Una pista de esquí. Cuando suena la señal, la esquiadora se tira y empieza una cursa donde el movimiento es clave para superar los obstáculos sin perder el equilibrio. No se trata de una retransmisión deportiva, sino de un videojuego. Y la jugadora no es una adolescente, sino una jubilada, la Enriqueta Morillas, que descubre ahora por primera vez la emoción de jugar con una Wii. La actividad forma parte de un estudio médico para mejorar el equilibrio de las personas grandes y evitar el riesgo de caídas, que se está llevando a cabo los Centros de Atención Primaria de Mataró.
La doctora Pilar Montero es la investigadora principal de este estudio que se hace con el objetivo "de evitar las caídas de la gente mayor". De entrada, este puede parecer un problema menor, pero las consecuencias que puede tener una caída por las personas grandes son incalculables, no sólo a nivel físico sino también a nivel sociosanitario, económico y psicológico, tanto por aquellos que las sufren como por sus familias. "Una persona que cae se puede romper un fémur. Esto quiere decir que estará enllitat durante muchos meses, con una tasa de mortalidad bastante importante", explica Montero. Y también, el golpe que una caída de estas puede tener en la autoestima de las personas, o incluso en su propia autonomía: "Muchos cogen miedo de salir de por si vuelven a caer. Y una persona que era autónoma puede llegar a dejar de serlo si por una caída se le tiene que poner una prótesis", explica la doctora Mercè Jiménez, que también forma parte de este grupo de investigación.
La idea nace de una prueba piloto realizada por el doctor Salvador Altimir al Hospital de Can Ruti. Altimir pidió apoyo a la Unidad de apoyo a la investigación para hacer una prueba piloto con veinte de sus pacientes del área de geriatría. Pero a pesar de comprobar que este grupo aceptaba muy bien el uso de la consola, también consideró que era más interesante hacer el estudio a nivel de Atención Primaria. Las doctoras Jiménez y Montero, las dos médicas de familia de la CABEZA de la Riera de Mataró, ya tenían experiencia en investigación de problemas de geriatría y caídas en la gente mayor y estaban en contacto con el doctor de Can Ruti. Fue así como surgió la oportunidad de poner en marcha el estudio en Mataró, donde se ha implicado todas las Cabezas del Instituto Catalán de la Salud (Ronda Delgado, Cerdaña, Gatassa, Rocafonda y la Riera) y también los del Camino real y Cereza Molins, de gestión hospitalaria.
El estudio se dirige a personas mayores de 70 años que puedan andar por si sólo, con ayuda de bastón o no. Los participantes se dividen de forma aleatoria en dos grupos, el de intervención y el de control. Los de control sólo tendrán que asistir a tres visitas durante un año en la que se someterán a diferentes test de equilibrio, memoria, capacidad funcional y un cuestionario sobre su miedo a caer. Los que formen parte del grupo de intervención, además, tendrán que participar en un programa de entrenamiento de tres meses con la consola Wii, en sesiones de media hora dos golpes por semana.
Desde que empezó el estudio, el pasado mes de septiembre, la planta cuarta de la residencia de la gente mayor de La Gatassa se ha convertido en un centro de juego y ejercicio. Se ha habilitado habitaciones con cuatro televisiones y cuatro consolas Wii fit. Cada grupo cuenta con una monitora propia que acompaña los participantes en la sesión de ejercicios. El Enriqueta Morillas comparte la experiencia con Carme Cabot, Margarita Valls y en Salvador Floriach. "A veces me sale un resultado de dos estrellas", hace broma Carme Cabot, que intenta sortear desde la consola los obstáculos de la pista de esquí virtual que aparece a la pantalla. Mientras tanto, Margarita se está peleando con un juego de habilidad que consiste al hacer entrar una bolita en un agujero. En Salvador, en cambio, es muy bueno pasando el juego de la cuerda floja. Todos estos juegos, que venden de serie con la consola de la Wii, sirven para ejercitar y trabajar el equilibrio, uno de los factores que influye en las caídas y que, a diferencia del sexo o la edad (las mujeres y los mayores de 70 años tienen más números de caer) se pueden modificar.
Otra de las finalidades del estudio es concienciar y sensibilizar la gente mayor sobre la importancia de trabajar el equilibrio, un factor esencial para evitar las caídas y que con la gimnasia y el ejercicio habitual no se acostumbra a hacer. El tai-txi o el yoga son disciplinas que pueden ir bien para mejorar el equilibrio. El Proyecto eWii busca alternativas "divertidas y lúdicas" y en el mismo tiempo, asequibles para la gente mayor. "A nivel económico, una caída puede suponer un gran gasto en rehabilitación, ambulancia, etc. A la larga, puede ser más lavable que la gente mayor tenga una consola y pueda trabajar en casa los ejercicios del equilibrio", explica la doctora Montero. El uso de la consola, además, puede favorecer las relaciones de la gente mayor con los jóvenes, puesto que en muchos casos, los abuelos y abuelas tienen limpios que juegan habitualmente con la Wii.
Las caídas son, según Jiménez, un problema "infravalorat". Una tercera parte de la población de más de 65 años cae como mínimo una vez al año, y la mitad a partir de 80 años. "Y pasa también que las personas que caen no lo dicen por vergüenza, y una primera caída ya es por sí mismo un factor para caer otras veces", advierte. El estudio se inició en septiembre y cuenta con unos 200 voluntarios. El objetivo es el de llegar a un mínimo de 800 voluntarios, para conseguir unos resultados válidos y significativos, que permitan avanzar en la mejora del equilibrio. Las personas interesadas al participar en este estudio, de forma gratuita y confidencial, pueden dirigirse a su respectiva CABEZA o bien pedir información a la CABEZA de la Riera.
La doctora Pilar Montero es la investigadora principal de este estudio que se hace con el objetivo "de evitar las caídas de la gente mayor". De entrada, este puede parecer un problema menor, pero las consecuencias que puede tener una caída por las personas grandes son incalculables, no sólo a nivel físico sino también a nivel sociosanitario, económico y psicológico, tanto por aquellos que las sufren como por sus familias. "Una persona que cae se puede romper un fémur. Esto quiere decir que estará enllitat durante muchos meses, con una tasa de mortalidad bastante importante", explica Montero. Y también, el golpe que una caída de estas puede tener en la autoestima de las personas, o incluso en su propia autonomía: "Muchos cogen miedo de salir de por si vuelven a caer. Y una persona que era autónoma puede llegar a dejar de serlo si por una caída se le tiene que poner una prótesis", explica la doctora Mercè Jiménez, que también forma parte de este grupo de investigación.
La idea nace de una prueba piloto realizada por el doctor Salvador Altimir al Hospital de Can Ruti. Altimir pidió apoyo a la Unidad de apoyo a la investigación para hacer una prueba piloto con veinte de sus pacientes del área de geriatría. Pero a pesar de comprobar que este grupo aceptaba muy bien el uso de la consola, también consideró que era más interesante hacer el estudio a nivel de Atención Primaria. Las doctoras Jiménez y Montero, las dos médicas de familia de la CABEZA de la Riera de Mataró, ya tenían experiencia en investigación de problemas de geriatría y caídas en la gente mayor y estaban en contacto con el doctor de Can Ruti. Fue así como surgió la oportunidad de poner en marcha el estudio en Mataró, donde se ha implicado todas las Cabezas del Instituto Catalán de la Salud (Ronda Delgado, Cerdaña, Gatassa, Rocafonda y la Riera) y también los del Camino real y Cereza Molins, de gestión hospitalaria.
El estudio se dirige a personas mayores de 70 años que puedan andar por si sólo, con ayuda de bastón o no. Los participantes se dividen de forma aleatoria en dos grupos, el de intervención y el de control. Los de control sólo tendrán que asistir a tres visitas durante un año en la que se someterán a diferentes test de equilibrio, memoria, capacidad funcional y un cuestionario sobre su miedo a caer. Los que formen parte del grupo de intervención, además, tendrán que participar en un programa de entrenamiento de tres meses con la consola Wii, en sesiones de media hora dos golpes por semana.
Desde que empezó el estudio, el pasado mes de septiembre, la planta cuarta de la residencia de la gente mayor de La Gatassa se ha convertido en un centro de juego y ejercicio. Se ha habilitado habitaciones con cuatro televisiones y cuatro consolas Wii fit. Cada grupo cuenta con una monitora propia que acompaña los participantes en la sesión de ejercicios. El Enriqueta Morillas comparte la experiencia con Carme Cabot, Margarita Valls y en Salvador Floriach. "A veces me sale un resultado de dos estrellas", hace broma Carme Cabot, que intenta sortear desde la consola los obstáculos de la pista de esquí virtual que aparece a la pantalla. Mientras tanto, Margarita se está peleando con un juego de habilidad que consiste al hacer entrar una bolita en un agujero. En Salvador, en cambio, es muy bueno pasando el juego de la cuerda floja. Todos estos juegos, que venden de serie con la consola de la Wii, sirven para ejercitar y trabajar el equilibrio, uno de los factores que influye en las caídas y que, a diferencia del sexo o la edad (las mujeres y los mayores de 70 años tienen más números de caer) se pueden modificar.
Otra de las finalidades del estudio es concienciar y sensibilizar la gente mayor sobre la importancia de trabajar el equilibrio, un factor esencial para evitar las caídas y que con la gimnasia y el ejercicio habitual no se acostumbra a hacer. El tai-txi o el yoga son disciplinas que pueden ir bien para mejorar el equilibrio. El Proyecto eWii busca alternativas "divertidas y lúdicas" y en el mismo tiempo, asequibles para la gente mayor. "A nivel económico, una caída puede suponer un gran gasto en rehabilitación, ambulancia, etc. A la larga, puede ser más lavable que la gente mayor tenga una consola y pueda trabajar en casa los ejercicios del equilibrio", explica la doctora Montero. El uso de la consola, además, puede favorecer las relaciones de la gente mayor con los jóvenes, puesto que en muchos casos, los abuelos y abuelas tienen limpios que juegan habitualmente con la Wii.
Las caídas son, según Jiménez, un problema "infravalorat". Una tercera parte de la población de más de 65 años cae como mínimo una vez al año, y la mitad a partir de 80 años. "Y pasa también que las personas que caen no lo dicen por vergüenza, y una primera caída ya es por sí mismo un factor para caer otras veces", advierte. El estudio se inició en septiembre y cuenta con unos 200 voluntarios. El objetivo es el de llegar a un mínimo de 800 voluntarios, para conseguir unos resultados válidos y significativos, que permitan avanzar en la mejora del equilibrio. Las personas interesadas al participar en este estudio, de forma gratuita y confidencial, pueden dirigirse a su respectiva CABEZA o bien pedir información a la CABEZA de la Riera.