principal de Santas los miembros del Equipo de Apoyo se ven rodeados de miles de personas, en un nivel de alerta máximo, haciendo intervenciones e incluso con tres capas de ropa para protegerse de las chispas "Sudamos muchísimo, nos hemos llegado a pesar después de la noche y algunos hemos llegado a perder tres kilos", explican.
Tienen claro que su objetivo es hacer el que haga falta porque la fiesta siga y funcione correctamente. "Siempre hay imprevistos y tienes que actuar. La ventaja de estar coordinado con las pandillas es que tienes una ficha con todo el que tiene que pasar en cada momento y que se hará si hay algún imprevisto".